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viernes, 24 de junio de 2011

CAPÍTULO 9: UNA GRAN FAMILIA... ¿FELIZ?



Heiji estaba profundamente dormido, soñando las cosas más agradables que alguien puede soñar, cuando de pronto sintió que se quedaba sin aire.

Algo presionaba su cara y no lo dejaba respirar. Al principio pensaba que eso formaba parte de su sueño, que de repente, había pasado de un sueño precioso a una pesadilla.

Los pulmones empezaron a quemarle por falta de oxigeno y empezó a despertarse. Abrió los ojos para encontrarse nada más que oscuridad y sentir como algo, no alguien le tapaba la cara con algo... ¿una almohada?

Se sentó en la cama de pronto cogiendo una gran bocanada de aire y tosiendo al mismo tiempo, había estado a punto de asfixiarse. Con la vista nublada, miró a su alrededor, solamente para encontrarse con al esplendida sonrisa de una niña pequeña, a la cual iba a matar en unos instantes.

KIZU: ¡Ohayo, pollo-kun! - se sentó en la cama y apartó la almohada a un lado.

HEIJI: Tú – dijo con voz entrecortada, aún respirando agitadamente – no eres más que una psicópata , ¡has intentado matarme!

KIZU: Yo, que va – puso morritos – solo he echo lo que oka-san me ha mandado, me dijo que te despertará para que bajarás a desayunar y eso es lo que he echo.

HEIJI: Y no podías no sé, ¡despertarme de otra manera más normal!

KIZU: Entonces no tiene chiste – se cruzó de brazos – iba a traer la pistola de agua y rociarte, pero después oka-san me regañará por mojar las sabanas, así que he pensado que esta manera es más limpia y ahora veo que es más eficaz.

HEIJI: Te vas a arrepentir de esto – la cogió de los hombros y la tumbó en la cama – no volverás a despertarme así nunca más – comenzó a hacerle cosquillas.

Kizu se retorció entre los brazos de Hattori, intentando librarse de él, pero él era más fuerte y no lo consiguió. El ataque de cosquillas duró por unos cinco minutos, dejando a Kizu toda colorada y con un ataque agudo de risa.

HEIJI: ¿Vas a volver a intentar asesinarme? - preguntó haciéndole cosquillas en los pies desnudos.

KIZU: Sí – dijo entre risas histéricas – te mataré por esto, te arrepentirás.
HEIJI: No es eso lo que quería oír – continúo haciéndole cosquillas a una velocidad impresionante – te volveré a preguntar, ¿me volverás a intentar asesinar?

KIZU: Está bien, no te intentaré asesinar más, me rindo.

Heiji paró el ataque, y soltó a Kizu, pero no antes de abrazar a su pequeña niña psicópata y poder deleitarse de la sensación de su pequeño cuerpo contra el de él.

KIZU: Suéltame ya – consiguió zafarse de él y se bajó de la cama, todo en una fracción de segundo, como haciendo la escena a cámara rápida – no te mataré, pero si te mutilaré hasta que quedes irreconocible, me pagarás esta humillación, te lo aseguró.

HEIJI: Con que esas tenemos, ven aquí...

Intentó volver a cogerla, pero Kizu fue más rápida y salió por la puerta del cuarto de Hattori gritando como una posesa.

***

En el piso de abajo, Kazuha estaba colocando sobre la mesa todo lo necesario para poder desayunar. Ran y Shinichi se encontraban junto a ella charlando animadamente y Conan esperaba con ansia que Kizu bajará para poder hablar con ella.

KAZUHA: ¿Queréis un café? - preguntó a la pareja con la cafetera en la mano.

RAN Y SHINICHI: Sí, por favor – dijeron al unisono, rieron y se miraron con tanto amor que ha Kazuha le dio envidia.

Kazuha sirvió el café caliente en sus respectivas tazas mientras pensaba en lo que ella se había perdido. Ella podía haber sido igual de feliz con Heiji y su hija, haber formado una familia con ellos, y mirarse así de amorosamente como Ran y Kudo se miraban en ese momento, cogiéndose de la mano por debajo de la mesa y demostrándose todo ese amor.

RAN: Y bueno Kazu ¿Cómo ha sido el primer día conviviendo con Hattori?

KAZUHA: Bueno ha sido... - pensó – no encuentro la palabra correcta para describirlo.

RAN: ¿Tan mal ha ido?

KAZUHA: Bien no ha ido la verdad – se encogió de hombros.
En ese momento, oyeron los gritos histéricos de Kizu, mientras bajaba las escaleras aún descalza y en pijama.

KIZU: Ese maldito pollo, me las pagará, lo cogeré y le sacaré los ojos... – refunfuñó mientras iba al comedor donde estaban todos.

Kazuha puso los ojos en blanco, y continuo sirviendo el desayuno.

¿?: Kizu...

La niña se dio la vuelta para ver a Conan que la esperaba con una sonrisa radiante en la boca.

KIZU: Conan, ¡no veas cuantas ganas tenía de verte! – fue corriendo hasta él.

Conan pensaba que Kizu lo abrazaría, pues iba corriendo hacia él con los brazos extendidos y con una sonrisa en la cara, pero sin embargo, se quedó de piedra cuando la niña llegó a su lado y le estiró de la oreja.

KIZU: Eres un cobarde, ayer me abandonaste en el campo de batalla – le gritó en el oído con todas sus fuerzas – me dejaste en manos del enemigo y huiste con el rabo entre las piernas.

CONAN: Kizu, me haces daño – se quejó – suéltame, que duele.

KIZU: Ahora te aguantas, no sabes lo que me hizo ese pervertido – ladró enfadada – quiso violarme, sino llega mi oka-sama lo logra y todo por que el que creía que era mi mi compañero me abandona, traidor.

CONAN: Kizu, onegai, dejame que duele.

KIZU: No te suelto, baka, traidor...

CONAN: Gomen, gomen – se disculpó – haré lo que sea para resarcirte.

KIZU: Eso me gusta más – soltó a Conan y se frotó las manos – me ayudarás a vengarme de ese pollo, verás haremos esto...

***
Cuando Heiji bajo al comedor, todos los comensales ya habían comenzado a desayunar sin esperarlo, eso lo cabreo un poco. Estaba en su casa y eso ha nadie le importaba, lo trataban como si fuera un extraño y eso lo molestaba.

Entró en el comedor y miró a la cara a cada uno de los ocupantes de la mesa: Ran y Shinichi y su pequeño Conan, Kizu y Kazuha... al ver a Kazu todo el enfado se evaporó y fue cambiado por un calor que le recorrió todo el cuerpo.
Kazu le había echo caso, su pelo que siempre estaba recogido en su habitual coleta, ahora lo llevaba suelto y brillante, llegándole aproximadamente por media espalda y enmarcando su preciosa cara y sus ojos claros estaban brillantes, estaba encantadora.

El corazón de Heiji latía con fuerza en su pecho y su respiración volvió a cortarse, quedando en sus pulmones presa.

KAZUHA: Buenos días Heiji – jugueteó con la servilleta y miró hacia sus manos.

HEIJI: Buenos días Kazu – dijo con voz ronca, mirándola de los pies a la cabeza – estás bellísima.

Sus miradas se encontraron en ese momento y vio como sus mejillas se teñían de rojo, francamente encantadora.

KAZUHA: Gracias – apartó la cabeza aún lado – siéntate y desayuna, se te va a enfriar.

Heiji se sentó al lado de Conan, ya que era la única silla que quedaba libre, pero en este momento no le importó, por que estaba posicionado justo enfrente de su adorada Kazuha, así que tenía una vista esplendida de toda ella.

KIZU: Oka-san, hoy te veo rara.

KAZUHA: Ehhh, ¿por qué dices eso Kizu-chan?

KIZU: Llevas el pelo suelto y nunca te lo dejas así, además – inquirió – vas maquillada y tú NUNCA te maquillas.

RAN: Kizu, es solamente por que tu mamá quería estar guapa.

KIZU: ¿Para quién tía Ran?

RAN: Etto... Etto...

KAZUHA: No tengo que arreglarme para nadie en especial Kizu.

KIZU: Pero...

KAZUHA: Vamos pequeña, desayuna, que ya es tarde y tengo que llevarte con la canguro.

KIZU: Está bien – dijo con resignación y se metió una tostada entera en la boca.

Todos comieron con ganas el desayuno, que estaba delicioso como todo lo que cocinaba Kazuha.

Al acabar, todos se pusieron a charlar mientras se tomaban un café, antes de ir hacia la comisaria.

SHINICHI: Oye Kazu, si quieres me llevó a los niños al cine y así los entretengo mientras trabajáis, que hoy tengo el día libre.

HEIJI Y KAZUHA: ¡No! - se levantaron de la silla.

SHINICHI: Pero ¿porqué?

KIZU: Eso ¿porqué?

KAZUHA Y HEIJI: No volverás a cuidar de la niña ¡JAMÁS! - echaron fuego por los ojos.

KIZU: Oka-san, no seas mala – puso ojitos de cordero degollado – si vamos a ir haber bambi...

KAZUHA Y HEIJI: O.O... - pusieron los ojos en blanco a la vez – y de verdad piensas que nos creeremos eso...

KIZU: Sí me gusta bambi – se puso de pie en la silla – es tan kawaiiii...

SHINICHI: No veremos bambi, pero si hay una película de detectives que está muy bien y seguro que les gustará...

RAN, KAZUHA Y HEIJI: ¡NO LLEVARÁS A LOS NIÑOS HABER PELÍCULAS DE ESE TIPO!

CONAN Y KIZU: ¡Jooooooooooooooooooooooooooo!

SHINICHI: Pero ellos deben de saber como es el mundo real...

RAN, KAZUHA Y HEIJI: ¡TIENEN SEIS AÑOS!

Ran fue hasta su marido y se puso en posición de ataque.

CONAN: Oka-san das miedo.

RAN: ¡Cómo me vuelva a enterar que llevas a los niños haber películas para mayores de 18 años! Esto – dio un puñetazo en la pared he hizo un hueco en el yeso – te lo haré a ti en la cara, ¿entendido querido?

SHINICHI: O.O, si señora – se puso firme.

Todos comenzaron a discutir gritando como locos, formando un gran alboroto y rompiendo varias cosas.

Sin duda con una familia como esta, nunca te aburrirías...

CONTINUARÁ...

sábado, 18 de junio de 2011

CAPITULO 8: AMOR... NO SABEÍS COMO OS QUIERO



Heiji entró en la habitación de su hija intentando no hacer ningún ruido. Caminando furtivamente de puntillas hacia su hijita en la total oscuridad, no se detuvo hasta que estuvo al lado de su cama.

Se acuclilló a su lado y comenzó ha acariciar el oscuro pelo de la niña.

HEIJI: Mi pequeña Kizu, tan energética y valiente, siempre defendiendo a tu madre – dijo en un susurro casi imperceptible.

Continuo acariciando su pelo, apartándole mechones de la cara y colocándolos detrás de su cabeza, sobre la almohada, donde su pelo formaba un abanico oscuro, el mismo color que el de Kazuha.

Después recorrió con un dedo la suave mejilla de su hija, teniendo cuidado de no importunarla y despertarla con sus muestras de afecto.

Se quedó allí un buen rato, admirando la preciosa niña que había tenido con Kazuha y lamentándose por no haber podido estar con ella en los momentos más importantes de su vida: sus primeras palabras, sus primeros pasos, haberla llevado el primer día al colegio, haberla ayudado con los deberes, enseñarle a montar en bicicleta... y así podía seguir enumerando hasta que le diera la madrugada.

Se dispuso a irse ya, no debería tan siquiera haber entrado, pero no había podido resistir la tentación de poder ver a la pequeña niña dormida. Parecía un ángel con los ojitos cerrados y las manos juntas debajo de la cabeza. Pero si se despertaba y lo veía a él allí, ese ángel se transformaría en un demonio que, a pesar de que solamente era una niña, había que reconocer que daba miedo.

Cuando había dado dos pasos hacia la puerta, como antes, intentando no hacer ruido, fue cuando se lió la gorda: tropezó con una pelotita pequeña que estaba tirada en el suelo, escurriéndose y dándole a una caja de juguetes que había al lado, esparciéndolos por todos lados y haciendo un gran alboroto.

Kizu se removió en la cama, abrió los ojos lentamente, encendió la luz que había en la mesita de noche que estaba situada a su lado y lo vio con expresión somnolienta.

Sus ojos se fueron ampliando con tal que pasaban los segundos y cuando vio lo que pasaba, fue cuando grito.

KIZU: Maldito bastardo, ¿qué haces en mi habitación?

HEIJI: Yo... – se movió nervioso por todos lados, cogiendo los juguetes del suelo y amontonándolos entre sus brazos, haciendo una montaña – sólo estaba andando por aquí...

KIZU: Mentiroso, has venido ha hacerme cosas raras... – se levantó de la cama, poniéndose de pie en el colchón y le enseñó los dientes a Heiji – pollo te has pasado, esto ya no te lo perdono.

Heiji tragó audiblemente. Kizu tal como se encontraba ahora, con el pelo alborotado y enseñando los dientes en una mueca furiosa, parecía un león apuntó de abalanzarse sobre su presa y desgraciadamente, la presa era él.

HEIJI: Espera Kizu, onegai, dejame que te explique.

KIZU: No quiero tus explicaciones pollo – comenzó a andar con pasos lentos hacia él – reza lo que sepas, por que de esto no te salva nadie – rió maquiavélicamente.

Cada paso que Kizu se acercaba, Heiji reculaba otro y estuvo retrocediendo hasta que se chocó contra la pared.

Kizu aprovechó ese momento para terminar de acercarse a su presa, acorralándola en la pared, esta vez Hattori se arrepentiría de haber entrado en su habitación y no pararía de darle golpes hasta que se rindiera.

Pero, cuando estaba a punto de abalanzarse encima de Heiji, la puerta de su habitación se abrió de golpe y Kazuha entró.

KAZUHA: ¿Qué ocurre aquí? – preguntó mirando de Heiji a su hija y viceversa.

HEIJI: Tú hija que es una psicópata – se escabulló de la pared y consiguió colocarse detrás de Kazuha utilizándola de escudo – ¡quiere matarme!

KIZU: No es verdad – se defendió la pequeña – solamente iba a despellejarlo, no es lo mismo.

KAZUHA: ¿Pero me vais explicar que ha pasado? – inquirió cruzándose de brazos.

KIZU: Esté salido que ha entrado a mi cuarto mientras dormía – le acusó, señalándole con el dedo – iba a violarme, seguro y después me mataría y no volverías a ver mi cuerpo jamás, oka-san.

