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viernes, 27 de julio de 2012

CAPÍTULO 39: UNA FAMILIA FELIZ, COMO SIEMPRE PUDO HABER SIDO






            Pasado un día, Syaoran volvío a casa de los Hattori acompañado como no con el pequeño Heki.



            Kazuha estuvó todo el día mirando por la ventana del salón hacía el jardín, esperando ver aparecer por la puerta de entrada a Syaoran con Heiki, y la espera dio sus frutos cuando, hacía las cuatro de la tarde, el hombre apareció con el pequeño niño.



            Kazuha no perdió tiempo ninguno, corrió hacia la puerta y la abrió del par en par, tan rápidamente que chocó contra la pared.



KAZUHA: ¡Mi niño! - gritó la madre entre lágrimas de felicidad por poder ver después de tanto tiempo a su querido hijo, extendiendo los brazos hacia los lados, preparandose para abrazarle.            



HEIKI: Ma...má!! - dijo el pequeño niño, soltando la mano de su padre y corriendo hacia los brazos protectores de su madre, aferrándose a ella, impidiendo que se vuelva a ir y se separé de ella.



            Heiji apareció detrás de ella, arrodillandose junto a su esposa, abrazandola a ella y a su hijo, por que para él, Heiki ya era su hijo... aunque no llevará su misma sangre.



            Syaoran se colocó al lado de su hijo, lo miró con ternura y le acarició el pelo un poco.



SYAORAN: Vengo para hablar con vosotros sobre mi hijo.



KAZUHA: Pasa hacia dentro – Kazuha se levantó como pudo cargando a cuestas a Heiki y entró junto con Heiji hacia el salón.



            Syaoran siguió obedientemente a Kazuha hacia el salón. Kazuha se sentó en el sofá, colocando en su regazo a Heiki y al lado de ella se sentó Heiji, rodeandole el brazo con los hombros.



KAZUHA: ¿Qué querías decirme sobre Heiki?



HEIJI: Eso mismo, que querias decirnos.



SYAORAN: Vengo a dejaros de nuevo a Heiki a vuestro cuidado...



HAZUKA Y HEIJI: ¿Qué?



SYAORAN: Lo que habeis escuchado, quiero que os volvais a hacer cargo de mi hijo.



KAZUHA: ¿Porqué?



SYAORAN: Conmigo no es feliz, no hace nada más que llorar, preguntar por su papá... por su mamá Kazuha, por su hermanita Kizu...



KAZUHA: ¿Y tu ya no quieres estar con él?



SYAORAN: Sí, pero conmigo no es feliz, conmigo solamente sufre ya que no os puede olvidar a ninguno...



HEIJI: Nosotros nos haremos cargo de Heiki encantados, lo queremos como si fuera nuestro hijo.



SYAORAN: Eso si, como su padre biológico quiero verle... a menudo... ¿está bien?



KAZUHA: Claro que si, es tu hijo, puedes verlo cuando quieras.



            Syaoran sin decir una palabra más, se levantó del sillón y metiendo las manos en su abrigo se dirigió hacía la puerta y se fue...



***

            Pasaron varios días desde este suceso, unos días en los que la familia Hattori fue inmensamente felices, conviviendo con todos.



            Ese día habían celebrado una gran fiesta donde estaban todos: Ran, Shinichi y el pequeño Conan y por supuesto, todos los Hatorri.



            Había de todo tipo de mangares, y bebidas, también había música clásica sonando en un volumen bajo y también el murmullo de conversaciones.



RAN: Al fin todo esta ya bien -sonrió, mientras bebía de su copa de champán.



SHINICHI: Es verdad al fin sois una familia completa, con vuestros hijos.



KAZUHA: Sí -sonrió feliz, más feliz que nunca habñia sido, sintiendose tan diochosa por poder estar con todas las personas que quiere reunidas en su hogar.



HEIJI: Ahora mismo no podía ser más feliz – bebió también de su copa – tengo todo lo que quiero.



RAN: Es una pena que nuestros padres no hayan podido venir, pero el trabajo les tiene tan ocupados... - negó con la cabeza, pero sonrió un poco- pero están muy felices por nosotros.



HEIJI: Por supuesto que si Ran – levantó su copa – hagamos un brindis, por que nuestra felicidad perduré para siempre.



TODOS: ¡Que asi sea! ¡Salud! - todos bebieron a la vez.



RAN: Yo quiero brindar por algo más – se acarició el vientre mientras sonreía y subía su copa – por que mi embarazo vaya bien, mi bebé sea muy feliz y nazca sano-



TODOS: Que así sea!!– volvieron a brindar.



            En la mesa, los niños comían muy rápidamente, estaban haciendo una competición para ver quien comía más y, como no, la que ganó no fue otra que Kizu.



KIZU: Ya sabiamos el resultado – se echó hacía atrás en la silla tocándose la barriga satisfecha.



CONAN: Eres una traglona.



KIZU: Gracias, gracias jiji pero he ganado – rió.



CONAN: Pero eso no te quita lo tragona.



KIZU: Baka.



CONAN: Tú, y mil veces tú.



KIZU: Ya, ya envidioso jiji.



CONAN: Te odio.



KIZU: Se que es mentira, me quieres mucho.



CONAN: Por desgracia.



KIZU: Pero lo haces jiji.



RAN Y KAZUHA: Niños venid aquí, que nos vamos a tomar una foto, corred.



            Los niños, obedientes fueron hacia donde estaban sus padres. Heiji cogió en brazos a su niña y Shinichi hizo lo mismo con el pequeño Conan. Kazuha abrazó amorosamente a su Heiki y Ran se sujetaba el vientre sonriendo hacía la cámara.



HEIJI: Venga que la foto va a salir ya, sonreid y decir...



TODOS: PATATAAA!!!!!!!



            Y así, después de haber pasado inumerables dificultades, todos ellos, amandose con todas sus fuerzas, formaron una familia feliz, como siempre debía haber sido, y como siempre será.



FIN ;(

lunes, 4 de junio de 2012

CAPÍTULO 38: NO SABES COMO TE EXTRAÑAMOS...


