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viernes, 27 de julio de 2012

CAPÍTULO 39: UNA FAMILIA FELIZ, COMO SIEMPRE PUDO HABER SIDO






            Pasado un día, Syaoran volvío a casa de los Hattori acompañado como no con el pequeño Heki.



            Kazuha estuvó todo el día mirando por la ventana del salón hacía el jardín, esperando ver aparecer por la puerta de entrada a Syaoran con Heiki, y la espera dio sus frutos cuando, hacía las cuatro de la tarde, el hombre apareció con el pequeño niño.



            Kazuha no perdió tiempo ninguno, corrió hacia la puerta y la abrió del par en par, tan rápidamente que chocó contra la pared.



KAZUHA: ¡Mi niño! - gritó la madre entre lágrimas de felicidad por poder ver después de tanto tiempo a su querido hijo, extendiendo los brazos hacia los lados, preparandose para abrazarle.            



HEIKI: Ma...má!! - dijo el pequeño niño, soltando la mano de su padre y corriendo hacia los brazos protectores de su madre, aferrándose a ella, impidiendo que se vuelva a ir y se separé de ella.



            Heiji apareció detrás de ella, arrodillandose junto a su esposa, abrazandola a ella y a su hijo, por que para él, Heiki ya era su hijo... aunque no llevará su misma sangre.



            Syaoran se colocó al lado de su hijo, lo miró con ternura y le acarició el pelo un poco.



SYAORAN: Vengo para hablar con vosotros sobre mi hijo.



KAZUHA: Pasa hacia dentro – Kazuha se levantó como pudo cargando a cuestas a Heiki y entró junto con Heiji hacia el salón.



            Syaoran siguió obedientemente a Kazuha hacia el salón. Kazuha se sentó en el sofá, colocando en su regazo a Heiki y al lado de ella se sentó Heiji, rodeandole el brazo con los hombros.



KAZUHA: ¿Qué querías decirme sobre Heiki?



HEIJI: Eso mismo, que querias decirnos.



SYAORAN: Vengo a dejaros de nuevo a Heiki a vuestro cuidado...



HAZUKA Y HEIJI: ¿Qué?



SYAORAN: Lo que habeis escuchado, quiero que os volvais a hacer cargo de mi hijo.



KAZUHA: ¿Porqué?



SYAORAN: Conmigo no es feliz, no hace nada más que llorar, preguntar por su papá... por su mamá Kazuha, por su hermanita Kizu...



KAZUHA: ¿Y tu ya no quieres estar con él?



SYAORAN: Sí, pero conmigo no es feliz, conmigo solamente sufre ya que no os puede olvidar a ninguno...



HEIJI: Nosotros nos haremos cargo de Heiki encantados, lo queremos como si fuera nuestro hijo.



SYAORAN: Eso si, como su padre biológico quiero verle... a menudo... ¿está bien?



KAZUHA: Claro que si, es tu hijo, puedes verlo cuando quieras.



            Syaoran sin decir una palabra más, se levantó del sillón y metiendo las manos en su abrigo se dirigió hacía la puerta y se fue...



***

            Pasaron varios días desde este suceso, unos días en los que la familia Hattori fue inmensamente felices, conviviendo con todos.



            Ese día habían celebrado una gran fiesta donde estaban todos: Ran, Shinichi y el pequeño Conan y por supuesto, todos los Hatorri.



            Había de todo tipo de mangares, y bebidas, también había música clásica sonando en un volumen bajo y también el murmullo de conversaciones.



RAN: Al fin todo esta ya bien -sonrió, mientras bebía de su copa de champán.



SHINICHI: Es verdad al fin sois una familia completa, con vuestros hijos.



KAZUHA: Sí -sonrió feliz, más feliz que nunca habñia sido, sintiendose tan diochosa por poder estar con todas las personas que quiere reunidas en su hogar.



HEIJI: Ahora mismo no podía ser más feliz – bebió también de su copa – tengo todo lo que quiero.



RAN: Es una pena que nuestros padres no hayan podido venir, pero el trabajo les tiene tan ocupados... - negó con la cabeza, pero sonrió un poco- pero están muy felices por nosotros.



HEIJI: Por supuesto que si Ran – levantó su copa – hagamos un brindis, por que nuestra felicidad perduré para siempre.



TODOS: ¡Que asi sea! ¡Salud! - todos bebieron a la vez.



RAN: Yo quiero brindar por algo más – se acarició el vientre mientras sonreía y subía su copa – por que mi embarazo vaya bien, mi bebé sea muy feliz y nazca sano-



TODOS: Que así sea!!– volvieron a brindar.



            En la mesa, los niños comían muy rápidamente, estaban haciendo una competición para ver quien comía más y, como no, la que ganó no fue otra que Kizu.



KIZU: Ya sabiamos el resultado – se echó hacía atrás en la silla tocándose la barriga satisfecha.



CONAN: Eres una traglona.



KIZU: Gracias, gracias jiji pero he ganado – rió.



CONAN: Pero eso no te quita lo tragona.



KIZU: Baka.



CONAN: Tú, y mil veces tú.



KIZU: Ya, ya envidioso jiji.



CONAN: Te odio.



KIZU: Se que es mentira, me quieres mucho.



CONAN: Por desgracia.



KIZU: Pero lo haces jiji.



RAN Y KAZUHA: Niños venid aquí, que nos vamos a tomar una foto, corred.



            Los niños, obedientes fueron hacia donde estaban sus padres. Heiji cogió en brazos a su niña y Shinichi hizo lo mismo con el pequeño Conan. Kazuha abrazó amorosamente a su Heiki y Ran se sujetaba el vientre sonriendo hacía la cámara.



HEIJI: Venga que la foto va a salir ya, sonreid y decir...



TODOS: PATATAAA!!!!!!!



            Y así, después de haber pasado inumerables dificultades, todos ellos, amandose con todas sus fuerzas, formaron una familia feliz, como siempre debía haber sido, y como siempre será.



FIN ;(

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