HEIJI: Pero...

KIZU: Cállate, ibas a cometer infanticidio... si no llego a estar en guardia esté ecchi me mata oka-san.

HEIJI: O.O...

KAZUHA: Sí muy bien – fue hacia su hija y la cogió en brazos – ya hablaré ahora con Hattori, tú ahora a la cama y deja de pensar en esas cosas...

KIZU: Pero, es que tío Shinichi nos explico a Conan y a mí que estaba investigando un caso de ese tipo...

KAZUHA: Sí, de verdad, no te preocupes ya hablaré muy seriamente con Shinichi... - dijo, mientras pensaba en las innumerables formas de torturar a Shinichi.

KIZU: Pero...

KAZUHA: Ahora a dormir – la acostó en la cama – es muy tarde y los niños buenos ya deben estar soñando.

Kazuha arropó a la niña con la sábana, y comenzó a acariciarle la cabeza, mientras que la niña cerraba los ojos de gusto y prácticamente ronroneaba por las caricias de su madre.

KIZU: Oka-san cantame algo – le suplicó – así podré dormirme antes, después de este gran susto.

KAZUHA: Está bien.

La voz de Kazuha era tan melodiosa que hasta Hattori tuvo que cerrar los ojos para poder disfrutar mejor de la nana que le cantaba a la niña.

Heiji recordó los momentos de su niñez, que era ya tan lejanos, pero que a la vez se sentían tan cercanos en los que observaba a Kazuha mientras cantaba jugando con su pelota debajo de un cerezo.

La voz apenas le había cambiado a pesar de todos los años que habían transcurrido y Heiji se vio transportado a un mundo diferente, donde él hubiera podido ser muy feliz junto a Kazuha y su hija, donde podría haber disfrutado de la familia que el cruel destino le había negado y había tenido que transcurrir seis largos años para poder reencontrase con ella...

La canción de Kazuha se cortó de golpe, y Heiji pasó de los sueños más dulces que había tenido, a la trágica realidad en la que se encontraba.

KAZUHA: Buenas noches mi pequeña Kizu – le besó la frente a la niña – que sueñes con cosas preciosas – se levantó del colchón y se encaminó hasta Heiji – vámonos, ya se ha quedado profundamente dormida.

Ambos salieron de la habitación y cerraron las puertas detrás de ellos.

HEIJI: Quiero asegurarte que no le iba a hacer nada a nuestra hija, solamente entré para verla dormir, no pretendía...

KAZUHA: Lo sé perfectamente – le cortó – es todo culpa del maldito de Shinichi que le mete ideas raras en la cabeza, pero se arrepentirá.

HEIJI: Menos mal que no has creído nada raro.

KAZUHA: Te conozco desde siempre Heiji, y se perfectamente que no eres capaz de hacer nada malo... bueno nada de ese tipo de cosas de las que te acusaba Kizu.

HEIJI: Kazu, ¿Cuándo me dejarás explicarte las cosas? No paso nada, lo que viste fue un malentendido, no me...
KAZUHA: No quiero oír nada más Heiji – se tapó los oídos con ambas manos – el pasado, allí se queda, en el pasado, ahora solo me importa mi hija.

HEIJI: Kazu – no pudo aguantar más el impulso y abrazó a Kazuha con todas sus fuerzas, rodeándola firmemente con ambos brazos, pegándola tanto a él que la joven apenas podía respirar – Kazu, algún día me tendrás que escuchar y cuando lo hagas te arrepentirás del terrible error que cometiste al alejarte de mí.

KAHUZA: Heiji... – dijo con voz entrecortada.

HEIJI: Te he amado desde el primer momento que te vi – se apartó ligeramente de ella, lo suficiente como para poder mirarla a la cara, pero no tanto como para alejarse demasiado de ella – te he amado desde que eramos unos críos y hasta en este momento, a pesar de todo lo que nos ha ocurrido, te sigo queriendo.

El corazón de Kazuha no podía latir más rápido y su respiración parecía que no quería salir de su pecho. Esas palabras la habían conmocionado demasiado, despertando en ella sentimientos que creía olvidados y enterrados en lo mas profundo de su ser desde
hacia muchísimos años, pero con esas simples palabras habían vuelto a la vida con más fuerza que nunca.

HEIJI: Estás tan bonita con el pelo suelto – alargó la mano hacia el pelo de la chica y se enredo un mechón en un dedo – siempre lo llevas cogido en tu coleta, pero con el suelto estás muchísimo más bella – jugueteó con su pelo.

KAZUHA: Heiji, es mejor que me vaya, es tarde y mañana tengo que trabajar – tragó sonoramente para deshacer el nudo que se le había formado en la garganta.

HEIJI: Tienes razón, es mejor que nos vayamos a dormir ya – poso un dulce beso en la frente de la joven y apretándola un poco más en su abrazo se apartó de ella – nos vemos mañana temprano Kazu, descansa – se dio la vuelta y se fue hacia su dormitorio.

Kazuha se quedó helada, allí de pie durante muchísimo tiempo después de que Heiji se hubiera ido. Con el corazón aún latiéndole alocado dentro de su pecho y con un vacío en el alma que hacia muchos años que había desaparecido.

CONTINUARÁ...



sábado, 11 de junio de 2011

CAPÍTULO 7: CELOS… ¿PERO QUE DEMONIOS SE HA CREIDO ESTE TIO?



Heiji intentó ponerse de pie, pero la miel se le había pegado por todo el cuerpo y también en los zapatos, así que le llevó varios intentos permanecer de pie sin pegarse de morros contra el suelo.

HEIJI: Okita ¿qué estás haciendo en mi casa? – miró de Kazu a él con el ceño fruncido.

KAZUHA: Lo he invitado yo ¿pasa algo?

HEIJI: Yo soy el dueño de está casa, así que si traes a un invitado me lo tienes que decir con adelanto.

OKITA: Si molesto yo mejor me marcho…

KIZU: No, Okita-san no se va, aquí el único que sobra es este espécimen de pollo – señaló con un dedo hacia Heiji – así que largo pollo – se abrazó más fuerte a Okita y le sacó la lengua a Heiji.

HEIJI: Niña – su cara se puso roja – no les hables así a los adultos.

KAZUHA: Bueno, me perdonarás Heiji pero Kizu-chan tiene razón, pareces un pollo – se llevo la mano a la boca para esconder una risa – ¿me vais a decir que ha pasado?

HEIJI: No es de tu incumbencia Kazu…

KIZU: Esté que se dice llamar El Gran Detective del Oeste, pero es un farsante, ha perdido contra dos críos.

HEIJI: Mentirosa – enseñó el muñeco que aún sostenía en la mano – míralo aquí tengo el muñeco, lo he cogido yo antes, así que he ganado.

KIZU: Sí, eso es cierto – dijo de mala gana – pero no dirás que por poco, que entre Conan y yo te hemos dado una paliza – lo señaló de arriba abajo.

HEIJI: Eso han sido contratiempos…

KAZUHA (pensando): Dios, son iguales, dos gotas de agua, ninguno de los dos puede pasar un desafió…

Bueno Heiji ve a ducharte y quitarte todas esas plumas y miel o lo que sea – contuvo una risa – y a pensar en que te debería dar vergüenza seguirle el juego a un par de críos.

HEIJI: Pero, si es culpa del moustro de hija que tienes…

KIZU: Ven aquí pollo y me lo dices a la cara – se zafó de los brazos de Okita y fue hacía Hattori, pero Kazuha le agarró antes, impidiendo que siguiera – te vas a tragar esas palabras…

KAZUHA: Ya basta, no os da vergüenza, ¿Qué va a pensar Okita?

OKITA: Qué son los dos muy divertidos – no aguantó más las carcajadas y se echo a reír.

HEIJI: Oye no te rías de mi que estoy en mi casa…

KAZUHA: Vete, ya – despachó a Heiji antes de que metiera la pata – y tu Kizu-chan, también te ayudaré a bañarte, que estás hecha un asco.

KIZU: Pero si ya me bañé ayer – puso ojitos – no quiero bañarme también hoy.

KAZUHA: No seas cochina – le cogió la mano y tiró de ella hasta el baño – hay que lavarse todos los días…

KIZU: No oka-san, espera – berreó.

Heiji se dispuso a irse, pero antes miró a Okita con ojos asesinos.

HEIJI: Cuidadito con lo que haces Okita – entrecerró los ojos – te estaré vigilando.

OKITA: O.O

Heiji se dio la vuelta y se marchó.

***

Después de que Heiji se había quitado la mayor parte de plumas del cuerpo y pelo y la miel que también lo cubría, se fue hacia el salón, dispuesto que el maldito de Okita no le pusiera las manos encima ni a su mujer ni a su hija.

Kizu ya se encontraba ahí cuando llego, estaba sentada en el regazo de Okita y se recreaba entre sus brazos. Y cuando vio que Heiji entraba en la sala, se arrimó muchísimo más.

HEIJI (pensando): ¿Cómo se atreve este maldito Okita a ponerle las manos encima a mi hija…? – Entrecerró los ojos – tengo que hacer algo para que se largué.

Mientras tanto, Kazuha se encuentra en la cocina preparando la cena. Y los estómagos de Okita, Kizu y Heiji rugieron como leones salvajes.

KIZU: Oka-san, ¡Tengo hambre! – Protestó la niña – quiero cenar ¡ya!

KAZUHA (desde la cocina): Te esperas Kizu, la cena estará en cinco minutos.

KIZU: Pero yo tengo hambre ¡ahora!

KAZUHA: No seas caprichosa, espera (volvió a cocinar).

KIZU: Si hubieras empezado a preparar la cena hace cinco minutos ahora no tendría que esperar – refunfuñó, poniendo mala cara.

HEIJI: Tendrás que tener paciencia, solo son cinco minutos Kizu-chan – dijo Hattori, aún mirando de mala forma a Okita.

KIZU: Cállate pollo – le cortó – no te he dado permiso para que hables.

HEIJI: Oye, que te he dicho que no le hables así a tus mayores.

KIZU: Claro es que eres ya un viejo – se cruzó de brazos – ¿a qué si Okita-san?

OKITA: …

HEIJI: Okita cállate…

Desde la cocina Kazuha llamó a los tres.

KAZUHA: ¡A cenar!

Los tres salieron disparados hacia el comedor, por que estaban muertos de hambre. Cuando Heiji iba a sentarse en la mesa, Kizu apartó la silla y Heiji se dio de luces contra el suelo.

HEIJI: ¿Pero qué haces…? – dijo haciendo una mueca de dolor.

KIZU: Esta silla es para Oka-san y la del lado para mí, y la que esta al lado para Okita, así que búscate otro sitio…

HEIJI: Eres una niña malcriada que lo sepas…

KIZU: Para nada, mi Oka-san me ha criado muy bien…

KAZUHA: Dejad las tonterías y sentaros de una vez – se sentó en el sitio que le tenía guardado Kizu – venga empezad a cenar, antes de que se enfríe.

Todos los comensales se sentaron en sus respectivos sitios, quedando solamente Heiji sin lugar, así que no le quedo más remedio que ir al otro lado de la mesa y sentarse solo.

KIZU: Oka-san, todo tiene tan buena pinta – se relamió – ¡ITADAKIMASU!

KAZUHA: No comas rápido hija, que hay suficiente para todos.

Empezaron a comer todos con mucho ímpetu, y es que todo lo que había cocinado Kazuha estaba delicioso.

HEIJI: Kazu todo esta exquisito – se limpió la boca con la servilleta – ¡eres una gran cocinera!

KAZUHA: Gracias… – se ruborizó.

Heiji se quedó prendado de lo guapa que se había puesto Kazuha, los años apenas habían pasado por ella, se veía tan hermosa como cuando estaban en el instituto. Tan joven y llena de vitalidad, fuerte y valiente por haber sacado adelante ella sola a una niña siendo tan joven. Sin duda Kazuha era la muestra de una madre coraje…

KIZU: ¡ERES UN HENTAI! – le recriminó a Hattori – estabas mirándole los pechos a Oka-san.

HEIJI: ¡Pero que dice está niña! – se levantó escandalizado de la silla.

KIZU: Qué sepas que estas – se subió encima del regazo de su madre y le señaló los pechos – me amamantaron a mí cuando era un bebé, así que son solamente mías – las agarró.

KAZUHA: Pero Kizu ¿que haces?

OKITA: Jajajajajajajajajaja – rió desesperadamente, hasta faltándole el aire.

HEIJI: Niña, suéltale los pechos a tu madre – fue hasta ella e intento apartarla de Kazuha.

KIZU: ¡Que no! Que son mías nada más, solamente yo puedo verlas y tocarlas – se aferró al cuello de su madre – ¡suéltame ecchi! Te denunciaré por acoso sexual y te meterán preso, y allí los otros presos jugaran contigo a la pastilla de jabón…

KAZUHA, HEIJI Y OKITA: O.O…

HEIJI: ¿Quién diablos te ha enseñado esas cosas? – dijo muy enfadado, pero suponiendo perfectamente el culpable.

KIZU: Tío Shinichi nos llevo a ver a Conan y a mí a ver una película policíaca donde salía – dijo orgullosa – gracias a él me convertiré en la mejor detective que existe en la faz de la Tierra – dijo sacando pecho, orgullosa de si misma.

HEIJI Y KAZUHA (pensando): ¡MALDITO SHINICHI! Se arrepentirá de esto – echaron fuego por los ojos – llevar a unos niños a ver ese tipo de películas, ¡LO MATARÉ!

KAZUHA: La próxima vez que tío Shinichi te llevé a ver una película de ese tipo debes decírmelo… – el fuego en sus ojos se avivó e hizo tronar sus nudillos.

***

Después de cenar, Kazuha dejo atrás a Heiji y a Kizu y fue hasta la puerta a acompañar a Okita que ya se marchaba.

OKITA: Gracias por Todo Kazu, la cena ha esta riquísima y bueno divertida también – sonrió ampliamente – espero que se vuelva a repetir pronto.

KAZUHA: Claro que sí Okita – le devolvió la sonrisa – espero que nos veamos pronto.

OKITA: Yo también lo espero – le dio un abrazo a Kazuha, durante mucho rato – ya sabes lo que siento por ti Kazu, desde el instituto yo te he querido, y me gustaría mucho que me aceptarás.

KAZUHA: Okita yo… – se puso tan roja como un tomate – no se que decir…

OKITA: Piénsatelo ¿Ok? – dejó de abrazarla y le dio un beso en la mejilla – hasta pronto – se dio la vuelta y se fue.