Los días pasaban... sin que la familia Hattori supiera prácticamente nada de Heiki. No lo habían visto, solamente Syaoran había llamado dos o tres veces para decir que estaban bien, que no se preocuparan... Pero eso para Kazuha no era suficiente.



KAZUHA: Heiji quiero ver a Heiki... - los ojos de Kazuha se inundaron de lágrimas.



HEIJI: No puedo hacer nada Kazuha... no sabemos donde está Syaoran con Heiki...



KAZUHA: Puede que...



HEIJI: Están bien, llamaron hace una semana y hablamos con Heiki.



KAZUHA: Pero se le oía triste... ¡nos debe de extrañar muchísimo!



HEIJI: …



            En ese momento sonó el teléfono... y ambos se quedaron petrificados. Kazuha fue corriendo al teléfono, lo descolgó y habló muy precipitadamente...



KAZUHA: ¿Sí?



¿?: Ma-má....



KAZUHA: Heiki, hijo mio ¿donde estás?



HEIKI: Ma-má, estoy bien



KAZUHA: Dime donde estas...



HEIKI: Quiero verte ma-má...



KAZUHA: Yo también quiero verte...



HEIKI: Te extraño ma-má...



KAZUHA: Y  yo a ti mi pequeño... - lloró Kazuha desconsoladamente.



Se oyó jaleó y otra voz se escuchó al otro lado del teléfono.



SYAORAN: Hola Kazuha



KAZUHA: Tú...



SYAORAN: Quiero hablar con vosotros, ¿donde podemos vernos?



KAZUHA: Ven a casa... aquí hablaremos tranquilos...



SYAORAN: Está bien, hablaremos en tu casa.



KAZUHA: Traete a Heiki, me muero por verlo.

SYAORAN: Está bien, mañana iré a veros, hasta pronto... - y colgó.



            Kazuha se quedó muy ilusionada por que al fin podía volver a ver a su hijo Heiki y poder abrazarle...



CONTINUARÁ...


jueves, 3 de mayo de 2012

CAPÍTULO 37: DESPEDIDA... ¡HEIKI SE VA PARA SIEMPRE!


El día en que Heiki debería irse con su padre biologico llego demasiado pronto.



            Kazuha había rezado para que ese momento jamás llegará y que su pequeño Heiki se quedará en casa, con ellos, con su familia para siempre... pero, como siempre ocurre, los momentos indeseados siempre llegan antes de que nos demos cuenta y queramos... y el momento en que su querido Heiki se marcharía para no volver se aproximaba a cada segundo que transcurría.



KAZUHA: ¿Heiji has mirado que lo lleve todo? - dijo entre sollozos, mientras sorbía por la nariz... no podía parar de llorar...



HEIJI: Sí, lo lleva todo, además si falta algo, Syaoran se encargará de comprarlo – Heiji tampoco se veía demasiado contento con la idea de que el pequeño se fuera... pero no podía hacer nada para que Heiki se quedará.



KIZU: ¿Por que se tiene que ir ahora mi hermano...? - dijo también entre sollozos, llorando aún más que su madre – ahora que me estaba encariñando con él... que lo veía casi como un hermano, se va para siempre.



KAZUHA: Lo siento Kizu...



KIZU: ¡No quiero que se vayaaa oka-san! No dejes que se lo lleven... él es... él es... ¡mi hermano!



KAZUHA: Lo siento...



KIZU: Oto-san... - le miró con cara triste.



HEIKI: No podemos hacer nada... Heiki se tiene que ir...



KIZU: ¡Sois muy malos! - gritó llorando la pequeña criatura y salió corriendo hacia su cuarto, cerrando la puerta de un portazo.



***



            Kizu cogió  la mano de su hermano y silenciosamente fue bajando las escaleras de dos en dos, teniendo mucho cuidado de que sus padres no se dieran cuanta de sus intenciones: QUERIA HUIR DE LA CASA CON HEIKI, PARA QUE ESE RARO HOMBRE NO SE LO PUDIERA LLEVAR.



            Llegó pronto abajo, pasando por el salón donde estaban sus padres discutiendo muy bajito, intentando que ella no los oyera...  pero ella sabía perfectamente por que estaban peleándose...



            Todo esto había sido culpa de ese maldito de Syaoran, que había venido a perturbar su casa, su familia... todo su mundo...



            Abrió la puerta de la calle muy despacito, intentando que no sonará, para que así sus otos no se dieran cuenta de nada...



¿?: ¿Adonde te crees que vas ?

            Kizu tuvó que mirar hacia arriba para ver al padre de Heiki mirándola de mala forma, con los ojos entrecerrados y la boca apretada.



KIZU: Yo...



SYAORAN: ¿Donde pensabas ir con mi hijo pequeña?



KIZU: Él... es mi hermano y tu te lo quieres llevar...



SYAORAN: Es mi hijo, por eso me lo llevo



KIZU: Heiki se quiere quedar con nosotros...



SYAORAN: Aprenderá a quererme – cogió una mano de Heiki y lo cargo en brazos, impidiendo así que Kizu pudiera llevárselo – y ahora pequeña revoltosa entra en tu casa.



            Kizu no tuvo otro remedio que entrar sin rechistar en la casa, refunfuñando y maldiciendo a ese hombre...



            Ambos entraron al salón al mismo tiempo... en el mismo instante que Kazuha y Heiji se callaban y los miraban.



SYAORAN: Vengo a por mi hijo



KAZUHA: ¿Ya...?



SYAORAN: Creo que ha estado con extraños bastante tiempo ya



HEIJI: No somos ningunos extraños para él, somo comos sus padres.



SYAORAN: Pero su padre soy yo.



HEIJI: Pero eso él no lo comprende.



            Syaoran estuvo pensando unos instantes, antes de ir hacia donde estaban las maletas del pequeño cogerlas en una mano, en su otro brazo cargar con Heiki y dirigirse hacia la puerta.



SYAORAN: Me querrá a mi también solo darle tiempo – y dicho eso se lo llevó sin dar tiempo siquiera a que Kazuha se despidiera de él.



CONTINUARÁ...

