Vistas de página en total

miércoles, 8 de junio de 2011

CÁP 5-Sin Límites


Kizu-Aun puedo entender como es que has terminando accediendo a su proposición, okasa-decía con muy mal humor la pequeña morena mientras metía unos libros dentro de una caja de cartón
Kazuha-Porque es una oportunidad importante para nosotras, hija
Kizu-No me parece justo, vamos a meternos en la casa de un pervertido degenerado
Kazuha-¿Se puede saber que clase de películas te lleva ver Shinichi?
Kizu-No lo quieras saber-sonrió de forma maléfica-Pero no me cambies de tema, okasa ¿Por qué tiene que ser con ese tipo?
Kazuha-Porque es un viejo conocido del pasado…
Kizu-No puede ser solo un conocido, sino le habrías dicho rotundamente que no
Kazuha-Nos criamos juntos, fuimos a los mismos colegios y nos conocemos desde que nacimos. Su padre y el mío, es decir, tu abuelo, se conocieron de pequeños.
Kizu abrió los ojos sorprendida. Sabia que no podía ser solamente un conocido. Ellos se conocían desde antes de nacer.
Kizu-Aunque seáis conocidos, no me fío de él-dijo cerrando la caja de cartón mientras observaba como su madre estaba rellenando unas cosas para los muebles
Kazuha-No tenemos más opción, Kizu
Kizu-¿Y eso porque? Hemos vivido bien hasta que ese tipo apareció, no se lo que ha hecho para cambiar nuestra situación
Kazuha la verdad estaba sorprendida por la agudeza y la inteligencia de su hija ¿Cómo una niña de tan solo 6 años era capaz de decir y entender el significado de todas las palabras y frases que empleaba? Podría ser la influencia de Shinichi o también porque la sangre de uno de los mejores detectives corre por sus venas
Kazuha-pensando-"Aunque claro, el padre de Heiji y el mío también fueron grandes policías, algo de eso también tiene que ver"
Kizu-¡Okasa!
Kazuha-Perdona, Kizu ¿Qué me decías?
Kizu-Te preguntaba el porque ese tipo ha hecho que nuestras vidas tengan que estar patas arriba como lo están-dijo señalando la habitación, dando a entender que se refería al desorden que esta provocado por la mudanza a la mansión Hattori
Kazuha-Simplemente es necesario, Kizu
Kizu-¿Es por dinero?
Kazuha-Kizu, creo que es mejor que salgas a jugar, ya me ocupo yo del resto
Kizu-Pero, Okasa…
Kazuha-Kizu, por favor, no quiero discutir
Kizu se quedó callada. La verdad es que el ambiente se estaba poniendo muy tenso y eso no le gustaba.
Kizu-Me voy a jugar con Conan y cuando regrese me despediré de Samantha-san-anunció haciendo una reverencia y saliendo de la habitación
Kazuha-Yo soy la primera que no quiere que nos vayamos…-murmuró hundiendo la cabeza en una ropa de bebé que empleaba cuando su hija acababa de nacer-Mi mundo solo esta basado en ti y en mi, Kizu…yo tampoco entiendo el porque ha tenido que aparecer
Kizu caminaba por las calles con la mirada baja, pensando en su madre.
Kizu-Estábamos bien ¿Por qué tiene que pasarnos ahora esto?-suspiro mirando al cielo con aire entristecido-¿Las cosas serían distintas si otosan estuviera con nosotras?
Kizu volvió a bajar la mirada. No sabía quien era su padre. Tampoco estaba interesada en él. Pero sentía siempre cierta envidia cuando veía a sus compañeros de clase o a su amigo Conan con sus padres. Ella era muy feliz con su madre pero a veces extrañaba una figura paterna, solía decirse a si misma que no era mas que un encaprichamiento de ella por no tener algo que los demás si tienen. Lo mas cercano que tenía a un padre era a su tío Shinichi.
Kizu-Pero él esta casado con la tía Ran y es el padre de Conan
¿?-¡Kizu!-la llamaron desde la lejanía
La pequeña morena se giró un poco perdida, no sabiendo si de verdad era a ella a quien llamaban. Al hacerlo vio que se trataba de Ran que estaba haciendo unas compras.