Heiji y Kizu estaban asomados como un par de ladrones por la puerta del salón, apoyados en el quicio y lo habían visto todo. Pero mientras que Kizu esta feliz por que su oka-san puede salir con Okita que le encanta, a Heiji le hierve la sangre en las venas de los celos retorcidos que siente en las entrañas.

KAZUZA: ¿Qué hacéis hay espiando?

HEIJI: Nosotros ¿espiándote? – se hizo el ofendido – que va, estábamos mirando la buena madera que hicieron para este marco, ¿a qué si Kizu?

KIZU: ¡Oh sí Oka-san!, por una vez tengo que darle la razón a este – acarició la madera con las manos – si, si muy buena madera.

KAZUHA: Sí…. Mirando la madera – puso los ojos en blanco – Kizu deja de hacer tonterías y vete a tu cuarto, que es tarde y tienes que irte a dormir.

KIZU: Pero Oka-san…

KAZUHA: Sube hija, yo ahora te alcanzó – le empujó un poco para que comenzará a subir los escalones.

KIZU: ¡Está bien! – miró a Heiji de mala manera – cuidadito lo que haces, pollo.

HEIJI: Pero esta niña que se ha creído…

Pero antes de que pudiera recriminarle, Kizu ya estaba subiendo las escaleras a toda pastilla.

Heiji aprovechó que se encontraba a solas con Kazuha para poder a hablar con ella, pero fue ella la que habló en primer lugar.

KAZUHA: ¿Porqué haces esto Heiji?

HEIJI: ¿Hacer qué?

KAZUHA: Espiarme.

HEIJI: ¿Yo? Que va, ya te dije que estaba mirando la madera…

KAZUHA: Déjate de tonterías Heiji que esto es serio – respiró hondo para intentar tranquilizarme y volvió a mirar a Hattori – ¿porqué me espías? ¿Por qué tienes que estar siempre a mí alrededor metiéndote en mi vida?

Heiji al fin se puso serio, se acercó a Kazuha a grandes zancadas y no se detuvo hasta quedar a tan solo un centímetro de ella.

HEIJI: Sencillo, Kazu, sabes lo que siento por ti – le cogió ambas manos y las metió entre las suyas – sabes que te quiero y que quiero criar a nuestra hija junto a ti, darle mi apellido, recuperar todo este tiempo perdido…

KAZUHA: Yo no puedo, después de lo que me hiciste, no puedo – dijo en un hilo de voz.

HEIJI: Eso fue una confusión, no es lo que parece, si tan solo me dejaras explicarte…

Heiji no quería demostrarle a Kazu lo que sentía con palabras, sabía una forma mejor de hacerlo.

Acercó su cara a la de la muchacha poco a poco, sin darle oportunidad de que se apartará. Tan solo separaba sus bocas un centímetro…

¿?: Suéltala.

Ambos se apartaron el uno del otro de un brinco y miraron hacia arriba, al rellano de las escaleras.

HEIJI Y KAZUHA: ¡Kizu!

KIZU: Sabía que no te podía dejar sola Oka-san, este pervertido te estaba metiendo mano otra vez – bajo los escalones de dos en dos, a pesar de sus piernas tan cortas – ahora si te denunciaré con el tío Shinichi, te arrestará por ecchi…

HEIJI: Espera Kizu, no es lo que parece – comenzó a recular, esta niña cuando se enfadaba daba realmente miedo.

KIZU: No te intentes explicar hentai, te arrepentirás de haber intentado hacerle cosas feas a mi Oka-san…

KAZUHA: ¡Espera Kizu!, no…

Pero era tarde, Kizu escaló por la espalda de su padre como su fuera un mono y empezó a estirarle del pelo y a darle golpes con el puño en el hombro.

KIZU: Esto para que no vuelvas a tocar a mi Oka-san, pervertido, hentai, ecchi…

Kazuha suspiró resignada. Entre aguantar a Heiji y a Kizu a la vez, la pobre no iba a dar abasto.

CONTINUARÁ…

miércoles, 8 de junio de 2011

6-EL PELIGROSO JUEGO DEL ESCONDITE


Observar. Era todo lo que hacia. Solo observar. Y que feliz se sentía de hacerlo. Hacía un rato que Kazuha se había ido para recoger las últimas cosas que le quedaban en su piso. Los de la mudanza ya habían llegado y estaban colocando las cosas de las chicas en sus respectivos cuartos. La verdad es que habían pasado una gran polémica debido a la insistencia de la niña morena de dormir con su madre, pero finalmente accedió sabiendo que su cuarto estaba justo al lado del de ella. El no quería ayudar en la mudanza hasta que Kazuha volviera, quería hacerlo junto a ella y así poder pasar un tiempo con ella.
Mientras tanto se entretenía mirando la tierna imagen que tenia en el jardín.
Su hija estaba en el jardín jugando a la pelota con el hijo de los Kudo, Conan, ella reía a carcajada limpia, disfrutando del simple juego junto a su mejor amigo. Conan dijo que quería ir a la casa a conocerla y poder estar un rato con Kizu y la verdad el niño ayudaba mucho a la niña morena. Pocas veces Heiji la había visto reírse.
Conan-Ey ¡Hattori-san!-llamó el niño sonriente y algo sudoroso por la carrera con su amiga-¿Quieres jugar con nosotros?
Heiji sonrió encantado ¿poder jugar un rato con su hija? Estaría encantado. Pero no pudo evitar apreciar el ceño fruncido de Kizu y la mirada matadora que le lanzaba. Dándole a entender claramente que no quería que se uniera a ellos.
Kizu-Es mejor que no, Conan, los juegos son solo para los niños, los adultos no pintan nada en ellos-decía la niña con la voz envenenada
Conan-Pues mi padre siempre juega con nosotros cuando tiene un rato libre
Kizu-Tu padre es tu padre…
Conan-Venga, Kizu, deja que Hattori-san venga con nosotros seguro que los tres nos divertimos juntos-decía el niño guiñándole el ojo a su amiga, quien en seguida capto la indirecta
Kizu-Si…-sonrió maquiavélicamente al igual que su amigo-Tienes razón ¿Por qué no? Será divertido
Kizu sonrió de forma afirmativa, esa fue la señal para que al joven padre fue a unirse a los dos niños.
Heiji resistió el impulso de abrazar a su hija, por fin le estaba dando una oportunidad para poder pasar tiempo con ella. No era buena idea que ahora le diera esas muestras de cariño. Era mejor esperar a que se acostumbrara a todos los cambios que tenía que enfrentarse
Heiji-¿A que queréis jugar, niños?
Conan y Kizu se miraron entre ellos sonriendo cómplices, luego miraron al detective del oeste
Conan/Kizu-¡A policías y ladrones!
Heiji-Vaya, yo también jugaba a eso con Kazuha de pequeño, aunque una vez nos quedamos esposados con…-Heiji tuvo que guardar silencio al ver que la mirada de la morena que iba poniendo cada vez mas y mas diabólica. Esta vez, Conan decidió intervenir antes de que una avalancha de gritos cayera sobre el tranquilo barrio.
Conan-¡Hattori-san! ¡Tú serás el ladrón! ¡Y Kizu y yo los policías!
Heiji-¿Por qué yo el ladrón?
Conan-Porque eres un adulto, siendo policía y uno de nosotros los ladrones no te costaría nada atraparnos, además de esa forma tu compañero no se movería nada de nada, y así no es divertido
Heiji-Si, tienes razón
Conan-La situación es esta…
Kizu-¡Eres un peligroso ladrón de joyas que a su vez es miembro de una mafia que se dedica al contrabando de drogas, armas y a vender chicas además de usarlas en su propio beneficio! ¡Y nosotros somos los más grandes detectives de Japón! ¡¿Qué digo? ¡Del mundo entero! ¡El detective Kudo Conan! ¡!Y su compañera, la detective Toyama Kizu! ¡Del departamento de homicidios! ¡Y te hemos descubierto robando una joyería de gran importancia tras haber asesinado a su dueño y estamos en plena persecución en la gran ciudad!-decía rápido y con energía mientras unas llamas aparecían a su alrededor y en sus ojos, jadeó para recuperar el aire perdido mientras que Heiji y Conan la miraban con cara de haba
Conan-Lo que ha dicho ella…-dijo Conan sin atreverse a contradecirla
Heiji-Ya veo…-pensando-"Definitivamente no dejaré que vuelva a ir con Kudo por ahí"
Conan-Bien, las reglas son estas, la persecución tendrá lugar en la mansión y en el jardín, el que salga de ella quedará eliminado del juego que habrá que volver a empezar. En alguna de las salas o algún rincón del jardín hay un pequeño muñeco Teru-terubozu*, que sirve para que el ladrón se salve. La única forma de que el juego concluya sin haber encontrado al Teru-terubozu es que o el ladrón sea atrapado o los detectives desistan en la persecución
Kizu-Eso no ocurrirá ¡Ganaremos!-decía muy convencida
Heiji-Estoy de acuerdo pero ¿Cómo empezamos? ¿Me pongo a correr ya?
Conan-No, para hacer esto más emocionante, nosotros te daremos una ventaja de 15 segundos y luego iremos a por ti
Heiji-Esta bien
Conan-El juego empieza ¡Ya!
Heiji quedó un poco aturdido pero en seguida reaccionó y se fue corriendo a esconderse y a tratar de encontrar el Teru-terubozu mientras que los niños quedaron atrás con una sonrisa en su rostro
Conan-¿Conseguiste hacer lo que te pedí?
Kizu-Si, he explorado hasta el último rincón de la casa
Conan-Bien, para nosotros el juego ha empezado ¿Quién caerá y quien ganará? Estará por verse. El mejor detective del oeste contra los herederos de la sangre de los mas grandes policías y detectives de Japón
Kizu-Todo un reto
Los dos niños esperaron los quince segundos acordados para después introducirse dentro de la casa y realizar los trucos que tenían ocultos
Mientras tanto el detective del oeste se encontraba recorriendo el salón esperando encontrar al muñeco que los niños habían escondido. Solo eran un par de críos de primaria, no sería difícil encontrar al muñeco.
Heiji-¿Mmm?-se extraño al ver un hilo de caña de pescar que iba desde una puerta a otra-¿Y esto que es?-tiró de la cuerda para de pronto encontrarse con un borrador de pizarra cayendo directamente en su cara-¡¿Qué? ¿Pero que narices…?-de pronto se tropieza con una cuerda de saltar atada desde una pata de la mesa hasta una lámpara ¿todo esto estaba preparado?
-Jujuju, has caído Hattori-se oyó una voz por toda la sala
Heiji-¿Conan-kun?-murmuró Heiji al reconocerle-¿Dónde estas?
Conan-Estoy en la base secreta de operaciones de la policía (la buhardilla)
Heiji-¿Cómo es que te puedo oír?
Conan-Es gracias a un mini-equipo de espionaje que ha hecho Agasa-sensei para Kizu y para mí
Heiji-¿Equipo de espionaje? ¿Y para que diantres queréis eso?
