Vistas de página en total

sábado, 17 de septiembre de 2011

CAPITULO 20: TODO SOLUCIONADO



Heiji se reía a carcajadas mientras que Kazuha lo miraba con los ojos como platos...

KAZUHA:¿Cómo que no es tu hijo? Si yo misma la oí cuando lo decía – dijo indignada, ¿que se creía que era tonta?

HEIJI: Te he dicho que ese niño no es mi hijo – intento contener la risa.

KAZUHA: Deja de reírte – sollozó – ¿tanta gracias te hace haberte vuelto a burlar de mi?

HEIJI: Repito que ese niño no es mi hijo – se sujetó el pecho adolorido y poco a poco se sereno – ese niño es mi ahijado.

KAZUHA: ¿Ahijado?

HEIJI: Sí – se sentó en el borde de la cama – yo soy el padrino de ese niño, yo lo bauticé – sonrió.

KAZUHA: Pero... si ella dijo que... - se sentó a su lado – que era tu hijo...

HEIJI: Ella es muy bromista – agarró la mano de Kazuha .

KAZUHA: Pero el niño se llama casi como tú... se llama Heiki... - dijo anonadada, ¿todo había sido un malentendido?

HEIJI: Te voy a contar toda la historia, presta atención, por favor.

Heiji le contó absolutamente todo a Kazuha con palabras claras y concisas: Hacía tres años aproximadamente, Heiji había conocido a Sakura en un bar, ambos habían echo buenas migas y habían charlado durante toda la noche.

Después de esa noche, Sakura y él se había vuelto cercanos, tan cercanos como hermanos... Meses más tarde ella se quedó embarazada de su novio, él cuál al enterarse abandono a Sakura y al niño... Heiji había estado con Sakura durante todo el proceso del embarazo, en el parto, y había bautizado al niño... pero en ese entonces Sakura desapareció y no la había vuelto a ver hasta ese momento, años más tarde.

KAZUHA: ¿Todo eso es cierto?

HEIJI: ¡Te lo juro Kazuha! Todo es verdad... Sakura es como una hermana para mi... y ese niño lo quiero un montón no lo niego, pero no tiene nada que ver con el amor que siento por ti y por Kizu...

KAZUHA: ¿De verdad?

HEIJI: Sí...

Kazuha acercó su cara a la de Heiji, dispuesta a darle un beso, deseosa de dárselo... pero, en ese momento, entró en la habitación, aompañada de Sakura y de su pequeño niño.

SAKURA: ¿Heiji ya le has dicho la verdad?

HEIJI: Sí y eres mala – le reprochó – has echo que mi mujer se enfade

KAZUHA: ¿Tú que?

HEIJI: Mi mujer, la madre de mi hija y la futura madres de mis once hijos – ríe.

KAZUHA: ¿Once?

HEIJI: Ya hablaremos de ello.

SAKURA: Lo siento, solo era una pequeña broma, ¿a que sí Heiki?

KAZUHA: No pasa nada... Heiji ya me lo ha contado todo y eso ha echo que me enamoré más de ti.

Heiji no paró y ahora si besó apasionadamente a Kazuha, el amor de su vida, la única mujer a la que amaría jamás.

HEIJI: ¡Te amo!

KAZUHA: Yo también a ti mi vida – lo volvió a besar.

KIZU: Oye yo también – se sube a la cama y abraza a ambos – yo soy aquí la pequeña, o sea, la que tiene que recibir todo el cariño – infló los mofletes.

HEIJI: Vas a recibir... un ataque de cosquillas – ríe.

KIZU: No cosquillas ¡nooooooo! - grita en un arranque de risa.

Después de esto, las semanas para la pareja fueron las más felices de su vida... pero aún quedaba una última desgracia que podría a prueba su amor...

CONTINUARÁ...

domingo, 11 de septiembre de 2011

CAPITULO 19: MALENTENDIDO



KAZUHA: ¿Un hijo con Heiji? - dijo anonadada.

SAKURA: Sí, mi hijo con Heiji... ahora, ¿puedes avisarle que estoy aquí?

Kazuha aún no se podría creer que Heiji tuviera un hijo con otra... si hace unos minutos todo era perfecto, ellos se habían dicho que se amaban, que querían intentar tener una familia... y ahora todo se ve derrumbado por la aparición de esta mujer.

KAZUHA: Pa...sa... - abrió pa puerta de par en par y dejó entrar a la mujer con el niño – seguidme... por aquí está Heiji...

Ella camino delante de la otra mujer, con paso firme, fingiendo que todo estaba bien pero por dentro hirviéndole todo el cuerpo y teniendo ganas de matar a Heiji... ¡Ohhhh si! Y si fuera verdad que esté niño era su hijo lo haría, no le cabía ninguna duda.

Llegaron al salón y se encontraron a Heiji y Kizu charlando amistosamente. Ella le contaba como es que había escapado de sus secuestradores y Heiji escuchaba atentamente y mostraba su orgullo por su hija.