Ran-Hola, Kizu
La niña sonrió alegremente
Kizu-¡Ohayo gozaimasu, tía Ran!-no sabia como pero su tía siempre lograba animarla aun estando muy triste con tan solo su presencia-¿De compras?
Ran-Si, hoy tengo pensando hacerle una rica cena a Shinichi para celebrar que ha resuelto un caso
Kizu-Eso no esta bien, tía Ran, el tío Shinichi siempre esta metido en muchos casos y celebrarais cada caso que consigue resolver se pondrá muy gordo e hinchado y la gente se meterá con él y con Conan por tener un padre gordinflón. En vez el detective del este le llamaran el detective gordo
Ran-¿Es tu forma de pedirme que te lleve a casa para jugar con Conan?
Kizu hizo un disimulado puchero fastidiado al verse descubierta
Kizu-Yo no he dicho eso, solo he dicho que me preocupa que el tía Shinichi eche a perder su buena imagen por querer celebrar cada caso que consigue resolver
Ran-Entonces ¿no tienes interés en ir a ver a mi hijo?-sonrió divertida
Kizu-¡Tampoco he dicho eso!
Ran-Pues ¿te quedas por aquí o me acompañas?
Kizu hizo de nuevo el puchero, sabia que su tía se estaba metiendo con ella porque la conocía demasiado bien. No sabia que decirle para mantener alto su orgullo. Entonces una pequeña idea paso por su cabecita.
Kizu-¡Te ayudaré a llevar las bolsas de la compra!-dijo apresuradamente mientras le arrebataba un par de bolsas a Ran y poniéndose en marcha
Ran rió discretamente, fue una buena jugada pero demasiado obvia pero decidió dejarlo estar. Ya había chinchado bastante a la pobre criatura.
Mientras tanto Kazuha seguía trabajando guardando sus objetos personales y los de su hija en cajas, el camión pasaría a por ellas para llevarlas a la mansión Hattori mañana por la mañana.
Pero ahora Kazuha estaba dudando si había tomado la mejor decisión. Estaba claro que gracias a las influencias y a los bienes de Heiji su hija iba a tener una mejor vida que cualquier otro niño y a recibir la mejor educación. Pero ¿era correcto lo que estaba haciendo? Es cierto que fue injusta al no decirle a Heiji que tenía una hija, pero tampoco comprendía ese afán de querer criarla con ella ¿era solo una treta para volver a jugar con ella? ¿Estaba usando a su hija como excusa para volver a tenerla cerca?
Conocía a Heiji desde que nacieron y no creía que fuera tan retorcido como para hacer ese tipo de cosas. Pero estaba dudando. Ella pudo ver como Heiji la había traicionado de forma vil y cruel. Así que ya no sabía que pensar.
Pero ¿negarle a Kizu el poder tener por fin un padre? Ella nunca dijo quererlo o necesitarlo, al fin y al cabo, ella siempre prefirió una figura materna, pero ella podía imaginarse que el corazón de su pequeña tambaleaba cuando ve a Conan jugar con su padre. Kizu muchas veces se queda sola porque ella tenía que trabajar y Samantha ya era demasiado mayor para jugar con una niña tan revoltosa como lo era Kizu. Y no siempre podía estar con Conan. Además de su carácter fuerte y solitario. Si alguien preguntara que animal encajaría con la descripción con su hija era sin duda un lobo. Fuerte, valiente, inteligente, atrevida, arrogante y orgullosa.
Justo como Heiji Hattori…su padre.
Pero al igual que su madre, ella era una persona sensible con un gran deseo de cariño pero dada su cabezonería la oculta.
Kazuha-¿Estaré haciendo lo correcto o estaré cometiendo la mayor locura de mi vida?
Suspiró volviendo a concentrarse en sus cosas. Heiji decía querer criar a Kizu con ella. Pero desde luego los cambios vas a ser duros y mas la convivencia. Bastante había con la tensión entre ella y Heiji como para que Kizu también tuviera la guerra declarada con él.
Parecía detestarle
Y no parecía la típica pataleta de una niña la cual no quiere que su madre este con hombres, porque ella ya había "intentado" salir con otros hombres y Kizu nunca se opuso a ninguno. Claro que cuando los rechazaba y se ponían pesado Kizu se ponía echa una furia y se liaba a darles con el bokuto.