Conan-Precisamente para este tipo de situaciones, ahora mismo la casa esta llena de trampas como has podido comprobar y yo te estoy escuchando a través de unos micrófonos y cámaras ocultas
Heiji-¡Eh! ¡¿Trampas? ¡¿Qué clase de juego es este?
Conan-¿Crees que nos conformaríamos con el tradicional juego del escondite? Así es mucho mas divertido
Heiji-Lo será para ti
Conan-Por eso es divertido
Heiji-¡Entonces se acabó! ¡No quiero jugar con vosotros!
Conan-¡Oh! ¿En serio?
De pronto la puerta corrediza se abre y Heiji se encuentra cara a cara con Kizu, que llevaba unas esposas en una mano y una cachiporra en la otra con una mirada diabólica y siniestra además de triunfal.
Por primera vez, Heiji temió por su vida
Conan-Yo de ti me lo pensaría dos veces, el juego no se puede detener una vez has empezado y el juego no acaba hasta que seas arrestado o hasta que hayas encontrado al Teru-terubozu. Esta mas que claro que ni Kizu ni yo vamos a rendirnos ¿prefieres ser el hazmerreír de la comisaría al saberse que no puedes competir ni con un par de niños?
Eso hirió a Heiji en el orgullo. Nadie iba a poner en duda su capacidad deductiva y menos aun le iban a poner en un nivel mas bajo que el de unos niños de seis años.
Heiji-Pero el uso de las trampas en la casa no es justo
Conan-Ya lo creo que lo es, tómalo como si fueran los coches patrulla de los refuerzos obstaculizándote las vías de escape
Heiji-Maldito crío, tiene respuestas para todo
Kizu-Hattori Heiji-prenunció la chiquilla mientras un aura maligna la rodeaba-Queda detenido por el asesinato del dueño de la joyería por robo a mano armada y se te acusa de estar relacionado con la yakuza*-iba diciendo mientras se acercaba al moreno con las esposas y la cachiporra
Heiji-pensando-"Bien, estoy metido en un buen aprieto, he aceptado un juego que ha terminado por ser una prueba de supervivencia, mi propia casa esta llena de trampas que no puedo predecir, vigilan mis movimientos, me persigue mi hija que a saber que clase de instintos asesinos se le están pasando por su cabeza y para colmo no se donde puede estar ese dichoso muñeco"
Kizu-Jejejeje ¿Qué harás, Hattori? ¿Te vas a rendir? Estará más que claro que no serás una buena influencia para mi okasa y habría que hablar para otra posible mudanza
Heiji-pensando-"Diablo de niña, me odia con todas sus fuerzas, pero si cree que voy a tirar la toalla tan fácilmente va lista. Ahora que he conseguido reunirme con Kazuha y poder hacerme cargo de mi hija"
Heiji corrió hacia donde estaba la chiquilla, Kizu, creyendo que iba a atacarla se puso en guardia para defenderse. Se sorprendió al ver que el chico había saltado y pasado por encima de ella, huyendo por los pasillos.
Kizu-…-se quedó con cara de palo-¡ME LA HA JUGADO!-se enfureció corriendo tras él-Esto me pasa por ser pequeñaja
¿Lo malo? Kizu era una niña y Heiji un adulto cada paso que daba ella eran tres para él
Kizu-¡Conan! ¡¿Dónde se ha metido?
Conan-Está huyendo por la zona sur de la casa
Kizu-¡Bien! Ese tío va a morder el polvo y dejaré bien alto el apellido Toyama-dijo corriendo por la dirección de la derecha al contrario que Heiji, se coló por una trampilla, mientras Heiji entraba en la habitación de las lavadoras
Heiji-Uf, parece que ya no me persigue ¿uh?-observó un hilo de caña de pescar en el techo-Tal vez pueda caer una vez pero no dos-sonrió tomando con sus dedos cuidadosamente del hilo mientras lo seguía, terminaba encima de un armario que llevaba un cubo entero de miel con plumas de pollo-Es el truco mas viejo del libro
Conan-Hay una cosas de debes saber, Hattori
Heiji-¡Conan-kun! Es cierto, tienes los micros por toda la casa
Conan-Escucha, Hattori, debes saber que aunque lo que veas a tu alrededor cobre sentido nada, pero lo digo de verdad, nada es lo que parece
Heiji-¿Qué quieres decir?
Conan-¿Crees de verdad haber encontrado la trampa? Nosotros no usamos trucos tan viejos somos mas innovadores
Kizu-Exactamente-murmuró saliendo de detrás de una gran lavadora-Y aquí empieza el centrifugado-pone en marcha una lavadora con la puerta abierta
Heiji-¡Kizu! ¡No hagas eso! ¡Es muy peligroso!
Kizu-Preocúpate mas por ti
De pronto la lavadora reventó y la ropa que había en su contenido salido disparada abalanzándose sobre el detective del oeste quien perdió el equilibrio y se llevó consigo los hilos de pescar tirando de ellos haciendo que el cubo de miel cayera justo en su cabeza
Conan-Agua y jabón con miel y plumas no debe de ser una agradable combinación
Kizu-Míralo, Conan, tenemos un lindo pollito
Kizu empezó a reírse del resultado de su travesura pero su risa se iba apagando cuando veía el rostro del detective tomando un color mas y mas rojo.
Kizu-Oh, oh
Heiji-¡KIZU!-definitivamente Heiji había perdido la paciencia
Kizu, temiendo por su seguridad salió corriendo siendo perseguida por el iracundo detective
Kizu-¡VUELVE AQUÍ, MOCOSA!
Kizu-¡AAAH! ¡ESE IDIOTA SE HA ENFADADO DE VERDAD!
Conan-Rápido, Kizu, ve hacia las trampas y actívalas, en ese estado, Hattori no va a detenerse a pensar
Kizu-¡Vale!-corrió hacia la zona oeste de la casa, hacia las escaleras que llevaban a la habitación de Heiji. Éste no iba a tardar en darle alcance así que tenía que darse prisa. Tomó una nevera portátil llena de cubitos de hielo y canicas que tenía preparada de antemano y vertió todo su contenido por las escaleras
Heiji-¡Niñata!-corrió el joven por las escaleras pero al encontrarse con los objetos arrojados se resbaló y se dio contra los escalones. Se levantó pero volvió a resbalar. A Kizu se le hacia muy gracioso el cuadro, los cubitos estaban medio derretidos y eso los hacia mas resbaladizos y ver a Hattori levantándose para volver a caerse era algo que solo podía ver en los dibujos animados.
Conan-Kizu, no te pares a reír, Hattori tiene la suficiente fuerza para poder superar el obstáculo, tienes que escapar cuanto antes
Kizu-¡Si! ¡Tienes razón!-pero cuando quiso darse cuenta, Heiji ya estaba delante de ella, respirando fuertemente y con una mirada furiosa-Uy
Kizu trató de huir pero Heiji la atrapó por su ropa elevándola del suelo
Heiji-No vas a huir de mí esta vez
Conan-¡Kizu!
Kizu-¡Suéltame!-gritó ella dándole con la cachiporra, en los dedos a Hattori provocándole un agudo dolor haciendo que la soltará y volviera a huir, pero solo se le ocurrió refugiarse en la habitación del detective, no había mas vías de escape que la ventana y estaban en un segundo piso, grave error. Quiso salir de allí pero Hattori ya estaba en la puerta cortándole el paso, ella retrocedió hasta chocarse contra la pared. Hattori estaba furioso, nunca lo había visto con esa mirada, ahora le parecía imponente, fuerte y poderoso. Daba mas miedo que su okasa y eso era decir mucho.
Heiji-¿Y ahora que, mocosa?-sonrió con maldad Hattori
Kizu-¡Conan! ¡Haz algo!
Conan-¿Qué?
Kizu-¡LO QUE SEA!
Heiji-Ya no te sientes tan valiente ¿verdad? ¿Qué harás? ¿chillar?-le vaciló tomándola de la ropa. No iba a pegarla. Solo quería darle un susto, hacerle ver que podía meterse en un gran problema si se lo hiciera a otra persona
Kizu-¿Por quien me tomas?-estaba asustada pero de ninguna manera quedaría con el eslabón débil-¡Tu no me vas a pisotear!-gritó ella mordiendo la mano de Heiji haciendo que la soltara, y corrió hacia la ventana. No podía bajar por las escaleras, los cubitos y las canicas seguían allí. Solo podía tentar a la suerte. Saltó por la ventaba ante la mirada sorprendida de Hattori, por suerte aterrizó en la rama del árbol que tenía enfrente, pero el impacto causo que la casita de los pájaros que tenían allí se soltará y cayera al suelo, rompiéndose.
Dentro había algo
Kizu-¡Kuso!
Heiji-¡El Teru-terubozu!-ahora era Heiji quien saltó por la ventaba amortiguando su caída sosteniéndose en la misma rama donde estaba Kizu, si atrapaba al muñeco, todo acabaría
Kizu-¡Ah, no! ¡De eso nada!-dijo yendo también a por el muñeco
Conan salió al jardín después de escuchar que los iban tras en descubierto muñeco ¿Qué habrá pasado entonces? Vio a los dos sentados, Kizu estaba sentada con las piernas extendidas y los brazos apoyados en el suelo. Heiji estaba de espaldas a él. Kizu no tenía el Teru-terubozu ¿entonces?
Heiji-Fin del juego-sentenció enseñando el muñeco
Kizu estaba que pegaba gritos. Odiaba perder. Había sido derrotada nuevamente por el chico del oeste ¿Por qué? Ningún sobrevivía a sus pruebas y terminaban huyendo ¿Por qué el no?
Heiji-Bien, ahora me toca a mi-sonrió maquiavélicamente-Puesto que el ladrón ha ganado y los detectives han perdido he decidido llevarme un premio
Kizu observó la sonrisa diabólica de Hattori, pudo apreciar que se parecía a la suya pero dejo de pensar en eso cuando Heiji fue hacia ella. Intento correr pero la atrapó y la sentó en su regazo ensuciándola con la miel que todavía quedaba en su cuerpo, y le revolvía el cabello deshaciendo sus coletas
Kizu-¡Basta! ¡Hattori, suéltame!
Heiji-Con todo lo que me has hecho pasar esto es lo mínimo que te mereces-de pronto le dio un beso en la mejilla
Kizu-¡AAAAH! ¡QUE ASCO!
Heiji-¡Fastídiate! ¡Este es tu castigo!
Kizu-¡Ayúdame, Conan!-ve que no está-¡Ha huido! ¡Traidor!
Heiji siguió jugando con la pequeña hasta que ésta, agotada dejo de forcejear, el suavizó sus caricias y la abrazó fuertemente
Heiji-Mi niña…
Kizu-¿Cómo…?
Kazuha-¿Pero que estáis haciendo?
Padre e hija observaron a la recién llegada, quien los miraba como si fueran bichos raros.
Heiji-Bienvenida, Kazu
Kazuha-¿Por qué estáis cubiertos de miel?
Heiji-Es una larga historia
Kazuha-Bueno, ya me la contaras en la cena, hoy tenemos un invitado
Un joven salió de detrás de Kazuha cargado con dos bolsas
¿?-Hola, buenos días
Heiji-Tu…¡TU!
Kizu-con los ojos brillantes-¡Okita!
Kizu se zafó de los brazos de Heiji y se abalanzó sobre los del otro chico, quien la recibió gustoso
Heiji quedó boquiabierto ¿Qué significaba esto?
CONTINUARA