PD: los comentarios si son leidos, pasa que yo no soy quien lo escribo, hay una persona que lo escribe, se lo envia a mi hermana y lo subo yo ^^ pero yo no puedo publicar nada. Aún así los comentarios son leidos por las tres personas :)

miércoles, 11 de abril de 2012

CAPÍTULO 36: HEIKI… ADIÓS…


HEIJI: Syaoran-san… - se dirigió a la puerta, y
cogió por los hombros a Kazuha, dandole un masaje lentamente en los hombros…
relajandola - ¿Cómo nos has encontrado?

SYAORAN: Vi en las noticias la foto de Sakura… así
que supe enseguida que Heiki era mi hijo, ese bebé que ella me ocultó que
esperaba.

HEIJI: Vaya… - Heiji miró cabizbajo hacia el suelo
– Syaoran-san entra en casa… debemos hablar de mucha cosas y también puedes ver
a Heiki.

KAZUHA: Pero… - protestó pero fue inútil, fue
ignorada.

HEIJI: Pasa.

SYAORAN: Muchas gracias.

Heiji abrió la puerta de
par en par… y dejó entrar al hombre dentro de la casa, cerró la puerta detrás
de él y se dirigió hacia la sala… donde se encontraba su hijo.

Kazuha no pudo quejarse más… ese extraño hombre entró a su casa… y no
pudo decir ni hacer nada, solamente guardar silencio y mirar con precaución que
no hiciera nada raro.

***

Heiki se lo estaba
pasando muy bien, jugando con los regalos que sus nuevos papas, tios y hermana
le habían dado. Estaba jugando con un balón de fútbol, haciendolo rodar de un
lado a otro, pasandoselo a Conan y a su hermana Kizu, cuando vio aparecer aún
hombre alto, fuerte, con una gran gabardina y un sombrero en la cabeza… en su
cara no llevaba nada… asi que pudo atisbar los ojos grandes, de un calor marrón
oscuro… unos ojos que sin haberlos visto nunca le resultaban muy familiares… se
agarró el corazón con sus manitas… y su respiración se aceleró… conocía a este
hombre… pero, ¿de que?

KIZU: Hermanito ¿que pasa?

CONAN: Heiki ¿Qué ocurré? De repente tu cara se ha
puesto blanca.

HEIKI: Ese hom-bre… ¿qui-én es?

KIZU: Ahora que lo dices no lo se… ¿quién es
Conan?

CONAN: Nunca lo había visto… jamás…

Heiki
se abrazó asi mismo, y sus ojos se anhegaron de lágrimas.

***

Syaoran anduvó detrás de
Heiji… estaba siendo guiado hacia su hijo, al fin podía verlo, abrazarlo, oler
su pelo… mirar sus ojos y decirle que le quería. Por que a pesar de que lo
había visto nada más que en fotos el le quería, era su hijo, su sangre… el
fruto de su amor con Sakura… su dulce Sakura…

HEIJI: Heiki ven aquí… quiero presentarte a
alguien…

***

Kazuha
vió preocupada como Heiki se levantaba lentamente del suelo, dejaba su pelota
nueva aún lado, y, se encaminó hacia ellos con pasos vacilantes, lentos,
clavando su mirada en el hombre extraño que tenía en frente… era un extraño
para él, por que ella ya sabía quién era y que quería… Quería arrancarle de sus
brazos a su hijo y llevarselo lejos… y eso le destrozaba el corazón, por que
Heiki era suyo, su hijo, lo quería como tal y no se lo llevaría tan fácilmente.

El
niño se detuvó frente a su progenitor, echó la cabeza hacía arriba y clavó más
a fondo su mirada en la de él…

El
hombre se quitó el sombrero que ocultaba parte de su cara y dejo al descubierto
un pelo castaño oscuro, unos ojos castaños y almendrados… ¡IGUALES A LOS DE
HEIKI! Ahora Kazuha podía ver las similitudes que tenían ambos: los ojos, el
pelo, la forma de la cara… Heiki no se parecía demasiado a su madre… se parecía
más a este hombre… a su padre…

En
este momento a Kazuha se le hundió el alma a los pies… en verdad Heiki era hijo
de Syaoran.

***

Syaoran
no tardo en desprenderse del sombrero y del abrigo y tirarlos aún lado, ya no
le importaba que le vieran la gran cicatriz que tenía en la mejilla… solamente
que su hijo le viera bien.

SYAORAN: Hijo mío.

HEIKI: ¿Qui-én eres? – ladeó la cabeza sin
comprender.

SYAORAN: Soy tu padre… Heiki… mi pequeño…

HEIKI: ¡N-O! – gritó enfadado, rojo de la rabia –
mi pa-pá ma-tó a mi ma-má.

SYAORAN: Ese no era tu papá… yo si lo soy…

HEIKI: N-o… - su estado cambio de la rabia al
llanto en cuestión de segundos.

***

Kazuha
tuvo que intervenir al ver a su pequeño tan mal, llorando tan
desconsoladamente. Lo rodeo con sus brazos y lo pegó a su pecho… Heiki
agradeció el gesto, ya que hundió la cabeza en el pecho de su madre y comenzó a
sollozar.

KAZUHA: ¿No tienes sentimientos? – miró con los
otros entrecerrados a Syaoran – es un crió, un niño pequeño, no puede entender
estas cosas así de golpe – lo fulminó con la mirada.

HEIJI: Kazuha para…

KAZUHA: No! Este tipo no tiene sentimientos, solo
llega aquí argumentando que es el padre de mi pequeño y lo atormenta.

SYAORAN: Es mi hijo – dijo severamente.

KAZUHA: ¿Y eso te da derecho a hacerlo sufrir?

SYAORAN: Yo…

KAZUHA: Es mejor que te vayas, y vuelvas otro día, cuando nosotros le expliquemos a
Heiki mejor las cosas.

SYAORAN: Esta bien, me ire, por ahora, pero
volveré a por mi hijo – dicho eso recogio sus cosas y se marchó por donde había
venido.

CONTINUARÁ…



martes, 27 de marzo de 2012

CAPÍTULO 35: LA VERDAD... HEIKI TIENE QUE IRSE


Kazuha
no podía dar crédito a lo que sus oídos habían escuchado en ese momento...
¿Este era el padre de Heiki? ¿Pero como? Si supuestamente el padre se había
suicidado después de matar a Sakura... y ahora aparece este individuo diciendo
que era el progenitor del pequeño.