KAZUHA: Heiji tienes visita – le fulminó con la mirada – una mujer esta preguntando por ti – si las miradas mataran, Heiji habría muerto en ese mismo momento.

HEIJI: ¿Quién es? - preguntó un poco acongojado – dile que pase.

KAZUHA: ¡Ya esta aquí Heiji-san! - entrecerró los ojos.

En escena apareció la chica, era joven y atractiva, pero en la mente de Heiji no venía de donde la conocía... aunque le resultaba familiar.

HEIJI: ¿Nos conocemos?

SAKURA: Por supuesto que si – hizo un puchero – ya no te acuerdas de mi Heiji – sonrió.

HEIJI: Pues me suena tu cara, pero ahora no caigo.

SAKURA: Espera que te ayude un poco – sonrió – situate hace 3 años, nos conocimos en un pub, charlamos durante mucho rato, tu me contaste tus penas y yo te conté las mías...

Heiji mientras la mujer hablaba iba recordando poco a poco como es que la conoció y si al final recordó perfectamente quién era... y todo lo que había ocurrido con ella.

HEIJI: ¿Sakura? - sonrió – cuantísimo tiempo sin saber nada de ti... desde esa noche no te veía estás preciosa – se levantó del sillón con dificultad y fue hasta ella.

SAKURA: Hola Heiji – sonrió le dio a Heiji un medio abrazo, sin soltar a su hijo.

HEIJI: Estas preciosa – la volvió a abrazar – no esperaba volver a verte, ¿que te trae por mi humilde morada?

SAKURA: ¿Humilde? - rio – de humilde tiene poco jeje
HEIJI: ¿Y que te trae por aquí?

SAKURA: Pues me he enterado de tu accidente y quería verte y presentarte a alguien... - le alzó la mano para saludar a Heiki – dile hola a Heiji...


Kazuha observaba a Sakura y a Heiji con su hijo... estaba celosa, muuuuy celosa y sentía un rencor profundo por esa mujer y por Heiji, por que era mentira todas sus promesas de amor, por que había tenido desde el principio a otra... por que en realidad no la amaba, había jugado con ella.

Abrazándose muy fuerte así misma se puso en una esquina del salón y miraba con celos enfermizos como Heiji le acariciaba la cara y la miraba con cariño y aprecio y como mimaba al niño de su infidelidad.

La pareja estuvo charlando por mucho rato... tanto que Kazuha estuvo a punto de gritar encolerizara a esa arpía que se alejará del padre de su hija.

Entonces, Heiji le cogío la mano y se acercó a mí... “Que nos e acerquen” rogué mil veces pero nada, vinieron directamente hasta mí...

HEIJI: Kazuha dejame que te presente a Sakura – le sonrió – ella es...

KAZUHA: La conozco – dije tajantemente – la conozco y muuuy bien – contuve las ganas de llorar que me estaban entrando y los encare a ambos.

HEIJI: Vaya... entonces me ahorro las presentaciones.

KAZUHA: Eres un desgraciado Heiji Hattori y no se como he podido volver a caer en tus redes – le dio una sonora bofetada – no quiero saber nada más de ti... te odio y no vas a utilizarnos más ni a mi ni a mi hija – salio corriendo hacia su cuarto y comenzó a empacar todas sus cosas.


Heiji la siguió enseguida confundido, no sabía lo que pasaba... entró al cuarto sin llamar y vio como Kazuha metía ropa y enseres personales desordenadamente en la maleta.

Alarmado, se apresuró a deternerla y ha pedirle una explicación.

HEIJI: ¿Qué pasa? ¿Por qué haces la maletas?

KAZUHA: ¿Tengo que hacerte un croquis? - comenzó a llorar - ¿por qué me has vuelto a engañar? - dio la vuelta, dejando una camiseta en la cama y encarandolo – no se como has podido hacerme lo mismo otra vez – gimoteo.

HEIJI: ¿Pero que he echo?

KAZUHA: ¿Y lo preguntas? Solo tienes que mirar a la mujerzuela que tienes abajo y a su hijo – gritó – mejor dicho – vuestro hijo...

HEIJI: ¿Nuestro que...? O.O

KAZUHA: ¡Vuestro hijo!

Heiji no contestó, solamente de digno a reírse a carcajadas.

HEIJI: Ese niño no es mi hijo – rió, sujetándose el pecho, debia dolerle – ese niño es mi ahijado – volvió a reír.

CONTINUARÁ...

jueves, 1 de septiembre de 2011

CAPITULO 18: DUDAS... DESPUÉS DE TODO LO QUE HEMOS PASADO, NO PUEDE OCURRIR NADA MÁS ¿O SI?



Heiji entró en su casa apoyado en Kazuha. Había pasado casi un mes en el hospital y al fin, después de haber estado a punto de morir, era una gozada poder volver a casa, junto con las dos mujeres que más quería en el mundo.