CÁP 5-Sin Límites


Kizu-Aun puedo entender como es que has terminando accediendo a su proposición, okasa-decía con muy mal humor la pequeña morena mientras metía unos libros dentro de una caja de cartón
Kazuha-Porque es una oportunidad importante para nosotras, hija
Kizu-No me parece justo, vamos a meternos en la casa de un pervertido degenerado
Kazuha-¿Se puede saber que clase de películas te lleva ver Shinichi?
Kizu-No lo quieras saber-sonrió de forma maléfica-Pero no me cambies de tema, okasa ¿Por qué tiene que ser con ese tipo?
Kazuha-Porque es un viejo conocido del pasado…
Kizu-No puede ser solo un conocido, sino le habrías dicho rotundamente que no
Kazuha-Nos criamos juntos, fuimos a los mismos colegios y nos conocemos desde que nacimos. Su padre y el mío, es decir, tu abuelo, se conocieron de pequeños.
Kizu abrió los ojos sorprendida. Sabia que no podía ser solamente un conocido. Ellos se conocían desde antes de nacer.
Kizu-Aunque seáis conocidos, no me fío de él-dijo cerrando la caja de cartón mientras observaba como su madre estaba rellenando unas cosas para los muebles
Kazuha-No tenemos más opción, Kizu
Kizu-¿Y eso porque? Hemos vivido bien hasta que ese tipo apareció, no se lo que ha hecho para cambiar nuestra situación
Kazuha la verdad estaba sorprendida por la agudeza y la inteligencia de su hija ¿Cómo una niña de tan solo 6 años era capaz de decir y entender el significado de todas las palabras y frases que empleaba? Podría ser la influencia de Shinichi o también porque la sangre de uno de los mejores detectives corre por sus venas
Kazuha-pensando-"Aunque claro, el padre de Heiji y el mío también fueron grandes policías, algo de eso también tiene que ver"
Kizu-¡Okasa!
Kazuha-Perdona, Kizu ¿Qué me decías?
Kizu-Te preguntaba el porque ese tipo ha hecho que nuestras vidas tengan que estar patas arriba como lo están-dijo señalando la habitación, dando a entender que se refería al desorden que esta provocado por la mudanza a la mansión Hattori
Kazuha-Simplemente es necesario, Kizu
Kizu-¿Es por dinero?
Kazuha-Kizu, creo que es mejor que salgas a jugar, ya me ocupo yo del resto
Kizu-Pero, Okasa…
Kazuha-Kizu, por favor, no quiero discutir
Kizu se quedó callada. La verdad es que el ambiente se estaba poniendo muy tenso y eso no le gustaba.
Kizu-Me voy a jugar con Conan y cuando regrese me despediré de Samantha-san-anunció haciendo una reverencia y saliendo de la habitación
Kazuha-Yo soy la primera que no quiere que nos vayamos…-murmuró hundiendo la cabeza en una ropa de bebé que empleaba cuando su hija acababa de nacer-Mi mundo solo esta basado en ti y en mi, Kizu…yo tampoco entiendo el porque ha tenido que aparecer
Kizu caminaba por las calles con la mirada baja, pensando en su madre.
Kizu-Estábamos bien ¿Por qué tiene que pasarnos ahora esto?-suspiro mirando al cielo con aire entristecido-¿Las cosas serían distintas si otosan estuviera con nosotras?
Kizu volvió a bajar la mirada. No sabía quien era su padre. Tampoco estaba interesada en él. Pero sentía siempre cierta envidia cuando veía a sus compañeros de clase o a su amigo Conan con sus padres. Ella era muy feliz con su madre pero a veces extrañaba una figura paterna, solía decirse a si misma que no era mas que un encaprichamiento de ella por no tener algo que los demás si tienen. Lo mas cercano que tenía a un padre era a su tío Shinichi.
Kizu-Pero él esta casado con la tía Ran y es el padre de Conan
¿?-¡Kizu!-la llamaron desde la lejanía
La pequeña morena se giró un poco perdida, no sabiendo si de verdad era a ella a quien llamaban. Al hacerlo vio que se trataba de Ran que estaba haciendo unas compras.
Ran-Hola, Kizu
La niña sonrió alegremente
Kizu-¡Ohayo gozaimasu, tía Ran!-no sabia como pero su tía siempre lograba animarla aun estando muy triste con tan solo su presencia-¿De compras?
Ran-Si, hoy tengo pensando hacerle una rica cena a Shinichi para celebrar que ha resuelto un caso
Kizu-Eso no esta bien, tía Ran, el tío Shinichi siempre esta metido en muchos casos y celebrarais cada caso que consigue resolver se pondrá muy gordo e hinchado y la gente se meterá con él y con Conan por tener un padre gordinflón. En vez el detective del este le llamaran el detective gordo
Ran-¿Es tu forma de pedirme que te lleve a casa para jugar con Conan?
Kizu hizo un disimulado puchero fastidiado al verse descubierta
Kizu-Yo no he dicho eso, solo he dicho que me preocupa que el tía Shinichi eche a perder su buena imagen por querer celebrar cada caso que consigue resolver
Ran-Entonces ¿no tienes interés en ir a ver a mi hijo?-sonrió divertida
Kizu-¡Tampoco he dicho eso!
Ran-Pues ¿te quedas por aquí o me acompañas?
Kizu hizo de nuevo el puchero, sabia que su tía se estaba metiendo con ella porque la conocía demasiado bien. No sabia que decirle para mantener alto su orgullo. Entonces una pequeña idea paso por su cabecita.
Kizu-¡Te ayudaré a llevar las bolsas de la compra!-dijo apresuradamente mientras le arrebataba un par de bolsas a Ran y poniéndose en marcha
Ran rió discretamente, fue una buena jugada pero demasiado obvia pero decidió dejarlo estar. Ya había chinchado bastante a la pobre criatura.
Mientras tanto Kazuha seguía trabajando guardando sus objetos personales y los de su hija en cajas, el camión pasaría a por ellas para llevarlas a la mansión Hattori mañana por la mañana.
Pero ahora Kazuha estaba dudando si había tomado la mejor decisión. Estaba claro que gracias a las influencias y a los bienes de Heiji su hija iba a tener una mejor vida que cualquier otro niño y a recibir la mejor educación. Pero ¿era correcto lo que estaba haciendo? Es cierto que fue injusta al no decirle a Heiji que tenía una hija, pero tampoco comprendía ese afán de querer criarla con ella ¿era solo una treta para volver a jugar con ella? ¿Estaba usando a su hija como excusa para volver a tenerla cerca?
Conocía a Heiji desde que nacieron y no creía que fuera tan retorcido como para hacer ese tipo de cosas. Pero estaba dudando. Ella pudo ver como Heiji la había traicionado de forma vil y cruel. Así que ya no sabía que pensar.
Pero ¿negarle a Kizu el poder tener por fin un padre? Ella nunca dijo quererlo o necesitarlo, al fin y al cabo, ella siempre prefirió una figura materna, pero ella podía imaginarse que el corazón de su pequeña tambaleaba cuando ve a Conan jugar con su padre. Kizu muchas veces se queda sola porque ella tenía que trabajar y Samantha ya era demasiado mayor para jugar con una niña tan revoltosa como lo era Kizu. Y no siempre podía estar con Conan. Además de su carácter fuerte y solitario. Si alguien preguntara que animal encajaría con la descripción con su hija era sin duda un lobo. Fuerte, valiente, inteligente, atrevida, arrogante y orgullosa.
Justo como Heiji Hattori…su padre.
Pero al igual que su madre, ella era una persona sensible con un gran deseo de cariño pero dada su cabezonería la oculta.
Kazuha-¿Estaré haciendo lo correcto o estaré cometiendo la mayor locura de mi vida?
Suspiró volviendo a concentrarse en sus cosas. Heiji decía querer criar a Kizu con ella. Pero desde luego los cambios vas a ser duros y mas la convivencia. Bastante había con la tensión entre ella y Heiji como para que Kizu también tuviera la guerra declarada con él.
Parecía detestarle
Y no parecía la típica pataleta de una niña la cual no quiere que su madre este con hombres, porque ella ya había "intentado" salir con otros hombres y Kizu nunca se opuso a ninguno. Claro que cuando los rechazaba y se ponían pesado Kizu se ponía echa una furia y se liaba a darles con el bokuto.
Si este iba a ser el comienzo de la relación entre padre e hija no querría verla cuando Kizu cumpliera los quince.
De pronto suena el teléfono móvil
Es Shinichi
Kazuha-Hola, Shinichi ¿Qué pasa?...si la he mandado fuera, dijo que iba a jugar con Conan…¡¿Cómo?
En la mansión Kudo
Kizu-¿Pero que diantres…?-se preguntaba la morena mirando anonadada como el detective del oeste estaba tomando un té tranquilamente con su tío Shinichi-¡¿QUÉ NARICES HACES TU AQUÍ?
Heiji-Yo también me alegro de verte, Kizu-le saludo sonriendo el moreno, alegrándose de ver a la muchachita de la coletas
Kizu-¡Para ti soy Toyama!-se enfureció la pequeña enrojecida
Heiji-Quedaría raro que un adulto como yo llamara por el apellido a una niña de tu edad…te tendría que llamar Kizu-chan y a tu madre Toyama-san
Kizu-¡Pues no! ¡A mi Toyama-san y a mi okasa Toyama-sama!
Heiji-Eso sería si tu madre fuera mi superiora, pequeña-decía el moreno con una vena hinchada igual que la de coletas
Kizu-¡Vete al infierno!-soltó ella mosqueada mientras que Shinichi estaba hablando con Kazuha por teléfono sabiendo que se iba a lía la cosa
Ran-Emmm…Kizu creo que no deberías…
Heiji-No deberías tratar así al que va a ser tu anfitrión, Kizu
Kizu-Yo no te pedí nada, y okasa tampoco, la pusiste entre la espada y la pared y se que ella no esta conforme con esto aunque haya aceptado tu proposición pero te puedo asegura que haré que tu vida sea un desastre
Heiji-¿Tu? Soy uno de los mejores detectives de Japón, jovencita, puedo anticiparme a tus movimientos
Kizu-Soy una chica lista, puedo apañármelas
Heiji-Pues aunque digas que seas lista no lo demuestras, te comportas como una niña malcriada y arrogante que cree saber del mundo-decía ya mosqueándose
Kizu-Tu te callas, no eres nadie para juzgarme y lo único que quiero es vivir con mi okasa y tu-dijo señalándole- ¡No apareces en esta ecuación!
Ran-¡Kizu! ¡Heiji! ¡Dejadlo los dos!
Heiji-Pues lo quieras o no, vais a vivir las dos conmigo y mientras vivas en mi casa acataras las normas.
Kizu-¿Y porque tendría que hacerlo?
Heiji-Porque si no lo haces, dejaras claro que Kazuha no ha sido una buena madre porque no ha sabido enseñarte modales
Kizu-¡Ni se te ocurra decir eso de ella! ¡Ella es una buena madre!
Heiji-¡Pues demuéstralo! ¡Deja de comportarte como una soberbia y una sobrada!
Shinichi-….-
Kizu-¡A mi madre no la insulta nadie! ¡Y mucho menos alguien como tú! ¡¿Y quien te crees que eres para mandarme? ¡Tú no eres mi padre!
Se produjo un silencio en la sala luego de haber dicho esa última frase. Heiji sintió una gran herida en su pecho, sangrante y dolorosa. Ni el mas afilado de los cuchillos podía hacer que su pecho le doliera como lo había hecho las palabras de la niña morena
Heiji-Puede ser…¡pero si quiere causarle molestias a tu madre halla tu! ¡Las puertas de mi hogar no se cerraran a vosotras! ¡Patalea y chilla cuanto quieras, llora y berrea si te apetece! ¡A mi no me va a afectar en nada pero ¿Puedes decir lo mismo de tu madre?
Kizu-¿Eh?-decía sorprendida por la rudeza y la agresividad con las que el detective empleaba las palabras
Heiji-Tu madre se sacrifica por ti y hace todo lo que esta en su mano para criarte y educarte como es debido pero tus arrebatos no paran de causarle molestias
Shinichi-¡Eh, Hattori!
Heiji-¿Sabes la edad que tiene tu madre? Ahora mismo tendría que haber acabado sus estudios universitarios y estar trabajando en lo que realmente le gusta…pero renunció a todo eso por ti…te eligió a ti antes que a nada ¿y es así como se lo pagas?
Kizu quedó callada. Por primera vez no sabía como responder a eso. ¿Y porque? Porque el detective tenía razón, sus mosqueos solo estaba dando quebraderos de cabeza su madre.
Ran-Kizu…
Kizu bajó la cabeza derrotada, y avergonzada de haber perdido esa batalla. De pronto, sintió una mano posarse sobre su cabeza y acariciándosela, elevó la mirada encontrándose con los preciosos ojos verdes del detective del oeste.
Heiji-Al contrario que tu, yo no deseo haceros ningún mal ni a ti ni a tu madre. Ella es una persona muy importante para mi. Y tu como su hija también lo eres. Quiero cuidaros a las dos.
Kizu-Nosotras…no…te…necesitamos…-decía sin saber pronunciarlas con su habitual seguridad, los ojos del detective estaban llenos de sentimientos, dulzura, dolor, tristeza, ilusión y amor. No era capaz de comprender el porque la miraba de esa manera, solo su madre la solía mirar de esa forma algunas veces.
Heiji-Ya lo creo…las dos me necesitáis…mas de lo que tu crees
Heiji quería en ese momento abrazar a la pequeña. Era su hija. Era su niña. Quería estrecharla en sus brazos. Decirle que la quería. Que la cuidaría junto a su madre, a la que siempre había amado. Que lo perdonara por no haber estado con ella cuando había nacido, cuando aprendió a hablar y a andar o cuando empezó el colegio.
Se había perdido mucho
Demasiado
Quería ahora poder verla crecer a partir de ahora. Vivir con Kazuha y criarla juntos. Ver como se equivoca y aprende de sus errores, verla en sus campeonatos de kendo o llevarla al colegio.
Quería que lo viera como lo que era, quería que le dijera "papá"
¿?-¿Kizu?
La gente miró a lo largo del pasillo en donde se encontraba un niño de la edad de Kizu con un balón de futbol y el pelo oscuro, con unos ojos azules.
Kizu-Conan…
Conan-Cuanto tiempo sin verte, coletitas-decía alegre el niño mientras se acercaba a la niña-Veo que ya has conocido al detective Hattori
Kizu-Ern…si…si, lo conozco…-se da cuenta de algo-¡No me llames coletitas!
Conan-¿Por qué no? Siempre tienes el pelo recogido en dos coletas
Kizu-¡Da igual! ¡No me llames así!
Conan-Te llamare como yo quiera
Kizu-¡Yo te mato, Kudo! ¡Espera que te atrape!-gritaba la muchachita corriendo tras el heredero de los Kudo mientras este huía hacia el jardín riéndose de su amiga
Heiji-Igualito que su padre-dijo mirando al detective del este
Shinichi-Es parte de su encanto-mira a Heiji-¿Estas bien?
Heiji-Si…la verdad, mejor que nunca
Ran-¿No crees que te has pasado un poco con la pobre Kizu?
Heiji-Nah, alguien tiene que enseñarle disciplina y Kazuha es demasiado blanda para eso, así que como el padre de Kizu yo tomaré las riendas de eso
Shinichi-Pero lo que ha dicho Kizu…
Heiji-No pasa nada, Kudo…porque he visto algo
Ran-¿El que?
Heiji-Sus ojos me decían cosas que su lengua no contaba
En el jardín
Kizu-¡Espera!
Conan-¡No espero!
Kizu-¡No corras, Conan! ¡Solo quiero retorcerte el pescuezo!
De pronto el hijo del detective del este se detuvo en seco haciendo que su amiga lo hiciera también, sorprendida por la acción repentina del niño de ojos azules.
Conan-Bueno, ya estamos a solas y nadie nos oye ¿quieres contarme lo que pasa?
Kizu-¿Qué?
Conan-No te hagas la despistada, he podido ver lo nerviosa que estabas ante la presencia de Hattori y para que tu te pongas nerviosa debe de suceder algo gordo
Kizu miró al suelo dudosa
Conan-Kizu, soy tu mejor amigo, ya sabes que no me gusta que me ocultes cosas que sé que no te están haciendo bien-decía con seriedad la muchacho
Kizu-Conan…necesito tu ayuda…-decía la muchacha levantando la mirada con la misma seriedad que su amigo
Conan-Como siempre, Kizu…sin límites
Continuara

CÁP 4-Caos y Noticia y…¿ataques?