Si este iba a ser el comienzo de la relación entre padre e hija no querría verla cuando Kizu cumpliera los quince.
De pronto suena el teléfono móvil
Es Shinichi
Kazuha-Hola, Shinichi ¿Qué pasa?...si la he mandado fuera, dijo que iba a jugar con Conan…¡¿Cómo?
En la mansión Kudo
Kizu-¿Pero que diantres…?-se preguntaba la morena mirando anonadada como el detective del oeste estaba tomando un té tranquilamente con su tío Shinichi-¡¿QUÉ NARICES HACES TU AQUÍ?
Heiji-Yo también me alegro de verte, Kizu-le saludo sonriendo el moreno, alegrándose de ver a la muchachita de la coletas
Kizu-¡Para ti soy Toyama!-se enfureció la pequeña enrojecida
Heiji-Quedaría raro que un adulto como yo llamara por el apellido a una niña de tu edad…te tendría que llamar Kizu-chan y a tu madre Toyama-san
Kizu-¡Pues no! ¡A mi Toyama-san y a mi okasa Toyama-sama!
Heiji-Eso sería si tu madre fuera mi superiora, pequeña-decía el moreno con una vena hinchada igual que la de coletas
Kizu-¡Vete al infierno!-soltó ella mosqueada mientras que Shinichi estaba hablando con Kazuha por teléfono sabiendo que se iba a lía la cosa
Ran-Emmm…Kizu creo que no deberías…
Heiji-No deberías tratar así al que va a ser tu anfitrión, Kizu
Kizu-Yo no te pedí nada, y okasa tampoco, la pusiste entre la espada y la pared y se que ella no esta conforme con esto aunque haya aceptado tu proposición pero te puedo asegura que haré que tu vida sea un desastre
Heiji-¿Tu? Soy uno de los mejores detectives de Japón, jovencita, puedo anticiparme a tus movimientos
Kizu-Soy una chica lista, puedo apañármelas
Heiji-Pues aunque digas que seas lista no lo demuestras, te comportas como una niña malcriada y arrogante que cree saber del mundo-decía ya mosqueándose
Kizu-Tu te callas, no eres nadie para juzgarme y lo único que quiero es vivir con mi okasa y tu-dijo señalándole- ¡No apareces en esta ecuación!
Ran-¡Kizu! ¡Heiji! ¡Dejadlo los dos!
Heiji-Pues lo quieras o no, vais a vivir las dos conmigo y mientras vivas en mi casa acataras las normas.
Kizu-¿Y porque tendría que hacerlo?
Heiji-Porque si no lo haces, dejaras claro que Kazuha no ha sido una buena madre porque no ha sabido enseñarte modales
Kizu-¡Ni se te ocurra decir eso de ella! ¡Ella es una buena madre!
Heiji-¡Pues demuéstralo! ¡Deja de comportarte como una soberbia y una sobrada!
Shinichi-….-
Kizu-¡A mi madre no la insulta nadie! ¡Y mucho menos alguien como tú! ¡¿Y quien te crees que eres para mandarme? ¡Tú no eres mi padre!
Se produjo un silencio en la sala luego de haber dicho esa última frase. Heiji sintió una gran herida en su pecho, sangrante y dolorosa. Ni el mas afilado de los cuchillos podía hacer que su pecho le doliera como lo había hecho las palabras de la niña morena
Heiji-Puede ser…¡pero si quiere causarle molestias a tu madre halla tu! ¡Las puertas de mi hogar no se cerraran a vosotras! ¡Patalea y chilla cuanto quieras, llora y berrea si te apetece! ¡A mi no me va a afectar en nada pero ¿Puedes decir lo mismo de tu madre?
Kizu-¿Eh?-decía sorprendida por la rudeza y la agresividad con las que el detective empleaba las palabras
Heiji-Tu madre se sacrifica por ti y hace todo lo que esta en su mano para criarte y educarte como es debido pero tus arrebatos no paran de causarle molestias
Shinichi-¡Eh, Hattori!
Heiji-¿Sabes la edad que tiene tu madre? Ahora mismo tendría que haber acabado sus estudios universitarios y estar trabajando en lo que realmente le gusta…pero renunció a todo eso por ti…te eligió a ti antes que a nada ¿y es así como se lo pagas?