KAZUHA:
¿Qué quiere usted con mi hijo?

HOMBRE:
¿Su hijo? Perdone señora, pero ese niño no es suyo, es mio.

KAZUHA:
Heiki es mi hijo, desde hace varios meses lo ha sido.

HOMBRE:
Heiki es mi hijo, yo soy su padre biológico.

KAZUHA:
No me lo creo, ¿que quiere de mi hijo?

HOMBRE:
Sigo diciendo que no es su hijo... pero bueno – mostró una sonrisa torcida que
hizo que a Kazuha se le erizaran los pelos del cogote.

KAZUHA:
¿Qué quiere?

HOMBRE:
¡Llevarme a mi hijo conmigo!

KAZUHA:
Heiki no va a salir de aquí por nada de este mundo.

HOMBRE:
Señora... es mi hijo, y quiero llevármelo conmigo en este momento ¡y lo haré
por las buenas o por las malas!

KAZUHA:
No se atreva a dar un paso dentro de mi casa o se arrepentirá, he dicho que
Heiki no sale de aquí y punto -se puso en posición de ataque, lista para luchar
a muerte por Heiki... su hijo...

HOMBRE:
No quiero luchar señora – el hombre rebuscó en el bolsillo de su desgastado
abrigo y le entregó un pedazo de papel a Kazuha – cójalo, y vera como esto
demuestra que es mi hijo.

Kazuha tendió la mano y cogió el
pedazo de papel con precaución, mirándolo con detenimiento: era una foto, una
foto rota y sucia, donde se veía a un muchacho atlético, muy guapo al lado de
una rubia despampanante, ambos sonreían ampliamente...

KAZUHA:
Esto no prueba nada.

HOMBRE:
Fíjese bien quien es la chica rubia.

Kazuha
miró la foto con más detenimiento aún y al fin pudo apreciar de quien se
trataba.
KAZUHA:
Esta es... ¿Sakura?

HOMBRE:
Exacto... y ese hombre que esta ahí con ella... soy yo...

KAZUHA:
¿Usted? - miró de la foto hacia él, y no le encontró ningún parecido – siento
decirle, pero dudo que este muchacho sea usted.

HOMBRE:
Señora... - dijo con parsimonia – de esa foto hace más de 18 años, ambos,
Sakura y yo hemos cambiado muchísimo en esos años.

KAZUHA:
No entiendo nada...

HOMBRE:
Déjeme que le explique... Señora – volvió a sonreír – Sakura y yo nos conocimos
de adolescentes, en esa foto no deberíamos tener más de 15 años... ella era
preciosa, parecía un ángel y ese ángel se fijo en mi... estuvimos de novios un
tiempo, dos años aproximadamente – respiró profundo y rechinó los dientes –
pero me tuve que ir a estudiar fuera, y ella rompió conmigo... - apretó las
manos en puños y lo siguiente lo dijo furioso – y... esa... cuando volví... ya
estaba con otro, al poco se fugo con él.

KAZUHA:
Eso no explica por que dice que mi Heiki es su hijo – interrumpió.

HOMBRE:
No he acabado señora... - la miró mal – Sakura y yo nos encontramos unos años
más tarde, nos gustamos... tuvimos un romance... y de ahí fue engendrado
Heiki... ella volvió con su pareja y yo desaparecí de su vida.

KAZUHA:
¿Cómo sabe que Heiki es su hijo?

HOMBRE:
Vi la historia en la televisión, salió el pequeño llorando pidiendo a gritos
que su madre volviera... me dio mucha pena... y cuando vi que se trataba de
Sakura, averigüe donde se encontraba el pequeño, para que este con su padre
biológico, con su sangre.

KAZUHA:
No le creo – comenzó a cerrar la puerta.

HOMBRE:
Kazuha Toyama, no me va a negar a mi hijo – metió un pie en la puerta,
impidiendo que ella cerrará – dame a mi hijo.

Kazuha en ese entonces sintió mucho
miedo... y no pudo hacer otra cosa que gritar a pleno pulmón.

***

Heiji escuchó el grito de su mujer
desde muy lejos... ella no era normal que gritará así, solamente cuando algo
muy grave pasaba... así que salió corriendo con todas sus fuerzas hacia la
puerta principal, de donde había venido el chillido.

Llegó a la puerta, y la vio
forcejeando con un alguien, intentando cerrarla puerta con todas sus fuerzas,
al otro lado, había un hombre, con medio cuerpo dentro de la casa, empujando
para entrar.
HEIJI:
¿Qué pasa aquí?

KAZUHA:
Heiji ayudame, echa a este individuo, que se vaya.

HOMBRE:
Mujer dejame entrar.

HEIJI:
Tú – Heiji sacó un arma de detrás del pantalón – vete de mi casa.

HOMBRE:
No puedes dispararme - el tipo dejo de
forcejear y se paro en seco, Kazuha también se detuvó y miró con miedo de su
marido al tipo raro.

HEIJI:
¿Qué quieres?

HOMBRE:
Soy Eisuke... ¡el padre de Heiki!

Heiji
bajo el arma lentamente, mientras miraba al hombre.

HEIJI:
¿Eisuke-kun?

EISUKE:
Sí hermano, soy yo – levantó las manos en señal de rendición – vengo a por mi
hijo.

