Vistas de página en total

martes, 27 de marzo de 2012

CAPÍTULO 35: LA VERDAD... HEIKI TIENE QUE IRSE


Kazuha
no podía dar crédito a lo que sus oídos habían escuchado en ese momento...
¿Este era el padre de Heiki? ¿Pero como? Si supuestamente el padre se había
suicidado después de matar a Sakura... y ahora aparece este individuo diciendo
que era el progenitor del pequeño.

KAZUHA:
¿Qué quiere usted con mi hijo?

HOMBRE:
¿Su hijo? Perdone señora, pero ese niño no es suyo, es mio.

KAZUHA:
Heiki es mi hijo, desde hace varios meses lo ha sido.

HOMBRE:
Heiki es mi hijo, yo soy su padre biológico.

KAZUHA:
No me lo creo, ¿que quiere de mi hijo?

HOMBRE:
Sigo diciendo que no es su hijo... pero bueno – mostró una sonrisa torcida que
hizo que a Kazuha se le erizaran los pelos del cogote.

KAZUHA:
¿Qué quiere?

HOMBRE:
¡Llevarme a mi hijo conmigo!

KAZUHA:
Heiki no va a salir de aquí por nada de este mundo.

HOMBRE:
Señora... es mi hijo, y quiero llevármelo conmigo en este momento ¡y lo haré
por las buenas o por las malas!

KAZUHA:
No se atreva a dar un paso dentro de mi casa o se arrepentirá, he dicho que
Heiki no sale de aquí y punto -se puso en posición de ataque, lista para luchar
a muerte por Heiki... su hijo...

HOMBRE:
No quiero luchar señora – el hombre rebuscó en el bolsillo de su desgastado
abrigo y le entregó un pedazo de papel a Kazuha – cójalo, y vera como esto
demuestra que es mi hijo.

Kazuha tendió la mano y cogió el
pedazo de papel con precaución, mirándolo con detenimiento: era una foto, una
foto rota y sucia, donde se veía a un muchacho atlético, muy guapo al lado de
una rubia despampanante, ambos sonreían ampliamente...

KAZUHA:
Esto no prueba nada.

HOMBRE:
Fíjese bien quien es la chica rubia.

Kazuha
miró la foto con más detenimiento aún y al fin pudo apreciar de quien se
trataba.
KAZUHA:
Esta es... ¿Sakura?

HOMBRE:
Exacto... y ese hombre que esta ahí con ella... soy yo...

KAZUHA:
¿Usted? - miró de la foto hacia él, y no le encontró ningún parecido – siento
decirle, pero dudo que este muchacho sea usted.

HOMBRE:
Señora... - dijo con parsimonia – de esa foto hace más de 18 años, ambos,
Sakura y yo hemos cambiado muchísimo en esos años.

KAZUHA:
No entiendo nada...

HOMBRE:
Déjeme que le explique... Señora – volvió a sonreír – Sakura y yo nos conocimos
de adolescentes, en esa foto no deberíamos tener más de 15 años... ella era
preciosa, parecía un ángel y ese ángel se fijo en mi... estuvimos de novios un
tiempo, dos años aproximadamente – respiró profundo y rechinó los dientes –
pero me tuve que ir a estudiar fuera, y ella rompió conmigo... - apretó las
manos en puños y lo siguiente lo dijo furioso – y... esa... cuando volví... ya
estaba con otro, al poco se fugo con él.

KAZUHA:
Eso no explica por que dice que mi Heiki es su hijo – interrumpió.

HOMBRE:
No he acabado señora... - la miró mal – Sakura y yo nos encontramos unos años
más tarde, nos gustamos... tuvimos un romance... y de ahí fue engendrado
Heiki... ella volvió con su pareja y yo desaparecí de su vida.

KAZUHA:
¿Cómo sabe que Heiki es su hijo?

HOMBRE:
Vi la historia en la televisión, salió el pequeño llorando pidiendo a gritos
que su madre volviera... me dio mucha pena... y cuando vi que se trataba de
Sakura, averigüe donde se encontraba el pequeño, para que este con su padre
biológico, con su sangre.