Kazuha-No se que hacer-murmuraba mientras se preparaba un café en la maquina de la sala de descanso
Ran-Estas preocupada por la proposición que te ha hecho Hattori ¿verdad?
Kazuha-Si-dijo pasándose una mano por su cabello-No sé que hacer, por un lado no quiero por el simple hecho de tener que vivir bajo el mismo techo que él pero por otro lado, Kizu crecería en un ambiente adecuado para ella
Ran-Eso es cierto
Kazuha-Pero también tengo miedo de que si no acepto Heiji me la quitará
Ran-¿Crees a Hattori tan retorcido como para hacer eso?
Kazuha-No lo sé, Ran, pero no puedo evitar preocuparme
Ran miró la cara de preocupación de su amiga y decidió cambiar de tema para hacerla evadirse un poco
Ran-Y dime, Kazuha ¿Dónde está Kizu? La comisaría está muy silenciosa
Kazuha-Con la señora Samantha, prefiero que por el momento no vea a Heiji
Ran-¿Por qué?
Kazuha-Porque conozco a Heiji y se que va a estar hablando conmigo con respecto a la niña y no quiero que Kizu escuche nuestras conversaciones
Ran-Entiendo…
Kazuha-Te envidio mucho, Ran
Ran-¿Eh? ¿A mi?
Kazuha-Si…estuviste desde niña enamorada de Shinichi, ahora estas felizmente casada y tienes un precioso hijo
Ran-Esto…si, estoy muy feliz viviendo al lado de Shinichi y criando juntos a Conan no me puedo quejar…
Kazuha-te veo a ti y veo el futuro que podríamos haber creado Heiji y yo con Kizu en otras circunstancias
Ran-Kazuha…
En otra parte se encontraba la pequeña Kizu desparramada en el sofá de la casa de su canguro mientras ésta estaba en la cocina preparando dulces para la niña
Samantha-¡Kizu-chan! ¡¿Te gustan las crepes?
Kizu-¡Si! ¡Con chocolate con leche fundido y nata!
Samantha-Te tengo muy mal criada, Kizu-chan, mas vale que no le digas nada a tu madre de que te alimento así
Kizu-Es un secreto que pienso mantener
Samantha-Lo que me apena es que tú te aburres mucho aquí
Kizu-¡Que va!
Samantha-Cuando estas aquí estas todo el tiempo frente a la televisión o estas dibujando unos monstruos
Kizu-¡No son monstruos! ¡Son Digimon!
Samantha-¿Por qué no quedas con tu amiguito? El hijo de tu tía Ran
Kizu-Me encantaría pero ya le he llamado y no me coge el teléfono, debe de haber salido con el tío Shinichi o con su obasan
Samantha-¿Y no tienes mas amigos?
Kizu-No, solo tengo a Conan
Samantha-¿Y eso porque?
Kizu-Porque son tontos además de unos envidiosos
Samantha-Bueno, bueno-dijo sirviendo las crepes-las cosas cambiaran a su debido tiempo, mi pequeña
Kizu-Samantha-san, ya sabe que la paciencia es una virtud…¡que yo no poseo!-dijo mientras se llevaba a la boca un trozo de la crepe y lo saboreaba con gusto
Samantha-Eres muy niña, Kizu-chan, y en el mundo hay personas de toda clase, seguro que en el futuro te encontraras con alguien que se parezca a ti
Kizu-A mi me da igual, me basto con Conan
Samantha-te noto hoy especialmente molesta, Kizu-chan ¿Te ha pasado?
Kizu-Nada
Samantha-¿Estas molesta porque tu madre no te ha llevado con ella al trabajo? Creía que no te gustaba
Kizu-Y no me gusta…¡es solo que estoy preocupada porque su jefe pervertido la puede estar rondado mientras hablamos!-dijo jalando la crepe entera a modo de mostrar su frustración-¡Mi Okasa no puede hacer nada sin mi! ¡¿Cómo pudo sobrevivir en el tiempo que yo no había nacido eh?-decía jalándose la otra crepe con coraje
Samantha-Que temperamento tienes…-dijo con una gota en la cabeza viendo como la pequeña comía ferozmente las crepes-Todavía suelo preguntarme cuanto puede llegar a tragar alguien con un cuerpecito tan pequeño-de pronto a la anciana se lo ocurrió algo-Ya sé-dijo dirigiéndose hacia la cocina bajo la curiosa mirada de la niña para luego volver con un obento
Kizu-¿Y eso?
Samantha-Verás, Kizu-chan, es que he estado muy ocupada estos días y necesito ir ha hacer unas compras, y he pensado que para que no te aburras le lleves esto a tu madre y comáis juntas
La pequeña niña se le iluminaron los ojos
Kizu-¡Samantha-san! ¡Arigato!
En la comisaría Kazuha se tomó un descanso después de la ajetreada mañana. Entre el papeleo, un ladrón en el supermercado y un robo en un banco la había dejado matada…y todo en menos de cinco horas.
Ran-Kazuha
Kazuha-¿Si? ¿Qué pasa, Ran?
Ran-Perdona pero es que tengo que irme
Kazuha-¿Y eso?
Ran-Tengo que ir a buscar a Conan, lo he dejado en casa de su abuelo y creo que él tiene que ir a entregar una novela dentro de una hora
Kazuha-¿Y Shinichi?
Ran-Ha ido a encargarse de un caso en Tokio
Kazuha-Entiendo…no te preocupes, sobreviviré sin ti hasta mañana
Ran-En serio, Kazuha, gracias, te lo compensaré
Kazuha-No sufras, la familia es lo primero…-murmuró lo último con melancolía
Ran se fue corriendo en busca de su hijo mientras dejó a Kazuha en el hilo de sus pensamientos
Kazuha-No se si arriesgarme…
Heiji-¿Arriesgarte a que?
Kazuha se levantó de donde estaba de un salto a causa del sobresalto
Kazuha-¡Hattori-san!
Heiji-Por favor, Toyama, necesito que pases por mi despacho, tengo que hablar contigo de un asunto importante
Kazuha siguió a su jefe con la cabeza baja mientras los dos iban por el pasillo bajo la mirada del resto de sus compañeros, hasta ingresar en el despacho
Kazuha-¿Cuál es ese asunto tan importante, Hattori-san?
Heiji-En primer lugar, deja de usar esos términos conmigo, estamos solos, no hay necesidad de que me llames así
Kazuha-Ah…esta bien…Hattori-kun…
Heiji-Kazuha…-dijo con voz de advertencia mientras hinchaba una vena de su frente
Kazuha-Heiji…-dijo con la misma vena hinchada
Heiji-Así mucho mejor-sonrió haciendo que su compañera suspirara con pesadez-Toma asiento, por favor
Kazuha obedeció y se quedó observando el despacho de su ahora jefe. No quedaba nada de las pertenecías de su anterior superior, sino que ahora estaban los títulos universitarios de su actual jefe, titulo de derechos, un diploma de kendo entre otras cosas.
Kazuha-Bien ¿Cuál es el tema?
Heiji-¿Tu cual crees?-dijo tomando asiento
Kazuha-…-
Heiji-No eres tonta, Kazu, sabes a que, o mejor dicho, a quien me refiero
Kazuha-Mi hija
Heiji-Nuestra hija-corrigió él-Hattori Kizu
Kazuha-Toyama Kizu…no esta registrada con tu apellido, Heiji
Heiji cerró los ojos por un momento y suspiró
Heiji-¿Ya has pensado en lo que te propuse?
Kazuha-¿Tenemos que hablarlo en el trabajo?
Heiji-Es un asunto de gran importancia además de muy delicado, Kazuha, debemos zanjarlo cuanto antes
Kazuha-Necesito más tiempo…
Heiji-Te he dado lo suficiente, Kazu, no puedes retrasarlo para siempre
Kazuha-No quiero decirle a Kizu…
Heiji-¿…que soy su padre?
Kazuha-baja la mirada-
Heiji-Aunque vivamos juntos no tienes que decirle que soy su padre…no hasta que te sientas preparada
Kazuha-Heiji…yo…
Heiji-Actuaré como su padre que soy…pero no sabrá que lo soy hasta que su madre lo quiera ¿te parece bien?
Kazuha-P-pero…
Heiji-Kazuha…déjame criar a Kizu contigo…déjame cuidaros a las dos-murmuraba al tiempo que se acercaba a la cara de ella
Kazuha-H-Heiji…-decía nerviosa la muchacha a punto de rozar sus labios con los de su jefe
CRASH
Ese fuerte sonido los hizo separarse a ambos sobresaltados
Heiji-¿Qué ha sido eso?
Kazuha-¿Nos atacan?
¿?-¡Maldita, mocosa!
Kizu-¡Calla, cucurucho, que no te escucho!
¿?-¡Pórtate bien, niña!
Kizu-¡No eres nadie para decirme lo que he de hacer!
Kazuha-¿K-Kizu? ¡Heiji!
Heiji sale corriendo del despacho
Lo que encontró Heiji por toda la comisaría era un autentico caos, los papeles por los aires, la impresora imprimiendo sin control, gritos por parte de las mujeres, algunas de las patas de las sillas y mesas destrozadas, una ventana manchada con tinta, y una pared garabateada con dibujos infantiles. Heiji miró el caos a cuadros, sin creerse lo que veía ¿Qué había pasado por ahí? ¿Un tornado? Kazuha también se quedaba mirando el destrozo con asombro
Kazuha-Si…es cosa de Kizu
Los dos vieron como tres policías estaban de puntillas frente a un armario tratando de alcanzar a una personita que se había subido ahí
¿?-Vamos, pequeña, baja de ahí
Kizu-No quiero
¿?-Baja y llamaremos a tu mamá
Kizu-Mi mamá ya debe de estar enterada
¿?-Pórtate bien, niña
Kizu-Y tú sé un buen policía y no molestes
¿?-¡Oye tú eso deberíamos decirlo nosotros!
Kizu-Me quejaré a vuestros superiores
Kazuha-¡Kizu!
Kizu-¡Ah! ¡Okasa!-gritó pegando un salto y colgándose de una lámpara y yendo hacia su madre-¡Okaaasa!-gritaba alegre
Kazuha-¡Kizu! ¡Frena!
Demasiado tarde, la pequeña de kansai se había soltado de su agarre y se aterrizo justo en el pecho de su madre, haciendo que las dos cayeran al suelo por el tremendo impacto recibido
Kazuha-Con semejante bicho viviendo conmigo, enfrentarme a los delincuentes me parece un juego de niños…si es que ya sabia yo que este trabajo iba a ser pan comido
Kizu-¡Okasa! ¡Okasa! ¡Okasa!-decía muy alegre la pequeña
Kazuha-Kizu…
¿?-Toyama-san ¿es su hija?
Kazuha-Esto…si…
¿?-¡¿Qué clase de educación ha recibido?
¿?-Eso no es una niña, es un monstruo
Kazuha-Yo…yo…-apunto de llorar
Kizu-¡Pero…!-se enfureció la chiquilla dispuesta a defender a su madre
Heiji-¡Basta!
¿?-Comisario Hattori
Heiji-No quiero conflictos entre compañeros, pagaré los destrozos que ha causado la hija de Toyama y me haré responsable de todo…no quiero ni cotilleros ni cuchicheos ¿me habéis entendido?
¿?-Si…comisario
Heiji-Eso espero…Toyama, tu y tu hija id a mi despacho
Kazuha obedeció y entró en el despacho
Kizu-Oye, Hattori ¡¿Por qué has intervenido? ¡Puedo cuidar de Okasa muy bien yo solita! ¡Gracias!
De pronto se encontró con la dura mirada de su madre, bajó la mirada avergonzada e intimidada
Kazuha-¡¿Por qué hiciste todo eso?-le regaño a la niña
Kizu-No me querían dejar pasar, les dije que era tu hija y que era tu hora de descanso y que quería almorzar contigo ¡Pero solo me dijeron que diera media vuelta y me volviera con mi madre! ¡Me llamaron mentirosa, Okasa!
Kazuha-¡¿Y Samantha?
Kizu-Se fue ha hacer unas compras, me dijo que viniera a almorzar contigo en tu descanso para que no estuviera sola
Kazuha-Kizu…
Kizu-Es que últimamente estas muy ocupada y no puedo ir a ver a Conan…me siento sola, Okasa
Kazuha-Kizu…lo siento…te he tenido un poco abandonada
Kizu-Okasa…
Heiji-En serio…menudo desastre has organizado
Kizu-Pues menuda comisaría la tuya…incapaces de atrapar a una niña, que vergüenza ¿y son ellos los que protegen a los ciudadanos? Y vaya comisario pervertido que nos han colado
Heiji-¡¿CÓMO DICES?
Kizu-¡LO QUE OYES!
Kazuha-pensando-"De tal palo, tal astilla"
Kizu-Y para empezar ¡¿Por qué narices mi madre estaba contigo? ¡¿Que le estabas haciendo, mendrugo?-gritó lanzándose al pelo del comisario estirándoselo
Kazuha-¡Kizu! ¡Suéltalo!
Kizu-¡No dejaré que le hagas cosas feas a Okasa!
Heiji-¡¿Qué entiendes tu por cosas feas?
Kizu-¡¿Me crees tonta? ¡Violación! ¡Relaciones sexuales!
La sala quedo parada
Heiji-Oye…¿de donde…?
Kazuha-…¿has aprendido esos términos?
Kizu-¡Del tío Shinichi! ¡El caso de las Universitarias (no apto a menores de 15 años)!
Kazuha-pensando-"Shinichi…te voy a matar"
Heiji-pensando-"Kudo me las vas a pagar todas"
Kizu-Bien ¿Qué le hacías a mi Okasa?
Kazuha-No me estaba haciendo nada malo, Kizu, solo…una proposición
Kizu-…-
Heiji-Kazuha…
Kizu-¡¿QUE?-se escandalizo la pequeña-¡¿Qué encima que haces un intento de violación vas y le quieres arrebatar su derecho a una boda?-volviendo a tirarle de los pelos-¡Eres de lo peor, monstruo!
Heiji-¡AY! ¡Me haces daño!
Kizu-¡Te aguantas! ¡Mi Okasa es mía! ¡Mía, mía, mía, mía!
Kazuha-¡No es ese tipo de proposición!
Kizu-¿Ha, no?
Kazuha-No
Kizu-Entonces ¿No puedo matarlo?
Heiji-Pues no
Kazuha-Heiji me ha propuesto algo
Heiji-Y es que viváis vosotras dos conmigo
Silencio
Kizu-¿Qué…?
Kizu poco a poco iba perdiendo el color de su cara
Kazuha-Pues…que Heiji me ha propuesto algo
Heiji-Y es que viváis vosotras dos conmigo-repitieron los dos
Kizu-¿Qué…?
Heiji-Así no avanzamos
Kazuha-Kizu esta en estado de shock
Kizu-Tienes razón en una cosa, Hattori y es que no voy a matarte…¡VOY A MUTILARTE!
La pequeña kendoka se abalanzo con furia a la cara de su padre, importándole bien poco los destrozos que estuviera ocasionando en el despacho
Kizu-¡Me da igual que seas el jefe de mi madre! ¡ESTA NO TE LA PERDONO!
Heiji-¡ME TIENES MANIA!
Kizu-¡NO SABES TU CUANTA!
Kazuha-pensando-"Son tal para cual"
¿Lo de la convivencia dará resultado?
CONTINUARÁ...