Kizu quedó callada. Por primera vez no sabía como responder a eso. ¿Y porque? Porque el detective tenía razón, sus mosqueos solo estaba dando quebraderos de cabeza su madre.
Ran-Kizu…
Kizu bajó la cabeza derrotada, y avergonzada de haber perdido esa batalla. De pronto, sintió una mano posarse sobre su cabeza y acariciándosela, elevó la mirada encontrándose con los preciosos ojos verdes del detective del oeste.
Heiji-Al contrario que tu, yo no deseo haceros ningún mal ni a ti ni a tu madre. Ella es una persona muy importante para mi. Y tu como su hija también lo eres. Quiero cuidaros a las dos.
Kizu-Nosotras…no…te…necesitamos…-decía sin saber pronunciarlas con su habitual seguridad, los ojos del detective estaban llenos de sentimientos, dulzura, dolor, tristeza, ilusión y amor. No era capaz de comprender el porque la miraba de esa manera, solo su madre la solía mirar de esa forma algunas veces.
Heiji-Ya lo creo…las dos me necesitáis…mas de lo que tu crees
Heiji quería en ese momento abrazar a la pequeña. Era su hija. Era su niña. Quería estrecharla en sus brazos. Decirle que la quería. Que la cuidaría junto a su madre, a la que siempre había amado. Que lo perdonara por no haber estado con ella cuando había nacido, cuando aprendió a hablar y a andar o cuando empezó el colegio.
Se había perdido mucho
Demasiado
Quería ahora poder verla crecer a partir de ahora. Vivir con Kazuha y criarla juntos. Ver como se equivoca y aprende de sus errores, verla en sus campeonatos de kendo o llevarla al colegio.
Quería que lo viera como lo que era, quería que le dijera "papá"
¿?-¿Kizu?
La gente miró a lo largo del pasillo en donde se encontraba un niño de la edad de Kizu con un balón de futbol y el pelo oscuro, con unos ojos azules.
Kizu-Conan…
Conan-Cuanto tiempo sin verte, coletitas-decía alegre el niño mientras se acercaba a la niña-Veo que ya has conocido al detective Hattori
Kizu-Ern…si…si, lo conozco…-se da cuenta de algo-¡No me llames coletitas!
Conan-¿Por qué no? Siempre tienes el pelo recogido en dos coletas
Kizu-¡Da igual! ¡No me llames así!
Conan-Te llamare como yo quiera
Kizu-¡Yo te mato, Kudo! ¡Espera que te atrape!-gritaba la muchachita corriendo tras el heredero de los Kudo mientras este huía hacia el jardín riéndose de su amiga
Heiji-Igualito que su padre-dijo mirando al detective del este
Shinichi-Es parte de su encanto-mira a Heiji-¿Estas bien?
Heiji-Si…la verdad, mejor que nunca
Ran-¿No crees que te has pasado un poco con la pobre Kizu?
Heiji-Nah, alguien tiene que enseñarle disciplina y Kazuha es demasiado blanda para eso, así que como el padre de Kizu yo tomaré las riendas de eso
Shinichi-Pero lo que ha dicho Kizu…
Heiji-No pasa nada, Kudo…porque he visto algo
Ran-¿El que?
Heiji-Sus ojos me decían cosas que su lengua no contaba
En el jardín
Kizu-¡Espera!
Conan-¡No espero!
Kizu-¡No corras, Conan! ¡Solo quiero retorcerte el pescuezo!
De pronto el hijo del detective del este se detuvo en seco haciendo que su amiga lo hiciera también, sorprendida por la acción repentina del niño de ojos azules.
Conan-Bueno, ya estamos a solas y nadie nos oye ¿quieres contarme lo que pasa?
Kizu-¿Qué?
Conan-No te hagas la despistada, he podido ver lo nerviosa que estabas ante la presencia de Hattori y para que tu te pongas nerviosa debe de suceder algo gordo
Kizu miró al suelo dudosa
Conan-Kizu, soy tu mejor amigo, ya sabes que no me gusta que me ocultes cosas que sé que no te están haciendo bien-decía con seriedad la muchacho
Kizu-Conan…necesito tu ayuda…-decía la muchacha levantando la mirada con la misma seriedad que su amigo
Conan-Como siempre, Kizu…sin límites
Continuara

No hay comentarios:

Publicar un comentario