KAZUHA:
No le creo – comenzó a cerrar la puerta.

HOMBRE:
Kazuha Toyama, no me va a negar a mi hijo – metió un pie en la puerta,
impidiendo que ella cerrará – dame a mi hijo.

Kazuha en ese entonces sintió mucho
miedo... y no pudo hacer otra cosa que gritar a pleno pulmón.

***

Heiji escuchó el grito de su mujer
desde muy lejos... ella no era normal que gritará así, solamente cuando algo
muy grave pasaba... así que salió corriendo con todas sus fuerzas hacia la
puerta principal, de donde había venido el chillido.

Llegó a la puerta, y la vio
forcejeando con un alguien, intentando cerrarla puerta con todas sus fuerzas,
al otro lado, había un hombre, con medio cuerpo dentro de la casa, empujando
para entrar.
HEIJI:
¿Qué pasa aquí?

KAZUHA:
Heiji ayudame, echa a este individuo, que se vaya.

HOMBRE:
Mujer dejame entrar.

HEIJI:
Tú – Heiji sacó un arma de detrás del pantalón – vete de mi casa.

HOMBRE:
No puedes dispararme - el tipo dejo de
forcejear y se paro en seco, Kazuha también se detuvó y miró con miedo de su
marido al tipo raro.

HEIJI:
¿Qué quieres?

HOMBRE:
Soy Eisuke... ¡el padre de Heiki!

Heiji
bajo el arma lentamente, mientras miraba al hombre.

HEIJI:
¿Eisuke-kun?

EISUKE:
Sí hermano, soy yo – levantó las manos en señal de rendición – vengo a por mi
hijo.

CONTINUARÁ...

