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viernes, 24 de junio de 2011

CAPÍTULO 9: UNA GRAN FAMILIA... ¿FELIZ?



Heiji estaba profundamente dormido, soñando las cosas más agradables que alguien puede soñar, cuando de pronto sintió que se quedaba sin aire.

Algo presionaba su cara y no lo dejaba respirar. Al principio pensaba que eso formaba parte de su sueño, que de repente, había pasado de un sueño precioso a una pesadilla.

Los pulmones empezaron a quemarle por falta de oxigeno y empezó a despertarse. Abrió los ojos para encontrarse nada más que oscuridad y sentir como algo, no alguien le tapaba la cara con algo... ¿una almohada?

Se sentó en la cama de pronto cogiendo una gran bocanada de aire y tosiendo al mismo tiempo, había estado a punto de asfixiarse. Con la vista nublada, miró a su alrededor, solamente para encontrarse con al esplendida sonrisa de una niña pequeña, a la cual iba a matar en unos instantes.

KIZU: ¡Ohayo, pollo-kun! - se sentó en la cama y apartó la almohada a un lado.

HEIJI: Tú – dijo con voz entrecortada, aún respirando agitadamente – no eres más que una psicópata , ¡has intentado matarme!

KIZU: Yo, que va – puso morritos – solo he echo lo que oka-san me ha mandado, me dijo que te despertará para que bajarás a desayunar y eso es lo que he echo.

HEIJI: Y no podías no sé, ¡despertarme de otra manera más normal!

KIZU: Entonces no tiene chiste – se cruzó de brazos – iba a traer la pistola de agua y rociarte, pero después oka-san me regañará por mojar las sabanas, así que he pensado que esta manera es más limpia y ahora veo que es más eficaz.

HEIJI: Te vas a arrepentir de esto – la cogió de los hombros y la tumbó en la cama – no volverás a despertarme así nunca más – comenzó a hacerle cosquillas.

Kizu se retorció entre los brazos de Hattori, intentando librarse de él, pero él era más fuerte y no lo consiguió. El ataque de cosquillas duró por unos cinco minutos, dejando a Kizu toda colorada y con un ataque agudo de risa.

HEIJI: ¿Vas a volver a intentar asesinarme? - preguntó haciéndole cosquillas en los pies desnudos.

KIZU: Sí – dijo entre risas histéricas – te mataré por esto, te arrepentirás.
HEIJI: No es eso lo que quería oír – continúo haciéndole cosquillas a una velocidad impresionante – te volveré a preguntar, ¿me volverás a intentar asesinar?

KIZU: Está bien, no te intentaré asesinar más, me rindo.

Heiji paró el ataque, y soltó a Kizu, pero no antes de abrazar a su pequeña niña psicópata y poder deleitarse de la sensación de su pequeño cuerpo contra el de él.

KIZU: Suéltame ya – consiguió zafarse de él y se bajó de la cama, todo en una fracción de segundo, como haciendo la escena a cámara rápida – no te mataré, pero si te mutilaré hasta que quedes irreconocible, me pagarás esta humillación, te lo aseguró.

HEIJI: Con que esas tenemos, ven aquí...

Intentó volver a cogerla, pero Kizu fue más rápida y salió por la puerta del cuarto de Hattori gritando como una posesa.

***

En el piso de abajo, Kazuha estaba colocando sobre la mesa todo lo necesario para poder desayunar. Ran y Shinichi se encontraban junto a ella charlando animadamente y Conan esperaba con ansia que Kizu bajará para poder hablar con ella.

KAZUHA: ¿Queréis un café? - preguntó a la pareja con la cafetera en la mano.

RAN Y SHINICHI: Sí, por favor – dijeron al unisono, rieron y se miraron con tanto amor que ha Kazuha le dio envidia.

Kazuha sirvió el café caliente en sus respectivas tazas mientras pensaba en lo que ella se había perdido. Ella podía haber sido igual de feliz con Heiji y su hija, haber formado una familia con ellos, y mirarse así de amorosamente como Ran y Kudo se miraban en ese momento, cogiéndose de la mano por debajo de la mesa y demostrándose todo ese amor.

RAN: Y bueno Kazu ¿Cómo ha sido el primer día conviviendo con Hattori?

KAZUHA: Bueno ha sido... - pensó – no encuentro la palabra correcta para describirlo.

RAN: ¿Tan mal ha ido?

KAZUHA: Bien no ha ido la verdad – se encogió de hombros.
En ese momento, oyeron los gritos histéricos de Kizu, mientras bajaba las escaleras aún descalza y en pijama.

KIZU: Ese maldito pollo, me las pagará, lo cogeré y le sacaré los ojos... – refunfuñó mientras iba al comedor donde estaban todos.

Kazuha puso los ojos en blanco, y continuo sirviendo el desayuno.

¿?: Kizu...

La niña se dio la vuelta para ver a Conan que la esperaba con una sonrisa radiante en la boca.

KIZU: Conan, ¡no veas cuantas ganas tenía de verte! – fue corriendo hasta él.

Conan pensaba que Kizu lo abrazaría, pues iba corriendo hacia él con los brazos extendidos y con una sonrisa en la cara, pero sin embargo, se quedó de piedra cuando la niña llegó a su lado y le estiró de la oreja.