CONTINUARÁ...

domingo, 11 de marzo de 2012

CAPÍTULO 34: APARICIÓN INESPERADA


Habían pasado muchos meses desde que Heiki
habían llegado a la casa, y ya, todos los habitantes de la misma, lo querían
como si fuera uno más de la familia.
Entre todos habían apoyado al pequeño niño a
que superará la dificil muerte de su madre... y gracias al amor y cuidados que
había obtenido de sus padres y hermana adoptivos, había superado esa difícil
perdida. Ahora se comportaba como un niño normal, alegre, risueño y un poco
trasto.
Cada noche, antes de irse a dormir, Kazuha y él
se arrodillaban al pie de su cama -la cama de él- , juntaban sus manitas,
cerraban los ojos y pedían en silencio por el alma de su madre, y le pedían a
Dios que les mantuvieran a salvo...
Pero lo que Kazuha no sabía y que Heiki le
tenía oculto, es que él nunca le rezaba a Dios... el pequeño siempre le rezaba
a su madre, siempre le decía lo mucho que la extrañaba, que la necesitaba, que
la quería, que nunca la olvidaba, que siempre la veía sonriendo en todos lados... que siempre
la llevaba en su corazón y en sus pensamientos... Y eso le hacía sentir muy
bien, más cerca de su madre...
Siempre echaba de menos a su madre... pero hoy
más en especial... ¿que porqué? Por que era su cumpleaños, cumplía los cuatro
años... y no podía celebrarlo con ella...
KAZUHA: ¡¡Heiki!! - su nueva mamá lo llamó
fuertemente - ¿puedes venir un momento?
HEIJI: ¡¡No tardes muchoooo!! - gritó a su vez.
KIZU: ¡¡Vengaaa Heiki!!
Heiki no perdió un minuto más... dejó de pensar
en esas cosas que le ponían tan triste y se bajó lenta y cautelosamente del
sillón donde había estado sentado todo ese tiempo, mirando por la ventana y
pensando en sus cosas...
Caminó con paso vacilante por toda la casa,
encaminándose muy lentamente hasta sus nuevos papás y su nueva hermanita. Se
aferró al quicio de la puerta para evitar caerse al suelo y, miró hacia dentro
de la habitación de donde habían provenido las voces.
TODOS A LA VEZ: ¡¡Sorpresaaaaaa!!
Los ojos de Heiki se abrieron de par en par y
su boca se desencajo un poco... ¿que significaba esto?
KAZUHA: ¡Heiki ven aquí! - se adelantó un poco
y lo cogió en brazos.
HEIKI: ¿Qué pasa aquí?
KAZUHA: Hoy es tu cumpleaños, así que esta es
una fiesta sorpresa - lo abrazó y sonrió ampliamente.
HEIKI: ¿Fiesta? - dijo con un brillo de ilusión
en su mirada - ¿para mi?
KAZUHA: ¿Para quien más iba a ser? -sonrió más
y lo llevó hacia donde se encontraban todos - ¡Feliz Cumpleaños Heiki!
KIZU: ¡Feliz cumpleaños oni-chan!
HEIJI: ¡Feliz cumpleaños hijo mio!
Heiji avanzó hacia su esposa y su hijo, por que
ya consideraba al pequeño niño como suyo propio y los abrazó muy fuerte a
ambos. Kizu no se quedó atrás y también se acercó y se abrazó a las piernas de
su madre… permanecieron así, juntos, abrazados, por tantos minutos que se
volvieron incontables…
El timbre de la puerta, el inoportuno timbre
obligó a la pareja y a los dos pequeños a separarse e ir a ver quien había sido
quien había llamado,
RAN: Hola –sonrió y mostró un paquete envuelto
en papel de regalo - hemos venido a ver
al cumpleañero.
Shinichi y Conan aparecieron destrás de ella,
llevando consigo otro paquete envuelto cada uno.
SHINICHI: Sentimos el retraso, pero Ran tenía
que terminar de maquillarse.
RAN: Shin… ¬¬
SHINICHI: Meee callooooó – rió entre dientes
mientras pasaba dentro de la casa.
RAN: Mejor será
- lo miró con los ojos entre cerrados, pero una sonrisa en los labios y
también entraba en la casa después de su marido.
CONAN. Hola tía Kazu – entró después de todos y
se fue detrás de sus padres.
KAZUHA: Hola Conan – sonrió y cerró la puerta.
Kazuha comenzó a caminar hacía el salón, donde
todos ya habían comenzado a darle los regalos a Heiki, o por lo menos eso
había deducido por los gritos del
pequeño y los aplausos de todos…
Pero, no se le permitió dar ni dos pasos… por
que de pronto escuchó otro golpe en la puerta… Su corazón comenzó a latir con
fuerza y un extraño tembló le recorrió la columna vertebral, anunciandole que
nada bueno podía esperarle si habría la puerta… pero, sin embargo, sus pies se
movieron solos y se dirigieron hacía la puerta. Su mano cogió el pomo y lo
giró, y con un movimiento de su brazo abrió la puerta de par en par…
Un hombre muy extraño estaba al otro lado,
vestido totalmente de negro, gafas de sol envolventes y una gorra que le tapaba
practicamente toda la cara.
KAZUHA: ¿Qué quiere usted? – dijo con la voz
gangosa, preparada para actuar si ese hombre pretendía atacarla o intentaba
entrar en la casa…
HOMBRE: Hola bella señorita… - una sonrisa se
levantó en la comisura de la boca de aquél hombre… lo que hizo que a Kazuha le
recorriera otro escalofrio, pero esta vez por todo el cuerpo.
KAZUHA: ¿Quién es usted y que quiere en mi
casa? – su alarma aumentó cuando vio que ese tipo aumentaba su sonrisa.
HOMBRE: ¿Aquí vive Heiki?
KAZUHA: ¿Cómo conoce usted a mi hijo? – dijo alarmada,
y más nerviosa que nunca.
HOMBRE: Sencillo… - el hombre sacó las manos
del bolsillo del gran abrigo que llevaba puesto y por primera vez se quitó la
gorra… dejando ver una cara pálida… tan blanca como la nieve y una gran
cicatriz en la mejilla derecha – conozco a ese pequeño por que yo soy su padre…
CONTINUARÁ…

martes, 28 de febrero de 2012

CAPITULO 33: KIZU SE CONFORMA


Kizu sabía perfectamente que no estaba de
acuerdo con la decisión que habían tomado sus padres. Ellos eran suyos, de su
propiedad, y ahora venía este mocoso malcriado ¡¡para robarselos!! Y eso era
algo que ella no estaba dispuesta a que sucediera... ese mocoso tenía que irse
de su casa y tenía que hacerlo ¡YA!

KAZUHA: Kizu - dijo la mujer al borde de los
nervios - Heiki se quedara con nosotros a partir de ahora, sera uno más en la
familia... será tu hermano.

KIZU: ¡¡Y yo he dicho que no lo quiero aquí!!
¡¡Quiero que se vaya, que se largue y no vuelva!! - la niña cruzó las manos
sobre el pecho.