CÁP 3-ATANDO CABOS


Heiji no cabía en si del asombro. Esa niña ¿Esa pequeña había dicho lo que creía haber oído?
Heiji-¿Cómo has dicho?
Kizu-¿Estas sordo o que? Te he dicho que me llamo Kizu Toyama-dijo con una cejar arqueada mirando al detective como si fuera un demente
Heiji-¿T-Toyama?
Kizu-Para ser el mejor detective del oeste eras bastante cortito ¿no te parece?-dijo exasperada la pequeña mientras se incorporaba del suelo-¿Te importaría dejar de apuntarme con el bokuto? Es una falta de respeto hacía el contrincante
Heiji parpadeó un par de veces y liberó a la niña de la presión que ejercía con el bokuto, ella suspiró al verse liberada, se levantó, se quitó el polvo de su vestido y se arregló sus coletas. El detective no podía dejar de mirarla. Era una replica exacta de Kazuha cuando era pequeña, lo único que las diferenciaba era la piel tan morena que tenía la niña
Kizu-Oye ¿Hattori, verdad?-decía con voz madura la chiquilla haciendo salir del ensimismamiento al chico-¿Trabajas en la comisaría?
Heiji asintió
Kizu-Bien porque creo que tu y yo tenemos un problema
Heiji-¿Qué?
De pronto la pequeña pego un salto y agarro a Heiji del cuello de la camisa mientras mantenía sus pequeños pies pegados al pecho del chico para impedir caerse
Kizu-Pues resulta que mi okasa también trabaja allí y ha salido muy disgustada, deduzco que tú eres el responsable de eso
Heiji-¿Tu madre…?
¿?-¡Kizu!
Los dos morenos se voltearon a ver quien era el que pegó ese grito. Heiji arqueó una ceja en señal de no entender mientras que la niña le brillaron los ojos.
Kizu-¡Tío Shinichi!
La pequeña soltó la camisa del chico y fue hacía donde estaba su tío dando saltitos, lanzándose a sus brazos
Shinichi-Te dije que no te alejaras
Kizu-Solo estaba jugando con la pelota, no estaba tan lejos de ti
Shinichi-¿Y si te hubieras perdido que?
Kizu-Yo no me pierdo…el que se pierde eres tú, tío
Shinichi-Kizuuuu-dijo lanzando a la niña una mirada de enfado que ella ignoró
Heiji-¿Kudo…? ¿Eres tú?
Shinichi levantó la mirada para encontrarse con un hombre que en su día fue su mayor rival en los casos que se habían encontrado…además de ser el padre de la niña que tenía ahora en brazos. Qué contradicción ¿verdad?
Shinichi-H-Hattori…-acto seguido y con discreción puso a Kizu detrás de él, pero Heiji se dio cuenta de sus acciones
Heiji-Oye, Kudo ¿Quién es esta niña?
Shinichi-Ella…ella…
Kizu-¡Te he dicho que me llamo Kizu! ¡¿Es que necesitas un audífono?-su pequeña boca fue tapada por las manos de Shinichi
Shinichi-Es…es…¡Es la hija de una prima de Ran!
Heiji-¿En serio?-preguntó sin creerse nada
Shinichi-De verdad
Kizu se liberó del agarre
Kizu-Pero ¿Por qué mientes, tío Shinichi? Mentir está muy mal-decía la niña con tono de regaño haciendo que por la frente del detective del este salieran miles de gotitas de sudor al estar siendo delatado
Shinichi-¡Urusai, Kizu!
Kizu-¿Nande?-preguntó sin entender
Shinichi-¡Urusai mo!
Heiji-Kudo
Shinichi volvió a mirar al detective del oeste sintiendo el peso de la presión sobre sus hombros
Heiji-La niña, Kudo
Shinichi-Hattori…verás…es que…
Kizu-Tu idiotez no deja de asombrarme, Hattori-dijo zafándose de los brazos de su tío y avanzar dos zancadas hacía el moreno-¿Cuántas veces tengo que repetirte que tengo un nombre y que es Kizu? ¿No te entra en esa mollera?
Shinichi-¡No! ¡Kizu!
Heiji-Oye, ni…Kizu…tu
¿?-¡KIZU!
Kizu-¡Me van a gastar el nombre!
Miraron hacía otro lado viendo a una mujer con traje de policía, una hermosa mujer con la respiración agitada, con la mano sobre el pecho y sudores por la cara, en señal de haber corrido mucho
Heiji-K-Kazuha…-murmuró mientras una sonrisa aparecía en su rostro-Kazu…
Kizu-¡Okasa!-gritó la niña eufórica mientras se apartaba de los dos detectives y corría feliz a los brazos de su madre bajó la sorprendida mirada del moreno-¡Okasa! ¡Okasa!
Se abalanzó a los brazos de su madre, restregando su rostro sobre su pecho feliz de ver a su querida madre
Kazuha-¡Kizu! ¡¿Por qué te has ido? ¡¿Sabes lo preocupada que estaba?
La niña pudo ver la cara de su madre contraído por el enfado, sus ojos verdes llenos de lágrimas y sus manos temblando
Kizu-Gomen nasai, okasa, pero estaba muy preocupada por ti
Kazuha-…-
Kizu-Saliste de trabajar tan alterada que tuve miedo a que alguien quisiera hacerte daño…gomen por preocuparte, okasa
Kazuha-Mi niña…-dijo abrazándola fuertemente
Heiji-¿Okasa…?
La chica por fin pudo darse cuenta de que en ese lugar no estaban solamente Shinichi y su hija, sino había un tercer personaje, levantó la mirada atemorizada por intuir de quien se trataba…y lo vio
Heiji-Kazuha…
Los dos se miraron sorprendidos, hasta que finalmente Shinichi decidió tomar posición
Shinichi-Creo…que hay que hablar
Heiji-Y mucho…
Al cabo de unas horas, Kazuha se encontraba sentada en un banco del parque, con su pequeña hija entre sus brazos, mirando hacía el suelo con aire preocupado y distraído
Kizu solo se dejaba abrazar por su madre, no se atrevía a preguntar que es lo que pasaba. Le daba miedo decir alguna imprudencia y empeorar lo que sea que estuviera sucediendo.
Heiji se encontraba apoyado en la pared, frente a Kazuha y a Kizu, con los brazos cruzados y la mirada en el suelo, perdido en el hilo de sus pensamientos. No se atrevía a empezar a preguntar, no al menos, con la niña delante.
Ran-Kazuha…-la llamó abriendo la puerta llevando consigo una bandeja con dos cafés, detrás de ella se encontraba Shinichi con expresión seria
Kazuha-Ran…-murmuró levantándose de su asiento, aun con la niña en brazos
Shinichi-Es hora de hablar las cosas, Kazuha-dijo serio
Kazuha asintió con resignación y pesadez
Kazuha-Ran…por favor, llévate a Kizu fuera-dijo tendiendo a la niña
Ran-Esta bien…
Kizu-¿No puedo quedarme contigo?-preguntó mirando a su madre
Kazuha-Lo siento, mi niña, pero esta vez mamá tiene hacerlo sola
Kizu entristeció la mirada
Kizu-Si quieres que vuelva, avísame ¿vale…?-le dijo pasando su pequeña manita por la mejilla de Kazuha
Kazuha dejó asomar unas lágrimas y asintió. Poco conforme con esto Kizu se fue a los brazos de Ran y está la acomodó y se la llevó. Kizu recostó su cabeza sobre el hombro de Ran mirando a su madre mientras se alejaba.
Kizu-Hasta luego, okasa-murmuró la niña despidiéndose con la mano
Una vez que no se oyeron los pasos de la Mouri alejarse Kazuha volvió a tomar asiento y alzó la mirada hacía Heiji, quien también estaba mirándola a ella
Heiji-Estas tardando en darme una explicación
Kazuha-No tengo porque darte ninguna
Heiji-¿Quién es esa niña?
Kazuha-¿Aun no te has enterado? Es mi hija
Heiji tragó saliva
Heiji-No llevas alianza de matrimonio…no estás casada
Kazuha-¿Qué tiene que ver eso con que tenga una hija? Puedo haberla tenido con alguien con quien no me he casado pero que es mi pareja ¿no crees?
Heiji-Lo dudo…esa niña…tiene seis años ¿no?
Kazuha-Si ¿Qué pasa?
Heiji-Eso quiere decir que la tuviste con 18 o 19 años
Kazuha-¿A dónde…quieres ir…a parar?
Heiji-Kazuha…hace seis años, tú y yo…
Kazuha bajó la cabeza
Heiji-Kazuha…dime la verdad, por favor…esa niña…¿es mía?
Kazuha se puso rígida
Heiji-¿Kizu es mi hija?
Kazuha-¡NO!-grito levantándose-¡No! ¡No! ¡No lo es! ¡Kizu no es nada tuyo!
Shinichi-¡Kazuha! ¡Tranquila!-dijo sujetándola por los hombros
Heiji-¿Fue por Kizu? ¿Fue por ella por lo que me dejaste?
Kazuha-Eso quedó atrás, Heiji
Heiji-Necesito saber, Kazuha
Kazuha-No necesitas ninguna, has podido vivir bien durante todo este tiempo, no es necesario que sepas nada…así que mejor vete
Heiji-Pero…Kizu…
Kazuha-No hace falta que te preocupes, estoy muy feliz viviendo con mi niña y no le falta de nada
El chico suspiró algo nervioso
Heiji-Quiero darle mi apellido…
Kazuha-¡¿QUÉ QUE? ¡NI HABLAR! ¡JAMÁS DE LOS JAMASES!-gritó perdiendo el control-¡No dejaré que con eso me arrebates a Kizu!
Shinichi-¡Kazuha! ¡No pierdas el control! ¡Kizu puede estar oyéndote ahora!
Kazuha dejó de forcejear y empezó a respirar agitadamente tratando de recuperar el aliento perdido en el ataque de histeria. Solo el imaginarse sin su pequeña. Sin su querida hija. No podía permitirlo. No podía dejar que se la quitase.
Heiji-Kazuha…¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dejaste que te apoyará?
Kazuha-Urusai…
Heiji-No iba a reprocharte nada si querías quedarte a la niña, de hecho…
Kazuha-¡No digas nada!
Heiji-Kazu…
Kazuha-¡te pido disculpas por haber actuado a tus espaldas! ¡Lo siento ¿vale? ¡Pero quiero que te alejes! ¡Aléjate de mí y de mi hija! ¡Déjanos seguir con nuestras vidas!
Heiji-No puedo hacer eso, Kazu, esa niña también es mía
Kazuha-¡Te he dicho que no es nada tuyo!
Heiji-Es obvio que lo es, tiene mi carácter y mi piel
Kazuha-¡Eso no tiene nada que ver!
Heiji-¿Prefieres que recurra a una prueba de paternidad?
Kazuha quedó a cuadros cuando dijo eso
Kazuha-No serás capaz
Heiji-Si te pone tan nerviosa que haga la prueba eso verifica que Kizu es hija mía ¿verdad?
Kazuha-¡No voy a hacerle pasar ese mal trago a Kizu por un capricho tuyo que no tiene ni pies ni cabeza!
Heiji-Deja de negarlo, Kazuha…si sospecho que soy el padre tengo todo el derecho del mundo a realizar la prueba
Kazuha-¡Déjame! ¡Olvídate de que me has visto! ¡Olvídate de Kazuha y de Kizu Toyama!
Heiji-Pídeme lo que quieras, Kazu, pero no que me aleje de ti y de mi hija
Kazuha-Tsk…¡Shinichi!
Shinichi-No puedo ayudarte en esta situación, Kazuha, Heiji tiene derecho a reclamar a Kizu como su hija
Kazuha palideció pasando por su cabeza miles y miles de imágenes de jueces, juzgados y abogados para disputarse la custodia de la niña…ella siempre había sido una buena madre y siempre cuidó y educó con propiedad a su hija pero…Heiji era un partido mejor para Kizu, el poseía bienes económicos importantes para que Kizu pudiera recibir la mejor educación posible.
Kazuha-No…por favor, no…-murmuraba llorando y derrumbándose en el suelo-…te lo ruego…no me la quites…a ella no…a mi niña no…
Heiji caminó hacia su lado y se arrodilló acariciando la cabeza de Kazuha
Heiji-No tengo ninguna intención de quitártela, Kazu
Kazuha-¿Eh…?
Heiji-Pero no quiero que me niegues el derecho de ser su padre…déjame criar a Kizu contigo
Kazuha-No…no…
Heiji-No te digo que te cases conmigo-dijo con aire desilusionado-…solo…que me dejes ser su padre
Kazuha-Heiji…
Heiji-Poniendo de nuestra parte, Kizu podrá crecer en una familia completa…no le niegues eso, Kazu
Kazuha empezó a llorar más fuerte
Kazuha-No puedo…¿Qué le voy a decir…?
Heiji-Se lo diremos juntos…a mi pequeña fiera
Kazuha-No…por favor…aun no…
Heiji-¿Por qué?
Kazuha-Es demasiado pronto…
El chico meditó unos instantes
Heiji-Te propongo algo, Kazu
Kazuha alzo la mirada
Heiji-Tú y Kizu vendréis a vivir conmigo a mi mansión, te pilla más cerca del trabajo y Kizu podrá asistir a una buena escuela, y además podrá ir acostumbrándose a mí y en el momento indicado, decirle que soy su padre
Kazuha-¡¿Qué? ¡No!
Heiji-Kazu…hazlo por Kizu…
Kazuha-Hmmm
Heiji-Ella merece tener una familia ¿no crees?
Kazuha se debatió internamente, Heiji le estaba ofreciendo compartir la custodia de Kizu de forma pacifica, su niña podría vivir mejor que cualquier niño de su edad y tener un padre…
Kizu-Okasa…
Kazuha levantó rápidamente la mirada al escuchar la dulce vocecita de su niña, se secó las lágrimas y la miró, asomando su cabecita por la puerta
Kizu-Sé que me dijiste que te dejará pero no pude evitar preocuparme y…¡Okasa! ¡Estas llorando!-exclamó alarmada corriendo hacia su madre-¡¿Qué ha pasado?
Kazuha miró a su hija con las lágrimas recorriéndole las mejillas, no pudo evitarlo y la abrazó con fuerza
Kazuha-Todo está bien, mi niña…no pasa nada
Kizu sorprendida correspondió al abrazo recargando su cabeza en el hombro de su madre, sintiéndose mas cómoda que en el de Ran, mas querida. Abrió los ojos y vio a Heiji mirándola con una mezcla de sentimientos reflejados en sus ojos. La miraba como un ciego que veía por primera vez la luz del sol. Una mezcla de ternura y adoración. No le gustaba nada esa mirada ¿A que venían esas confianzas? Fastidiaba a su madre, la hacia llorar y ahora la miraba así ¿Quién se creía ese tipo? Le dirigió una mirada asesina mientras se aferraba a su madre queriendo protegerla de las garras del moreno
Heiji la miró sorprendido
Esto no iba a ser nada fácil
CONTINUARÁ

