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miércoles, 27 de julio de 2011

CAPÍTULO 13: EL GRAN LÍO EN EL PARQUE DE ATRACCIONES



KIZU: Suéltame pollo ¿a donde me llevas? ¿Qué vas a hacer conmigo?

HEIJI: Calla ya Kizu... - suspiró con cansancio – no voy a hacerte nada malo...

KIZU: ¿Cómo que no si me estas secuestrando?

Heiji sostenía a su hija sobre su hombro, firmemente, para evitar que se escapara o que lo golpeará fuertemente en sitios donde de verdad dolían.

KIZU: ¡Qué me sueltes maldito pollo! Se lo contaré a mi oka-san y a tío Shinichi... te meterán preso...

HEIJI: Ca-lla-te – le dio una suave nalgada.

KIZU: ¡Me has pegado! - pataleó – te denunciaré, estás acabado pollo desplumado, te caerán muchos años de cárcel...

HEIJI: Kizu, silencio.

KIZU: No, ¡hasta que me dejes! O por lo menos me digas ¡donde me llevas!

HEIJI: Se romperá la sorpresa pero por lo menos te callas – dijo con resignación – ¿donde es el sitio que ,más ganas tienes de ir?

KIZU: No sé ahora mismo... ¡AL PARQUE DE ATRACCIONES! - dijo con ilusión en la voz – ¿me vas a llevar allí?

HEIJI: Sí, te llevaré al parque de atracciones... bueno tu madre y yo te llevaremos al parque de atracciones.

KIZU: De mi madre es más normal... pero ¿tú? ¿por qué?

HEIJI: ¿Qué porqué? - pusó los ojos en blanco – sencillo, por que eres mi hija y quiero verte feliz.

KIZU: Pero...

HEIJI: Sin peros – la cortó tajantemente – vamos a ir al parque de atracciones y lo pasaremos estupendamente.

KIZU: ¡Está bien!

HEIJI: Y serás una buena niña, te comportarás bien o si no volveremos a la velocidad del rayo.

KIZU: O.O... - Heiji la soltó – Vale.

HEIJI: Eso esta mejor – recogió la mano de la niña entre la suya – y ahora vamos que Kazuha nos espera.

Heiji sintió un gran regocijó al poder sostener la mano de su hija así, sin violencia, sin obligarla (del todo)... se sentía casi normal estar así con ella.

Llegaron pronto al coche y Kazuha estaba sentada en la parte trasera, Heiji metió a la niña en el lado de la madre y él se sentó en el volante.

HEIJI: ¡Preparadas para pasar un buen día en el parque de atracciones!

KIZU: Siiiiiiiiii, pero arranca ya... - dije extasiada – quiero montarme en la montaña rusa y en la noria y en el carrusel...

Heiji vio a través del espejo retrovisor como Kazuha sonreía ampliamente hacia él y hacia su pequeña hija, se sintió tan feliz de estar con su familia...

Se dejó de divagaciones y arrancó el coche, poniendo rumbo hacia el parque de atracciones.

Cuarenta y cinco minutos más tarde, Heiji aparcó en el estacionamiento y llevó a su hija y a Kazuha a comprar los tickets.

No tardaron mucho en estar en el interior del parque. El bullicio de tantísima gente y la música ensordecedora eran inconfundibles y llenaron pronto los oídos de los tres.

KAZUHA: Kizu, te quedarás siempre a mi lado ¡eh! - cogió la manita de la niña – que aquí hay muchísima gente y es muy fácil perderse, así que andate con cuidado y no te separes de nosotros.

KIZU: Sí oka-san, tendré cuidado, pero vamos a montarnos en algo... rápido – dijo sobre excitada mirando de cacharrito en cacharrito – vamos a la montaña rusa, onegai.

HEIJI: Id vosotras... yo os esperare abajo.

KAZUHA: Y eso heiji – alzó una ceja – no me dirás que te da miedo, subirte a la montaña rusa – rió entre dientes.

HEIJI: A mi que va, solamente que... – tragó saliva al mirar la imponente atracción.

KAZUHA: Sí tienes miedo – rió con ganas – que fuerte, con lo grande que eres y le tienes miedo a un cacharrito.