KAZUHA: Kizu no seas malcriada por que eso no
te servirá absolutamente de nada, solamente haces que la idea de que Heiki se
quede se haga más sólida - dijo en tono enfadado y también cruzó los brazos
sobre su pecho.

KIZU: ¡Mamá tu no me quieres! si me quisieras
no permitirias que ese mocoso usupará mi lugar.

KAZUHA: ¿Usurpar? Lo primero que esas
palabras no son para que las vaya diciendo una niña, lo segundo que aquí nadie
esta intentando quitarte tu lugar y lo tercero es que estoy harta de dar
explicaciones, Heiki se queda en casa y es mi última palabra - con eso, Kazuha
giró sobre si misma y se marchó.

Kizu, totalmente enfadada con su madre...
bueno, no solamente con su madre, si no con todo mundo, salió hacia el jardín,
refunfuñando como una abuelita, frunciendo el ceño y con los dientes apretados.

Vió con gran envidia y celos como su padre
jugaba con el pequeño Heiki, lo alzaba al aire, le hacía cosquillas, le
acariciaba el pelo... hacía cosas con ese mocoso que con ella casi nunca hacia,
y eso que él era un bastardo y ella era su hija biologica (estas palabraslas
habia escuchado de los vecinos de su calle, y ella, se las había agenciado para
su uso personal, aunque no sabía lo que significaban).

HEIJI: ¡Hija! Ven aquí y juega con nosotros -
sonrió abiertamente, una sonrisa deslumbrante, como pocas veces le había visto.

KIZU: N-o ha-ce fal-ta...

HEIJI: Ven... que hace mucho que no jugamos
juntos - su sonrisa fue desapareciendo lentamente al ver la cara de disgusto de
su hija - ¿que pasa cariño?

KIZU: No lo quiero
aquí - dijo en un hilo de voz señalando al niño.

HEIJI: ¿Por que?

KIZU: El no merece tener vuestro cariño...
vosotros sois mios, mis padres... no de él... el que vuelva su casa y nos deje en paz...

HEIJI: Kizu... ven... tengo que contarte algo
- se sentó en el suelo, cogiendo a Heiki y poniendoselo en una rodilla - ven
sientate en mi otra rodilla.

KIZU: Pero esta él...

HEIJI: Heiki no te hará nada... ven - sonrió
y le tendió una mano.

Kizu obedeció a su padre y fue sin rechistar
más hacia él, y se sentó en su rodilla, cosa que ahora se daba cuenta, había echo
muy pocas veces.

HEIJI: ¿Sabés por que Heiki a venido a vivir
con nosotros?

KIZU: Para robarme vuestro cariño.

HEIJI: No... - nego con la cabeza.

KIZU: Entonces...

HEIJI: Su madre ha... fallecido... y él no
tiene a nadie con quien quedarse.

Kizu recordó a esa mujer, que un día había
venido a su casa... era una mujer muy bella y se llamaba... como era... ¡ah sí!
¡Sakura!

KIZU: ¿Qué le paso?

HEIJI: Pues... - se lo pensó un momento - un
accidente...

KIZU: Entonces... este moco... digo, Heiki, ¿no
tiene donde ir?

HEIJI: No, yo soy el único que puede
tenerlo... y si no lo hubieramos acogido, se lo hubieran llevado a un
horfanato...

KIZU: Y, ¿en un horfanato no hubiera estado
bien?

HEIKI: No es el mejor lugar para un niño...

KIZU: Vale...

HEIJI: ¿¿Entiendes por que debe quedarse??

KIZU: Sí... pero...

HEIJI: Pero que Heiki se quede a vivir con
nosotros no quiere decir que a ti te queramos menos - le acaricía el pelo
tiernamente - tu eres mi hijita, y te adoro.

Kizu se quedo pensando un buen rato, pensando
en todo lo que estaba liando... en todo lo que el pobre mocoso había sufrido...
se merecía un poco de paz...

KIZU: Heiki... bienvenido a la familia - dijo
yendo hacia él y abrazandolo.

CONTINUARÁ... SIENTO MUCHISIMO EL RETRASO, EL
PRÓXIMO CAPÍTULO MUY PRONTO ^^

martes, 7 de febrero de 2012

CAPÍTULO 32: DECISIÓN... ¿SERÍA UNA BUENA IDEA QUE ADOPTARAMOS A HEIKI COMO NUESTRO HIJO?


Kazuha
aún pensaba en esa terrible decisión... ¿deberían adoptar al pequeño? Ella no
se creía una buena madre para el niño, todo lo contrario, viendo el comportamiento
egoísta de su Kizu, veía que había cometido muchos errores en la educación de
su hija, y no quería cometer dichos errores también con Heiki...

Pensaba que el niño estaría mejor con
otra familia, que lo quisiera más y le dieran una educación mejor de lo que
ella le podía ofrecer... necesitaba una buena madre... no como ella.

Kazuha metió las manos en el agua
caliente y comenzó a limpiar el biberón que habían usado para darle un poco de
leche al pequeño, en los cuatro días que llevaba con ellos apenas comía... solo
lo hacía cuando era Heiji el que le proporcionaba el alimento, a ella apenas la
dejaba acercarse, siempre que lo hacía se ponía a llorar desconsoladamente y
pedía a gritos que volviera su mamá...

Ella intentaba acercarse lo menos
posible al infante para no alterarlo y hacer que volviera a llorar como lo
hacia cada noche... ya tenía suficiente.

Con todas esas dudas rondándole la
cabeza, terminó de limpiar el biberón y cerró el grifo. Se secó las manos en el
delantal que llevaba atado con un lazo a la cintura y se encaminó hacia él
salón, donde el niño jugaba tranquilamente con un osito de peluche.

Se le quedó mirando y pensando lo
difícil que debería de ser para él estar en un sitio ajeno, donde no conocía a
nadie...

Tenía tantísimas dudas que pensaba que
le iba a estallar la cabeza. Se tapó la cara con ambas manos y las frotó
fuertemente intentando despejarse.

HEIKI:
¿Ma-má?

Kazuha miró al pequeño y fue lentamente
hacia él.

KAZUHA:
Heiki,tu madre no está, estoy solamente yo...