CÁP 2-LA HIJA DE UN DETECTIVE

Ran-¡Qué pasa, Kazuha?
Kizu-¿Estas bien, okasa?
Kazuha-¡No tengo tiempo de explicártelo, Ran!-coge en brazos a Kizu-¡Nos vamos, Kizu!
Kizu-Pero ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
Kazuha-¡Ran, si preguntan por mi di que he cogido un vuelo a Tokio!
Ran-¿Qué?
Kizu-sorprendida-Okasa ¿no será que…?
Kazuha-¿Eh?
Kizu-¿HAS MATADO A TU JEFE PORQUE TE HA DESPEDIDO Y AHORA PIENSAS HUIR DEL PAIS?
Ran/Kazuha-caída estilo anime-
Kazuha-le da un capón-¡PERO TU QUE TIENES EN LA CABEZA, KIZU?
Kizu-¿Eh? ¿No lo has hecho?
Kazuha-¡Pues claro que no!
Kizu-Jooo que lastima
Ran/Kazuha-¡Cómo que "que lastima"?
Kazuha-Ran…-le susurra al oído
Ran-¿QUEEEEEE?
Kazuha-¡ESO DIGO YO!
Ran-corriendo de un lado a otro-¡AAAAAH, QUE LÍO! ¡ÉL AQUÍ!
Kazuha-corriendo como Ran-¡RAN, QUÉ HAGO? ¡QUÉ NO HAGO?
Ran-Pues…¡NO SE!
Kazuha-¡TENGO QUE ESCONDER A KIZU!
Kizu-¿Qué pasa, okasa? ¿Debes dinero y tratas de esconderme para evitar que me usen para saldar tus deudas?
Ran/Kazuha-….-
Ran-Oye, Kazuha ¿Qué le haces ver a tu hija?
Kazuha-Creeme no es cosa mia
Kizu-Es cosa del tío Shinichi, nos lleva a Conan y a mi a ver películas sangrientas de detectives ¿a que mola?
Ran-¡¿Qué Shinichi hace que?
Kazuha-Ran, habla seriamente con tu marido
Ran-haciendo crujir sus puños-No lo dudes
Kazuha-Yo me voy
Ran-Le diré a Heiji que te has ido
Kazuha-Vale, pero no le digas a donde he ido
Ran-Si
Kizu-pensando-"Algo pasa, estoy segura, he de hacer algo y rápido. Lo mejor es escabullirme de okasa y averiguar lo que pasa. De seguro que un pervertido me quiere secuestrar y obligar a okasa ha hacer cosas feas. Vale, la técnica que ensayamos Conan y yo"-hablando-¡Okasa, tengo que ir al lavabo!
Kazuha-¿Qué? ¿Justamente ahora?
Kizu-¡Okasa, tengo pipí!
Kazuha-¡No puedes esperar a llegar a casa?
Kizu-AAAAH que me lo hago encima!
Kazuha-¡Esta bien!-gira hacia la izquierda y la mete en el lavabo de mujeres y espera fuera
Al cabo de diez minutos
Kazuha-pensando-"¿Por qué tardara tanto?"-hablando-¿Kizu? ¿Estás bien, cariño?
Sin respuesta
Kazuha-¿Kizu?-abre la puerta-¡SE HA IDO!-mira que la ventana esta abierta-Tiene la misma astucia que su padre…-sale corriendo
Kizu-Jejejejeje-sale de detrás de la puerta-El truco más viejo del libro….bien-mira por ambos lados del pasillo-No hay nadie…tengo que averiguar quien es el que acosa a okasa y darle una lección
¿-¿A quien tienes que darle una lección?
Kizu-¿Eh?-voltea-¡Tío Shinichi!
Shinichi-Hola, Kizu ¿Qué haces tú sola por aquí?
Kizu-Estado de alerta, tío Shinichi ¿Dónde esta el detective Kudo?
Shinichi-¿Te refieres a Conan? Pues con sus abuelos
Kizu-¡Ah, si! Me lo dijo la tía Ran-con tono misterioso-La detective Toyama tendrá que arreglárselas sin su fiel compañero, el detective Kudo ¿Qué sorpresas le esperaran? Vamos a la resolución del caso de: "El misterio de okasa"
Shinichi-O.o definitivamente no te vuelvo a llevar al cine-la coge en brazos-¿Qué le pasa a tu madre?
Kizu-La persigue un pervertido
Shinichi-¿Un pervertido?
Kizu-Si, okasa me ha traído porque tengo vacaciones de verano, ha estado muy normal hasta que ha entrado en el despacho de su jefe…al salir se puso muy nerviosa y no paraba de decir que tenia que esconderme
Shinichi-O.O
Kizu-¿Qué pasa?
Shinichi-K-Kizu ¿viste al jefe de tu madre?
Kizu-No, okasa salió a toda prisa
Shinichi-la aupa-Te llevare con tu madre
Kizu-¡No! ¡Okasa me necesita, atrapare al malo!
Shinichi-Kizu, no seas pesada
Kizu-QUE NOOOOO
Shinichi-Ay…¿Qué hago?-mira afuera-Mmmm…no puedo creer lo que voy ha hacer
-15 minutos después-
Kizu-tomando un polo-Que ricoo, de chocolate, caramelo y nata-lamiendo el helado con gusto
Shinichi-Que tenga que sobornar a la hija de mi amiga el mayor detective del este…¡ay! Resulto patetico-pensando-"Pero por lo que me ha contado Kizu sin duda el jefe de Kazuha es Hattori ¿Qué porras hará en Kyoto?"-mientras Kudo pensaba Kizu se tomaba su helado pero vio algo que le llamo más la atención, un cerezo en flor. Los ojos de la pequeña se iluminaron, le encantaban los pétalos de la flor del cerezo. Dejó a Shinichi con sus pensamientos y corrió a contemplar el árbol. Allí habían niños de su edad jugando pero se fueron corriendo al ver que era la hora de un programa de televisión que estaban a punto de echar, dejando atrás una pelota. Kizu se acerco a la pelota y la cogió con sus manos. Sonrió.
Heiji-Kazuha…-mirando a todos lados-Nada, la he buscado por todo el barrio y no la he encontrado…sabía que estaría enfadada pero no creí que fuera a odíarme
¿?-Marutakeebisuni Oshioike (8)
A Heiji le dio un vuelco el corazón al escuchar esas palabras. Era la canción de las calles de Kyoto, la misma que cantaba Kazuha de pequeña haciendo que Heiji la mirara como su primer amor. El detective de Kansai corrió hacia donde escuchaba la letra
¿?-Rokakku Bride…Takonishiki (8)
Hattori se detuvo, miro la imagen que tenia delante de él. Una niña pequeña, haciendo botar una pelota frente al cerezo en flor, pelo castaño con coletas y ojos claros. Hattori creyó haber retrocedido en el tiempo al ver a aquella niña…era tan parecida a Kazuha…pero tenia la piel morena. Kizu se sintió observada, dejo de botar la pelota y miró hacía atrás. Mirando a Heiji Hattori.
Kizu-¿Quién será ese chico? Tiene pinta de bruto
Heiji-¿Q-Quien será esa niña? Sea quien sea por narices tiene que estar relacionada con Kazuha-Heiji se acerco a ella
Kizu-¿Quién porras eres tu?-grito sin temer a su oponente
Heiji-pensando-"Vaya, no parece tener miedo"-hablando-Soy Heiji Hattori, el detective del oeste
Kizu-¡Ah! ¡El detective que es pateado por el tío Shinichi!
Heiji-caída estilo anime, se levanta-Oye, monina, soy tan bueno como él…un momento ¿tío Shinichi?
Kizu-mira su placa de identificación, pensando-"Trabaja en la comisaría, debe de ser el jefe de okasa ¿será quien le puso de esa manera? si es así ,por muy detective importante que sea no pienso dejarle ir de rositas"
Heiji-Verás, pequeña, me gustaría hacerte unas preguntas y…
Kizu-saca una espada de madera ((N/C:¿Dónde la llevaba? En la espalda, Kizu suele llevar siempre un bokuto(1) con ella)))
Heiji-Pero…que?
Kizu-Eres tu el idiota que ha escandalizado a mi madre ¿no?
Heiji-¿Qué? ¿Tu madre?
Kizu-No te hagas ahora el buenacito! ¡Te vas a enterar de lo que vale ser miembro del club de kendo!-le ataca con su espada
Heiji-coge un palo y se defiende-
Kizu-Vaya, por tus movimientos, deduzco que también eres kendoka
Heiji-Deduces bien, pequeña pero no quiero pelear contigo, solo quiero hablar
Kizu-Yo no
Heiji-Ya lo suponía-le hace una técnica de kendo dejándola en el suelo y poniendo en palo al lado de su cuello
Kizu-Je, eres bueno…
Heiji-Lo sé…-la mira fijamente-Dime tu nombre
Kizu-¿Para que?
Heiji-Te he vencido, es lo mínimo que me debes
Kizu-Claro, luchando con una niña pues ya se puede…
Heiji-Dímelo…
Kizu-Kizu…
Heiji-¿Eh?
Kizu-Me llamo Kizu Toyama
CONTINUARÁ...

CÁP 1-EL REENCUENTRO


Los primeros rayos del sol aparecían del ocaso iluminando el bello rostro de una joven de veinticuatro años que empezó a abrir sus ojos verdes al notar el calor del sol veraniego en su cara. Kazuha Toyama se levantó animadamente, hoy será un gran día, pensó, se vistió y fue a la cocina a prepara el desayuno. Pero al notar que todo estaba muy tranquilo salió de ella al terminar, rió por un momento y se dirigió a la habitación contigua a la suya. Entro sigilosamente, dicha habitación estaba adornada con muñecos infantiles, maquetas, juegos de lógica y muchas libretas de tomar apuntes. El color de la pared era rosa aunque de un tono casi rojizo. Se acerco a la cama que se encontraba en el fondo de aquella habitación en donde había un bulto envuelto en sabanas con muchos dibujos de "Digimon" una serie infantil que últimamente se había puesto muy de moda entre los niños. Kazuha agitó el pequeño bulto
Kazuha-Kizu, despierta, cariño
Kizu-No me apetece ir a la escuela…-se gira al otro lado
Kazuha-Venga, dormilona, es hora de levantarse
Kizu-NoOoOoO
Kazuha-Escucha, mamá tiene que ir a trabajar
Kizu-Pos me quedo en casa
Kazuha-¿Cómo voy a dejarte sola? Vas a venir conmigo al trabajo
Kizu-se levanta de un salto muy contenta-¡SIII! ¡FUERA LAS CLASES!
Kazuha-Pero si ayer comenzaste las vacaciones de verano, hija
Kizu-se para de golpe-¿Vacaciones?...¡Un momento!-pensando-"Verano vacaciones días calurosos días largos -hablando-¡okasa, quiero un polo!-dijo la pequeña muy emocionada
Claro, hijita-pensando-"Tenía que parecerse a él"
Al cabo de una hora, madre e hija encaminaron salieron de el piso en el que vivían, un piso sencillo pero acogedor. La pequeña Kizu es la hija de Kazuha, pelo castaño oscuro siempre sujeto por dos coletas, las gomas de las coletas tenían cerezas de adorno, ojos verdes, piel morena. El carácter de la pequeña de seis años era bastante fuerte, no temía a nada ni a nadie y le tiene un profundo respeto a los mayores, sobretodo a su madre y es la capitana del equipo de kendo infantil-femenino de su escuela.
En mitad de las escaleras se encuentra barriendo la entrada su vecina, Samantha, una anciana de setenta años a que quiere a Kizu como la nieta que nunca tuvo.
Samantha-Hola, señorita Toyama ¿va al trabajo?
Kazuha-Si, hoy tengo que estar en la oficina hasta la tarde
Samantha-¿Quiere que cuide yo de Kizu?
Kazuha-No se moleste, en mi oficina hay un parque infantil, allí dejaré a mi hija
Samantha-Como usted quiera-dirigiéndose a la pequeña-No le des mucho trabajo a tu madre, criatura
Kizu-No se preocupe-dijo cogiendose su vestido veraniego azul claro
Ya llegando a la comisaría, la pequeña de ojos verdes parecía más emocionada
Kazuha-¿Por qué tanta emoción, hija?
Kizu-¡Porque veré muertos como en las películas! ¡Así descubriremos a los malos malosos!
Kazuha-pensando-"Definitivamente es exactamente igual a él"-dijo suspirando resignada-hablando-Sobretodo tienes que portarte bien, no intentes escaparte para hacer travesuras
Kizu-poniendo carita de ángel-Seré buena….
Al cabo de unos minutos, llegaron a su destino. Kazuha entró en su oficina en donde la esperaba su buena amiga y secretaria Ran Mouri
Kazuha-¡Buenos días, Ran!
Ran-Buenos días, Kazuha-fijándose en quien la acompañaba-Vaya, hola Kizu ¿Cómo tu por aquí?
Kizu-Mamá me trajo para que estuviera sola-se acerca al oído de Ran-Entre nosotras, estoy aquí por un caso de asesinato
Ran-Eing?
Kizu-Si, vengo a investigar un caso e asesinato y atrapar a una peligrosa mafia-la cogen por detrás
Kazuha-Jejeje lo siento Ran, mi hija tiene una imaginación ilimitada
jiji ya lo veo
Kizu-mirando para los lados-
Ran-¿Buscas a alguien?
Kizu-¿Dónde esta Conan?
Ran-¡Ah! Él vino aquí ayer, pero hoy se ha quedado con sus abuelos
Kizu-Vaya…quería jugar con él
Kazuha-deja a su hija en el parque-Bueno, ya lo verás otro día, ahora quédate aquí ¿vale?
Kizu-Vaaaale-jugando con una pelota
Kazuha sonrió y se fue a trabaja al ordenador
Ran-¿Se lo dirás algún día?
Kazuha-¿A que te refieres?
Ran-Ya sabes a lo que me refiero
Kazuha-¿Ya estamos con eso del padre de Kizu?
Ran-No puedes seguir así, Kazuha, un hijo es cosa de dos, además no puedes negarle su derecho como padre
Kazuha-No quiero verle, no después de lo que me hizo
Ran-Kazuha…
¿?-TOYAMA, A MI DESPACHO
Ran-blanca-Es el jefe….
Kazuha-Peligro…
Ran-alterada-¡¿QUÉ HAS HECHO?
Kazuha-alterada-¡NADA!
Jefe-¡Toyama!
Ran/Kazuha-tragan saliva-
Kazuha-Ran…si me pasa algo, encargarte de Kizu
Ran-Animo, valiente-saludando como un militar
Kizu-¿Lo cualo?
Kazuha-entrando en el despacho-H-Hola señor ¿me ha llamado?
Jefe-Si, verás Toyama, ya hace mucho tiempo que estoy trabajando aquí…nada mas ni nada menos que cincuenta años
Kazuha-¿En serio? Entonces es usted un gran ejemplo, señor…
Jefe-No me hagas la pelota, Toyama
Kazuha-SI, señor
Jefe-Como ya he hecho lo que debía de hacer me voy a jubilar por eso voy a cederle mi puesto a otra persona
Kazuha-¿Un nuevo jefe? ¿De quien se trata, señor?
¿?-De mi-dijo un joven de piel morena tras de ella, Kazuha sintió como si un balde a agua fría se le hubiera caído encima en pleno día de nieve. Se dio la vuelta para ver al joven y quedo más impactada al ver que sus suposiciones eran correctas
Kazuha-¡¿H-H-H-H-HEIJIIIII?
Jefe-¡Oh! Veo que ya se conocen, mejor que mejor, entonces no hace falta que te diga, Toyama, que debes de hacer sentir cómodo a tu nuevo jefe
Kazuha-aaaaah…si, señor
Jefe-sonrió y se fue-
Kazuha-¡Pero ¿Qué…?-no tuvo tiempo de empezar a atacarle de preguntas pues fue acallada por un fuerte abrazo del detective del oeste
Heiji-Kazuha…-acariciando su pelo-Te he echado de menos
Kazuha-¿Nani?
Heiji-Te he buscado por todo Japón pero no te había encontrado pensé que no te volvería a ver pero…por fin te he encontrado-la abraza con más fuerza
Kazuha-¡B-BAKA!-lo empuja y se aleja de él
Heiji-¿Kazu? ¿Qué sucede?
Kazuha-¡No me llames "Kazu", idiota! ¡¿Qué estas haciendo tú aquí?
Heiji-¡Soy detective! ¡¿Qué raro hay en que trabaje un detective en una comisaría!
Kazuha-¡¿De todas las comisarías que hay en Japón tenías que venir precisamente a la de Kyoto?
Heiji-¡Me salió una oferta de trabajo aquí!
Kazuha-¡Kuso, se supone que no tendría que volverte a ver! ¡No después de lo que me hiciste!
Heiji-¡Kazu, por favor, aquello fue un malentendido!
Kazuha-lo abofetea-¡Cállate! ¡No se que haces aquí porque no quiero ni verte!-se va-¡Buscare otro trabajo!
Heiji-¡¿QUÉ? ¡NO!-la coge por detrás-¡NO TE DEJARÉ IR DE NUEVO!
Kazuha-¡SUELTAME, HATTORI!
Heiji-¡NO! ¡NO QUIERO PERDETE DE NUEVO!
Kazuha-¡DEJAME!-se suelta-¡NO QUIERO QUE ME TOQUES!-se va corriendo
Heiji-Kazuha…-viéndola huir
Kazuha-¡KAMI! ¡¿Cómo eres así? ¡Tengo que esconder a Kizu!-dijo corriendo-¡Juré no volver a amarte, Heiji Hattori ¿Por qué has tenido que volver a aparecer? ¡Pero no dejare que te lleves a Kizu!
Continuara