domingo, 11 de marzo de 2012

CAPÍTULO 34: APARICIÓN INESPERADA


Habían pasado muchos meses desde que Heiki
habían llegado a la casa, y ya, todos los habitantes de la misma, lo querían
como si fuera uno más de la familia.
Entre todos habían apoyado al pequeño niño a
que superará la dificil muerte de su madre... y gracias al amor y cuidados que
había obtenido de sus padres y hermana adoptivos, había superado esa difícil
perdida. Ahora se comportaba como un niño normal, alegre, risueño y un poco
trasto.
Cada noche, antes de irse a dormir, Kazuha y él
se arrodillaban al pie de su cama -la cama de él- , juntaban sus manitas,
cerraban los ojos y pedían en silencio por el alma de su madre, y le pedían a
Dios que les mantuvieran a salvo...
Pero lo que Kazuha no sabía y que Heiki le
tenía oculto, es que él nunca le rezaba a Dios... el pequeño siempre le rezaba
a su madre, siempre le decía lo mucho que la extrañaba, que la necesitaba, que
la quería, que nunca la olvidaba, que siempre la veía sonriendo en todos lados... que siempre
la llevaba en su corazón y en sus pensamientos... Y eso le hacía sentir muy
bien, más cerca de su madre...
Siempre echaba de menos a su madre... pero hoy
más en especial... ¿que porqué? Por que era su cumpleaños, cumplía los cuatro
años... y no podía celebrarlo con ella...
KAZUHA: ¡¡Heiki!! - su nueva mamá lo llamó
fuertemente - ¿puedes venir un momento?
HEIJI: ¡¡No tardes muchoooo!! - gritó a su vez.
KIZU: ¡¡Vengaaa Heiki!!
Heiki no perdió un minuto más... dejó de pensar
en esas cosas que le ponían tan triste y se bajó lenta y cautelosamente del
sillón donde había estado sentado todo ese tiempo, mirando por la ventana y
pensando en sus cosas...
Caminó con paso vacilante por toda la casa,
encaminándose muy lentamente hasta sus nuevos papás y su nueva hermanita. Se
aferró al quicio de la puerta para evitar caerse al suelo y, miró hacia dentro
de la habitación de donde habían provenido las voces.
TODOS A LA VEZ: ¡¡Sorpresaaaaaa!!
Los ojos de Heiki se abrieron de par en par y
su boca se desencajo un poco... ¿que significaba esto?
KAZUHA: ¡Heiki ven aquí! - se adelantó un poco
y lo cogió en brazos.
HEIKI: ¿Qué pasa aquí?
KAZUHA: Hoy es tu cumpleaños, así que esta es
una fiesta sorpresa - lo abrazó y sonrió ampliamente.
HEIKI: ¿Fiesta? - dijo con un brillo de ilusión
en su mirada - ¿para mi?
KAZUHA: ¿Para quien más iba a ser? -sonrió más
y lo llevó hacia donde se encontraban todos - ¡Feliz Cumpleaños Heiki!
KIZU: ¡Feliz cumpleaños oni-chan!
HEIJI: ¡Feliz cumpleaños hijo mio!
Heiji avanzó hacia su esposa y su hijo, por que
ya consideraba al pequeño niño como suyo propio y los abrazó muy fuerte a
ambos. Kizu no se quedó atrás y también se acercó y se abrazó a las piernas de
su madre… permanecieron así, juntos, abrazados, por tantos minutos que se
volvieron incontables…
El timbre de la puerta, el inoportuno timbre
obligó a la pareja y a los dos pequeños a separarse e ir a ver quien había sido
quien había llamado,
RAN: Hola –sonrió y mostró un paquete envuelto
en papel de regalo - hemos venido a ver
al cumpleañero.
Shinichi y Conan aparecieron destrás de ella,
llevando consigo otro paquete envuelto cada uno.
SHINICHI: Sentimos el retraso, pero Ran tenía
que terminar de maquillarse.
RAN: Shin… ¬¬
SHINICHI: Meee callooooó – rió entre dientes
mientras pasaba dentro de la casa.
RAN: Mejor será
- lo miró con los ojos entre cerrados, pero una sonrisa en los labios y
también entraba en la casa después de su marido.
CONAN. Hola tía Kazu – entró después de todos y
se fue detrás de sus padres.
KAZUHA: Hola Conan – sonrió y cerró la puerta.
Kazuha comenzó a caminar hacía el salón, donde
todos ya habían comenzado a darle los regalos a Heiki, o por lo menos eso
había deducido por los gritos del
pequeño y los aplausos de todos…
Pero, no se le permitió dar ni dos pasos… por
que de pronto escuchó otro golpe en la puerta… Su corazón comenzó a latir con
fuerza y un extraño tembló le recorrió la columna vertebral, anunciandole que
nada bueno podía esperarle si habría la puerta… pero, sin embargo, sus pies se
movieron solos y se dirigieron hacía la puerta. Su mano cogió el pomo y lo
giró, y con un movimiento de su brazo abrió la puerta de par en par…
Un hombre muy extraño estaba al otro lado,
vestido totalmente de negro, gafas de sol envolventes y una gorra que le tapaba
practicamente toda la cara.
KAZUHA: ¿Qué quiere usted? – dijo con la voz
gangosa, preparada para actuar si ese hombre pretendía atacarla o intentaba
entrar en la casa…
HOMBRE: Hola bella señorita… - una sonrisa se
levantó en la comisura de la boca de aquél hombre… lo que hizo que a Kazuha le
recorriera otro escalofrio, pero esta vez por todo el cuerpo.
KAZUHA: ¿Quién es usted y que quiere en mi
casa? – su alarma aumentó cuando vio que ese tipo aumentaba su sonrisa.
HOMBRE: ¿Aquí vive Heiki?
KAZUHA: ¿Cómo conoce usted a mi hijo? – dijo alarmada,
y más nerviosa que nunca.
HOMBRE: Sencillo… - el hombre sacó las manos
del bolsillo del gran abrigo que llevaba puesto y por primera vez se quitó la
gorra… dejando ver una cara pálida… tan blanca como la nieve y una gran
cicatriz en la mejilla derecha – conozco a ese pequeño por que yo soy su padre…
CONTINUARÁ…