HEIKI:
¡Quie-ro a mi ma-má!... - se quedo pensando un momento – ella es-ta-ba
dor-mi-da... despiertala.

KAZUHA:
No puedo... - se acuclilló al lado del niño e intentó tocarlo – ella... está en
el cielo, ahora tu mamá es un ángel, un precioso ángel con alas blancas.

HEIKI:
¿Án-gel? - dijo el niño frunciendo el ceño.

KAZUHA:
Sí, es un precioso ángel – habló con voz dulce y suave, llevando las manos
hacia la cabeza del niño y acariciandosela.

HEIKI:
¿N-o va a vol-ver? - dijo el niño con melancolía

KAZUHA:
Tú mamá, está aquí – le señaló el corazón con un dedo – siempre que te sientas
solo, triste o la extrañes... cierra los ojos fuertemente e imaginatela a tu lado, verás como el
corazón se siente calentito y ya no te sientes ni solo ni triste nunca más –
sonrió.

Heiki lo hizo, cerró ambos ojos con
fuerza, apretó los labios y frunció el ceño.... al cabo de un par de minutos,
diminutas lágrimas escurrían por sus mejillas sonrosadas y su labio inferior
temblaba levemente.

HEIKI:
Ma-mi... te ex-tra-ño...

Kazuha empezó a llorar con el pequeño.
Sin perder un segundo lo rodeó con sus brazos y lo pegó a su pecho, abrazándolo
con fuerza, comenzando a llorar ambos a la vez... ambos con la misma
intensidad.

Heiki, por fin se quitó la coraza... y
dejó que Kazuha lo consolará, le dijera que todo iba a ir bien, que nunca más
dejaría que le pasará algo malo...

HEIKI:
Se sien-te ca-len-ti-to – dijo con la voz gangosa por el llanto – mi ma-má
es-tá en mi co-ra-zón, la sien-to – sonrió un poco y volvió a abrazar a Kazu.

KAZU:
Tú mamá siempre estará a tu lado – le acarició la cabeza y la espalda
tranquilizadoramente.

En ese momento sonó la puerta de
entrada. Al cabo de unos segundos, Heiji entró en el salón acompañado por una
mujer...

HEIJI:
Kazu, esta es Libertad, y viene a llevarse a Heiki... - se quedó mirando a
ambos abrazados... - es la asistenta social... y viene a llevarselo...

Kazuha miró a Heiji con lágrimas en los
ojos y abrazó con lo abrazó con más fuerza.


KAZUHA:
¡Que se vaya!

HEIJI:
¿Cómo que se vaya?

KAZUHA:
Lo que has oído que se largué – apoyó la mejilla en la cabeza del niño – Heiki
no va a ningún lado.

Heiji
y la asistenta social se miraron extrañados.

HEIJI:
¿Qué quieres decir con eso?

KAZUHA:
Heiki se queda con nosotros, no se lo van a llevar a ningún lado...

HEIJI:
¿Estás hablando en serio?

KAZUHA:
¡No he hablado más enserio en mi vida!

La decisión estaba tomada, Heiki se
quedaría con ellos para siempre, y sería un miembro más de la familia... lo
querría como si fuera su hijo.

CONTINUARÁ...
PERDÓN POR LA TARDANZA :)

lunes, 23 de enero de 2012

CAPÍTULO 31: ¡QUIERO QUE SE VAYA!



Kizu
miró con los ojos entrecerrados y los labios fruncidos al nuevo habitante de la
casa... ese pequeño niño que no había querido separarse de los brazos de su
padre ni un solo minuto y de el que ella sentía auténticos celos y rencor...
¡Por que su padre era suyo! ¡Y nadie más que ella podía quedarse dormida entre
sus brazos!

A
ese pequeño mocoso lo había visto en una ocasión anterior... como se llamaba...
mmmmm.... ah si, era Heiki... y, ella desde el primer momento le cayó gordo,
tanto él como la presumida rubia que lo acompañaba que supuestamente era su
madre.

KAZUHA: Kizu... ¿qué haces ahí
parada como una estatua?

Kizu
miró hacia atrás, para ver a su madre... su querida madre... a la que había
oído llorar toda la noche... la que tenía la cara pálida y unas pronunciadas
ojeras debajo de los ojos...

KIZU: Miraba a mi Oto-san... y a
ese mocoso... Oka-san... ¿qué hace aquí?

KAZUHA: Heiki – miró con tristeza
hacia ellos – bueno, Heiki se va a quedar... unos días con nosotros...

KIZU: ¿Por qué? - infló las
mejillas con enfado y se cruzó de brazos con disgusto.

KAZUHA: Su... madre... - la miró
pensativa – vendrá a recogerlo pronto, pero, mientras tanto, Heiki vivirá con
nosotros... - razonó.

KIZU: Pues yo no quiero que se
quede aquí... ¡me cae mal! - refunfuñó – quiero que se vaya ¡ya!

KAZUHA: Kizu, no seas malcriada –
le regañó – Heiki se quedará con nosotros unos días...

KIZU: ¡No quieroo...! - comenzó a
protestar de nuevo

KAZUHA: Se quedará y es mi última
palabra – le gritó demasiado fuerte.

Al
escuchar el grito, Heiki que dormía cómodamente acostado en el regazo de Heiji
despertó, se las quedo mirando y se abrazó más fuerte a Heiji.

HEIKI: Ma-má... - dijo en un
gorjeo melancólico – quie-ro a mi ma-má – lloriqueo enterrando la cabeza en el
hombro de Heiji.

Heiji,
que dormía, también despertó ante tanto jaleo y, viendo que su ahijado volvía a
llorar, lo abrazó con muchísima fuerza contra él.

HEIJI: Ya está pequeño... -
susurró palabras tranquilizadoras, mientras su mano se deslizaba por la espalda
del pequeño – todo está bien ya, todo ha pasado, ahora estás a salvo, aquí
nadie querrá hacerte daño... - calmá al
infante.

Kazuha
no pudo evitar que dos grandes lágrimas se escurrieran por sus mejillas hacia abajo
de la emoción... ver así a Heiji... tan paternal con el pequeño... y... ver el
sufrimiento de Heiki le dolían en el alma.

HEIJI: Kazuha... ¿podrías
prepararle algo a Heiki por favor?