KAZUHA: Despacio Heiji, acabas de salir de una intervención muy mala, tienes que llevar las cosas con calma.

HEIJI: Estoy cansado de calma y de reposar... - refunfuñó – quiero volver a trabajar ¡ya!

KAZUHA: Eso ni lo sueñes... no vas a trabajar hasta que no te autorice el médico – siguió andando al lado de él.

HEIJI: Pero... - se quejó cuando se fue a sentar en un sillón – ya estoy bien.

KAZUHA: Sí claro, perfectamente y por eso te has quejado – puso los ojos en blanco - ha sido un milagro que estés vivo...

HEIJI: …

KAZUHA: Tú nos salvaste la vida a mi hija y a mi – se arrodilló delante de él y lo miró con lagrimas en los ojos – eso nunca lo olvidaré.

HEIJI: Sabes perfectamente que te amo, a ti y a Kizu con todo mi corazón, sois la razón de que yo quiera vivir – le acarició la mejilla – sin vosotras yo no soy nada.

KAZUHA: Eso me lo has demostrado con creces... - acercó más su cara a la de él – nos has salvado la vida y eso es algo que me ha echo darme cuenta de que en verdad nos quieres... hasta tal punto por intercambiar tu vida por la nuestra.

HEIJI: Vosotras dos sois mi vida, os amo – Heiji acortó la poca distancia que le separaba de la cara de Kazuha y depositó un delicado beso en sus labios.

Kazuha correspondió al besó que le había dado Heiji con todo el amor que sentía por él. No solamente era gratitud por haberle salvado la vida, si no amor... un profundo amor que le desbordaba por cada poro de su piel... amaba a esté hombre con todo su corazón.

Heiji se apartó lentamente, admirando la preciosa cara de Kazuha, volvería a ponerse delante de mil balas solamente por verla sonreír... solo quería que ella fuera feliz.

HEIJI: Kazuha te amo – le aparto un mechón de pelo detrás de la oreja – y me encantaría poder estar contigo... para siempre, formas una familia contigo con Kizu.

KAZUHA: Yo también me quiero formar una familia contigo – le acarició a su vez la faz a él – pero yo haré lo que quiera Kizu, y ya sabes que ella no te tiene demasiada estima...

HEIJI: Te juro que conseguiré que me quiera.
KAZUHA: Con lo persuasivo que eres... seguro que lo conseguirás – sonrió deslumbrantemente.

HEIJI: Me dejaría matar mil veces solamente por verte sonreír – susurró, antes de volver a fundir su boca con la de Kazuha en un beso apasionado.

En ese momento entró Kizu, abriendo las puertas de par en par. Heiji se apartó rápidamente de Kazuha, provocandole un dolor punzante en la espalda y Kazuha se cayó al suelo.

KAZUHA: No es lo que piensas Kizu... el no ha echo nada malo... no puede esta enfermo – sonrió.

HEIJI: Eso mismo... estoy incapacitado... no puedo hacer nada...

KIZU: Oto-san no tienes de que preocuparte... - se acercó lentamente al sillón donde estaba descansando su progenitor.

HEIJI: O.O oto-san? - dijo sorprendido – ya no me llamas pollo?

KIZU: No puedo ser tan irrespetuosa con mi padre – se subió al sillón y delicadamente abrazo a su padre – gracias por habernos salvado la vida a mi Oka-san y a mi.

HEIJI: ¿Estás hablando en serio? - dijo emocionado.

KIZU: Sí... a partir de ahora mismo te reconozco como mi oto-san – sonrió.

HEIJI: ¡Gracias hija mía! - la abraza fuertemente, ignorando por completo el dolor – ¡te quiero!

Kazuha se fue a otro lado, sabía que padre e hija debían tener ese momento a solas, sin nadie que los molestará y ella les daría el espacio que necesitaban.

Un fuerte golpe sonó en el otro lado de la puerta, que la sacó de su ensimismamiento. Kazuha rápidamente abrió la puerta para que el golpe no sonará de nuevo y así no rompiera la paz que tenían en la casa.

Al otro lado había una muchacha extremadamente bella, con un pelo rubio largo hasta la cintura, ojos azules profundos como las profundidades del mar, piel blanca como la nieve... y abrazada fuertemente entre sus brazos tenia a un niño de unos tres años...

KAZUHA: ¡Hola! ¿En que puedo ayudarla?

¿?: Hola, ¿está Heiji?

KAZUHA: Si está... quién lo busca – la miró recelosamente.

¿?: Me llamó Sakura – sonrió – y este que está en mis brazos es Heiki...

KAZUHA: ¿Heiki?

SAKURA: Claro el hijo de Heiji y mío – volvió a sonreir.

Pero para Kazuha el mundo se vio destruido en mil pedazos… todo sentido de vida de habia extinguido.

CONTINUARÁ…