KIZU: Eres un cobarde, ayer me abandonaste en el campo de batalla – le gritó en el oído con todas sus fuerzas – me dejaste en manos del enemigo y huiste con el rabo entre las piernas.

CONAN: Kizu, me haces daño – se quejó – suéltame, que duele.

KIZU: Ahora te aguantas, no sabes lo que me hizo ese pervertido – ladró enfadada – quiso violarme, sino llega mi oka-sama lo logra y todo por que el que creía que era mi mi compañero me abandona, traidor.

CONAN: Kizu, onegai, dejame que duele.

KIZU: No te suelto, baka, traidor...

CONAN: Gomen, gomen – se disculpó – haré lo que sea para resarcirte.

KIZU: Eso me gusta más – soltó a Conan y se frotó las manos – me ayudarás a vengarme de ese pollo, verás haremos esto...

***
Cuando Heiji bajo al comedor, todos los comensales ya habían comenzado a desayunar sin esperarlo, eso lo cabreo un poco. Estaba en su casa y eso ha nadie le importaba, lo trataban como si fuera un extraño y eso lo molestaba.

Entró en el comedor y miró a la cara a cada uno de los ocupantes de la mesa: Ran y Shinichi y su pequeño Conan, Kizu y Kazuha... al ver a Kazu todo el enfado se evaporó y fue cambiado por un calor que le recorrió todo el cuerpo.
Kazu le había echo caso, su pelo que siempre estaba recogido en su habitual coleta, ahora lo llevaba suelto y brillante, llegándole aproximadamente por media espalda y enmarcando su preciosa cara y sus ojos claros estaban brillantes, estaba encantadora.

El corazón de Heiji latía con fuerza en su pecho y su respiración volvió a cortarse, quedando en sus pulmones presa.

KAZUHA: Buenos días Heiji – jugueteó con la servilleta y miró hacia sus manos.

HEIJI: Buenos días Kazu – dijo con voz ronca, mirándola de los pies a la cabeza – estás bellísima.

Sus miradas se encontraron en ese momento y vio como sus mejillas se teñían de rojo, francamente encantadora.

KAZUHA: Gracias – apartó la cabeza aún lado – siéntate y desayuna, se te va a enfriar.

Heiji se sentó al lado de Conan, ya que era la única silla que quedaba libre, pero en este momento no le importó, por que estaba posicionado justo enfrente de su adorada Kazuha, así que tenía una vista esplendida de toda ella.

KIZU: Oka-san, hoy te veo rara.

KAZUHA: Ehhh, ¿por qué dices eso Kizu-chan?

KIZU: Llevas el pelo suelto y nunca te lo dejas así, además – inquirió – vas maquillada y tú NUNCA te maquillas.

RAN: Kizu, es solamente por que tu mamá quería estar guapa.

KIZU: ¿Para quién tía Ran?

RAN: Etto... Etto...

KAZUHA: No tengo que arreglarme para nadie en especial Kizu.

KIZU: Pero...

KAZUHA: Vamos pequeña, desayuna, que ya es tarde y tengo que llevarte con la canguro.

KIZU: Está bien – dijo con resignación y se metió una tostada entera en la boca.

Todos comieron con ganas el desayuno, que estaba delicioso como todo lo que cocinaba Kazuha.

Al acabar, todos se pusieron a charlar mientras se tomaban un café, antes de ir hacia la comisaria.

SHINICHI: Oye Kazu, si quieres me llevó a los niños al cine y así los entretengo mientras trabajáis, que hoy tengo el día libre.

HEIJI Y KAZUHA: ¡No! - se levantaron de la silla.

SHINICHI: Pero ¿porqué?

KIZU: Eso ¿porqué?

KAZUHA Y HEIJI: No volverás a cuidar de la niña ¡JAMÁS! - echaron fuego por los ojos.

KIZU: Oka-san, no seas mala – puso ojitos de cordero degollado – si vamos a ir haber bambi...

KAZUHA Y HEIJI: O.O... - pusieron los ojos en blanco a la vez – y de verdad piensas que nos creeremos eso...

KIZU: Sí me gusta bambi – se puso de pie en la silla – es tan kawaiiii...

SHINICHI: No veremos bambi, pero si hay una película de detectives que está muy bien y seguro que les gustará...

RAN, KAZUHA Y HEIJI: ¡NO LLEVARÁS A LOS NIÑOS HABER PELÍCULAS DE ESE TIPO!

CONAN Y KIZU: ¡Jooooooooooooooooooooooooooo!

SHINICHI: Pero ellos deben de saber como es el mundo real...

RAN, KAZUHA Y HEIJI: ¡TIENEN SEIS AÑOS!

Ran fue hasta su marido y se puso en posición de ataque.

CONAN: Oka-san das miedo.

RAN: ¡Cómo me vuelva a enterar que llevas a los niños haber películas para mayores de 18 años! Esto – dio un puñetazo en la pared he hizo un hueco en el yeso – te lo haré a ti en la cara, ¿entendido querido?

SHINICHI: O.O, si señora – se puso firme.

Todos comenzaron a discutir gritando como locos, formando un gran alboroto y rompiendo varias cosas.

Sin duda con una familia como esta, nunca te aburrirías...

CONTINUARÁ...

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