KIZU: Mi Oka-san no es la esclava
de nadie... y menos de ese mocoso – protestó Kizu.

KAZUHA: Kizu... - dijo enfadada
aún.

KIZU: Es la verdad ese niño tiene
que irse...

HEIJI: Heiki no se irá a ningún
lado – dijo firmemente levantándose del sillón y yendo hasta su mujer.

KIZU: Eso no es justo... vosotros
sois mios... no os quiero compartir con nadie – dijo gritando, celosa...
yéndose corriendo hacia su habitación.

Pasaron
unos minutos hasta que los padres hablarán de nuevo.

KAZUHA: No se lo tengas en
cuenta... solamente tiene celos de Heiki...

HEIJI: Es una niña malcriada,
siempre obtiene lo que quiere, ¡pero esta vez se equivoca!

KAZUHA: ¿Qué quieres decir con
eso?

HEIJI: Kazu... quiero proponerte
algo...

KAZUHA: Que me quieres
proponer...

HEIJI: Quiero que adoptemos a
Heiki, que sea nuestro hijo legitimamente.

Kazuha
no supo que decir... solamente se le quedo mirando con los ojos como platos...
esa era una decisión que cambiarian sus vidas para siempre....


CONTINUARÁ... ^^

miércoles, 11 de enero de 2012

CAPÍTULO 30: DOLOR... UNA GRAN PÉRDIDA


Heiji
se detuvó en la puerta de la casa... miró la puerta de madera durante tanto
tiempo... que empezó a ver los bordes distorcionados. Entre sus brazos llevaba
un pequeño niño, acurrucado y dormido, un pequeño niño que en la noche anterior
había presenciado algo atroz... un acto que hasta a Heiji que estaba
acostumbrado a esas escenas le había afectado enormemente...

La pequeña criatura que llevaba
entre sus brazos, que se aferraba desesperadamente a él con sus pequeñas
manitas... ese niñito había presenciado como su madre había sido asesinada...

Heiji abrazó con más fuerza a su
pequeño ahijado Heiki... y pensó con melancolía en la madre de este... en
Sakura... su pobre Sakura. Después de haber estado huyendo de su marido durante
años enteros, después de haber tenido a su niño... después de todo, su vida
había sido arrebatada por un bastardo, que después se había suicidado.

Heiji cerró los ojos... y rememoró
la escena: sangre por todos lados, el cuerpo de la pobre Sakura entre un charco
de sangre, su largo pelo rubio esparcido por el suelo y su vestido blanco
empapado por su propia sangre... en esa posición y si no fuera por la sangre se
diría que estaba dormida... parecía un tierno ángel... nadie diría que su garganta
había sido cortada...

Y, el pequeño niño abrazado al
cuerpo inerte de su madre, llorando a gritos... repitiendo mamá una y
otra vez, cubierto de sangre. Heiki no había dejado que lo apartaran del cuerpo
sin vida de su madre... solo lo dejo a él... y, al verlo, se había aferrado con
tanta fuerza que ni las trabajadoras sociales habían sido capaces de
llevárselo.

Y aquí estaba ahora Heiji, con su
ahijado en brazos, una mujer que era como su hermana muerta y, ahora, tenía que
cuidar de Heiki durante unos días... unos días que serían interminables...
hasta que las trabajadoras sociales vinieran a llevarselo... ya que... Sakura
no tenía más familia en este mundo... así que llevarían al pobre niño a un
orfanato...

Heiji negó con la cabeza, y sujetando
al pequeño con un brazo, metió la mano en los bolsillos de los pantalones...
rebuscando sus llaves...

Pero no hizo falta ni que la sacará
por que Kazuha abrió la puerta de golpe, se quedó mirando a ambos y comenzó a
llorar silenciosamente otra vez...

KAZUHA:
¿Cómo estáis? - dijó entre sollozos.

HEIJI:
Estamos bien mi vida – le acaricia la cara secándole las lágrimas – todo lo
bien que se puede estar después de... eso... - dijo tristemente.

KAZUHA:
¿Donde encontrasteis al niño? - dijo cerrando los ojos con alivio al sentir sus
caricias.

HEIJI:
Abrazado al cuerpo sin vida de su madre – cerró los ojos y tragó audiblemente –
nos costo mucho trabajo poder separarlo...

KAZUHA:
Pobre criatura... es tan horrible lo que le ha pasado... a ambos...

HEIJI:
Lo es... nunca pensé ver así a Sakura... me mató verla así y ese bastardo cobarde que se tiro desde lo alto del
edificio... - negó con la cabeza – pobre Sakura y ahora pobre Heiki... que esta
solo en el mundo... con tan solo 3 años...

KAZUHA:
Sí... es una pena...

Heiji sin pronunciar una palabra
más, se fue hacia el salón, y con cuidado de no despertar al niño, se sentó en
una butaca, soltando un laaargoo suspiro de alivio.

KAZUHA:
Heiji – se arrodilló delante de él – ¿por cuanto tiempo se va a quedar el niño
en nuestra casa?

HEIJI:
Solamente unos días... - tocó el pelo de su ahijado – hasta que se acostumbre a
la idea... y las trabajadoras sociales vengan a por él... y se lo lleven – dijo
resignado sin apartar la mirada del niño.

KAZUHA:
Por mi se puede quedar todo el tiempo que quieras... ya lo sabes...

HEIJI:
Lo sé...

El niño de golpe abrió los ojos,
miró hacia todos lados... miró fijamente a Heiji y sus ojos comenzaron a
nublarse de lágrimas.

HEIKI:
Ma-má... ¿don-de esta ma-má?

HEIJI:
Shhh Heiki, tranquilo – lo abraza fuertemente contra su pecho – todo esta bien
ya, todo a acabado.

HEIKI:
¡Quie-ro a mi ma-má! – lloriqueó abrazándote más fuerte a Heiji – ma-maaaaá

HEIJI:
Tranquilo... - lo meció de atrás hacia delante.

El infante comenzó a llorar
desconsoladamente, y Kazuha, sin poder evitarlo, comenzó a llorar con el
niño...

Las vidas de todos... ya nunca
volverían a ser como eran...

CONTINUARÁ...