HEIJI: No te rías de mí – protestó.

KAZUHA: Es que no puedo evitarlo – se tapó la boca con la mano libre y siguió riéndose.
KIZU: Oka-san – dijo molesta – ¡vamos ya!

KAZUHA: Vale Kizu – miró a Heiji y tú, esperanos aquí cobarde – se alejó riéndose a carcajadas.

Las dos fueron a comprar las entradas de la atracción, y mientras, Heiji se quedó mirando el suelo... por que seria un reconocido detective, pero... cuando se trataba de las alturas era un verdadero cobarde tenía que reconocerlo.

Al cabo de un rato, las dos bajaron riendo como locas.

KIZU: Eres tonto pollo... te has perdido lo mejor, eran tan emocionantes las bajadas – dio pequeño brincos - ¡quiero volver a subir!

KAZUHA: Dentro de un rato, yo necesito un descanso.

HEIJI: ¿Compramos algodón de azúcar?

KIZU: Sí, algodón de azúcar – dijo con una sonrisa resplandeciente.

Las horas pasaron rápidamente. Los tres se divirtieron muchísimo, más que nunca en su vida: montándose en las atracciones, comiendo de todo, jugando a juegos.... PASARON EL MEJOR DÍA DE SUS VIDAS.

O por lo menos eso creían...

HEIJI: ¿Dónde esta Kizu?

KAZUHA: ¡Estaba aquí hace un minuto! - dijo preocupada - ¿dónde se ha podido meter?

HEIJI: No lo sé, pero tenemos que buscarla – dijo mirando a todos lados intentando localizarla.

KAZUHA: Dios – se tapó la cara con las manos – si le ha pasado algo yo me muero – sollozó.

HEIJI: No llores la encontraremos – la abrazó.

Buscaron a Kizu por todo el parque, avisaron a la policía y ellos tampoco la encontraron... ¿Dónde se habría metido?

***

Eso tenía fácil explicación si veías a un tipo de negro que llevaba a una pequeña niña desmayada en brazos.

El tipo cargaba a la niña como si fuera su padre y ella se hubiera dormido... pero las apariencias engañaban.
Al hombre le sonó el teléfono y tuvo que hacer malabares para poder cogerlo.

Hombre: ¿Sí?

¿?: ¿Tienes a la niña?

Hombre: Sí, la tengo bien dormidita, no dará jaleo en mucho rato.

¿?: Perfecto – rió una voz maquiavélica – traela al refugio, aquí veremos lo que hacemos con la cría.

Hombre: OK jefe – colgó.

***

KAZUHA: ¡Mi niña no está en ningún lado! - dijo entre llanto.

HEIJI: No llores Kazu – la abrazó fuertemente – verás como aparece pronto.

KAZUHA: Es mi culpa, me distraje un momento y mira las consecuencias... a saber donde esta mi niña.

HEIJI: Estará bien no te preocupes – la consoló.

En ese momento, se acercó un policía a ellos.

POLICÍA: Me han informado que han visto salir del recinto a un tipo sospechoso con una niña en brazos, la niña concuerda con la descripción que han dado de su hija.

KAZUHA: ¡Oh Dios no! - cayó entre los brazos de Heiji – mi niña ¡no!

HEIJI: Tranquila Kazuha te prometo que la encontrare sana y salva.

¿Quién seria ese hombre? ¿Por qué se había llevado a Kizu?

A Heiji le importaba poco, lo único que sabía es que encontraría a la pequeña, aunque le llevará la vida en ello...

CONTINUARÁ...

3 comentarios:

  1. Muy buen fic, me encanta! No conocía el blog pero lo voy a seguir a partir de ahora. Soy aprendiz de holmes, escritora del rincón del crimen http://rincondelcrimen.blogspot.com y fiel seguidora de http://librosymisterios.blogspot.com. Saludos!

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  2. Hola!! este capítulo está muy bien!! Felicidades :D

    espero impaciente tu proximo capitulo, y pasate x el mio ;D

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  3. Holaaa¡ esta genial el fic continualo pronto porfavor besos ;D

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